?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 2 Tim 4, 1-8
- Sal 70
- Mc 12, 38-44
El Apóstol Pablo, en este texto de la primera lectura, resumió su vida de tres diferentes maneras:
- He peleado la buena batalla. Él había sido un soldado, un buen soldado. Había tenido una batalla para luchar, y una victoria que ganar. Y aquí, al final de la vida dijo: “he sido un buen soldado de mi Salvador”. Este es una proclama que todos los creyentes deberíamos adoptar: Hay una batalla en la que luchar, y cada creyente debería ser un defensor de la Palabra de Dios, permaneciendo firme en las grandes verdades del Señor
- Luego, el Apóstol Pablo continuó diciendo: “he acabado la carrera:. La vida cristiana no es solo una batalla, es un evento atlético, una carrera. Durante la carrera el Apóstol estuvo manteniendo su cuerpo bajo control. Estuvo intentando vivir la vida cristiana de tal manera que no fuera desaprobado. Y así escribió en 1 Corintios 9:27, Golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo. Como consideramos a Pablo autor de Hebreos, creemos que en 12:1-2 escribió: “corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Ahora, en el final de su vida pudo decir: “he acabado la carrera”. Había completado todo lo que Dios había planeado para él.
- Y tercero, él dijo, aquí en la Segunda carta a Timoteo, capítulo 4, al final del versículo 7: “he guardado la fe”. La vida había sido como un depósito de Dios, y él había sido un buen mayordomo. Había guardado la fe. Nunca cambió su opinión acerca de las grandes verdades y doctrinas de la Palabra de Dios. Estas fueron realmente 3 declaraciones tremendas. Ojalá, nosotros podamos decir con alegría: “he mantenido la fe” como hace San Pablo y saber que no ha sido por mérito nuestro, sino por la gracia del Señor Jesús, a quien cada día nos hemos de encomendar en la oración para que nos sostenga en la esperanza de alcanzar la “corona merecida”.
Con respecto al Evangelio, nos comenta el Papa Francisco: “El adjetivo griego ptochós (pobre) no sólo tiene un significado material, sino que quiere decir “mendigo”. Está ligado al concepto judío de anawim, los “pobres de Yahvé”, que evoca humildad, conciencia de los propios límites, de la propia condición existencial de pobreza. Los anawim se fían del Señor, saben que dependen de Él…
Ustedes me podrían preguntar: ¿Cómo podemos hacer que esta pobreza de espíritu se transforme en un estilo de vida, que se refleje concretamente en nuestra existencia? Les contesto con tres puntos.
- Intenten ser libres en relación con las cosas. En la lectura del Evangelio de hoy, observamos que el Señor nos llama a un estilo de vida evangélico de sobriedad, a no dejarnos llevar por la cultura del consumo. Se trata de buscar lo esencial, de aprender a despojarse de tantas cosas superfluas que nos ahogan.
- Desprendámonos de la codicia del tener, del dinero idolatrado y después derrochado. Pongamos a Jesús en primer lugar. Él nos puede liberar de las idolatrías que nos convierten en esclavos…
- Conversión en relación a los pobres.Tenemos que preocuparnos de ellos, ser sensibles a sus necesidades espirituales y materiales. Tenemos que aprender a estar con los pobres. No nos llenemos la boca con hermosas palabras sobre los pobres. Acerquémonos a ellos, mirémosles a los ojos, escuchémosles. Los pobres son para nosotros una ocasión concreta de encontrar al mismo Cristo, de tocar su carne que sufre.
- Los pobres también pueden enseñarnos. Los pobres no sólo son personas a las que les podemos dar algo. También ellos tienen algo que ofrecernos, que enseñarnos… Un pobre, una persona que no tiene bienes materiales, mantiene siempre su dignidad. Los pobres pueden enseñarnos mucho, también sobre la humildad y la confianza en Dios…“
Jesús, afirma el padre Yepes en el audio, se muestra contrario a toda esa religiosidad economicista, por la que pretendemos “ganar el Cielo” por medio del dinero, creyendo que solo así obtendremos méritos para lograrlo.
Más bien, si alguna vez te habías preguntado qué significa confiar en el Señor, el pasaje de hoy debe iluminarte plenamente. Esta mujer, nos dice el Señor, “ha puesto en la alcancía todo lo que tenía para vivir”. Esta mujer sabe que tiene un Dios y Padre que siempre está al pendiente de sus hijos. Esta mujer, como realmente ha conocido a Dios, sabe de su amor y su providencia y por eso confía PLENAMENTE en El.
Hoy en día hay tanta indiferencia religiosa, aún entre nuestros hermanos cristianos, que pocos conocen íntimamente al Señor. Cierto que han oído hablar de él, pero no lo han conocido, y por ello cuando se aprieta la vida económica, cuando se viene un despido, o cualquier situación que dificulta nuestra economía rápidamente se pierde la paz en el corazón y en nuestra vida, lo cual en no pocas ocasiones descomponen la armonía de nuestra familia.
La viuda de hoy debe ser una invitación a confiar plenamente en el Señor; a no asustarnos porque en este momento la vida económica está difícil. Estos últimos años han sido difíciles para todos, pero Dios no nos tiene lejos de su mano, a lo mejor no tendremos para ir a restaurantes o cambiar el automóvil, pero de lo que es cierto es que Dios no nos dejará sin lo necesario para nosotros y para todos los que dependen de nosotros. No desconfíes jamás de Dios, pues él es tu padre y tu proveedor.
Por eso con el salmista digamos al Señor: “En ti, Señor, yo seguiré confiando, y más y más te alabará mi boca. Yo proclamaré siempre tu Justicia, y a todas horas tu Misericordia.
Palabra de Vida Mes de junio
«Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado» (Mt 10, 40)
Acoger al otro, al distinto a nosotros, es la base del amor cristiano. Es el punto de partida, el primer peldaño para construir esa civilización del amor, esa cultura de comunión a la que Jesús nos llama sobre todo hoy. https://www.focolare.org/espana/es/news/2020/05/30/junio-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.