?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/7fJFinwdkB0
- Hch 2, 36-41
- Sal 32
- Jn 20, 11-18
La fuerza del Espíritu Santo, como vemos en la primera lectura, hace que el Apóstol Pedro salga a las calles a anunciar el Evangelio, la Buena Nueva que ellos ya han experimentado: Han visto a Jesús triunfar sobre la muerte por eso proclama con todo su corazón que “…Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías” Muchos de los que le escuchaban serían testigos de lo que había ocurrido, verían con sus propios ojos la muerte en Cruz del Justo, pero el fervor de San Pedro les hace abrir los ojos y convertirse. Ese entusiasmo del que conoce a Cristo se transmite, hace que otros tengan el deseo de acercarse a Él. Y San Pedro deja muy claro a quien se dirige: la promesa del Señor es para todos, los actuales y los futuros, los de aquí y los de lejos. Desde el primer momento se está proclamando la universalidad de la Iglesia.
Reconocer que Jesús ha resucitado, significa aceptar su vida y amor, significa dejarse transformar por él. La Iglesia necesita hombres y mujeres que estén profundamente convencidos de la resurrección de Cristo y que lo testifiquen en sus oficinas, en sus escuelas, en sus hogares, viviendo de acuerdo al mensaje del Evangelio, y siendo valientes para dar razón de su fe cuando sea necesario. ¿Eres tú una de estas personas?
El Salmo nos anima a esta transformación, con el salmista repitamos, “En el Señor está nuestra esperanza”.
A esto no llama el Papa Francisco en su comentario del evangelio: “A veces la oscuridad de la noche parece penetrar en el alma; a veces pensamos: “ya no hay nada que hacer”, y el corazón no encuentra la fuerza para amar.
Pero precisamente en esa oscuridad Cristo enciende el fuego del amor de Dios: un resplandor rompe la oscuridad y anuncia un nuevo inicio. Algo comienza. En la oscuridad más profunda. Sabemos que la noche es más noche, y es más oscura poco antes de que empiece el día. Pero precisamente en esa oscuridad es Cristo quien vence y quien enciende el fuego del amor. La piedra del dolor se ha volcado dejando espacio a la esperanza. ¡Este es el gran misterio de la Pascua!
Y es que el texto del evangelio, nos recuerda que cuando uno está tan triste y solamente puede llorar, como María Magdalena, el problema es que no se ve ni siquiera lo que se tiene delante. Hasta cierto punto, es normal que María no reconociera a Cristo resucitado porque ella está buscando a un muerto. Cuando uno busca un muerto nunca lo encuentra vivo, simplemente está fuera de su restringido campo visual. Nos sucede a veces cuando nos aferramos a recuerdos del pasado o estamos anclados en la nostalgia o bloqueados por la pena o el arrepentimiento. Se nos ha parado el reloj en esa hora. Nos cuesta entonces reconocer a Jesús, básicamente porque lo buscamos donde no está. Jesús está en la realidad y no en nuestros pensamientos ni recuerdos, tampoco en nuestras fantasías y planes de futuro. Está aquí y ahora: “Presente”.
Este tiempo de Pascua es la ocasión propicia para dejar de dar la espalda a Jesús y de llorarle como si estuviera ausente, para darnos la vuelta y mirarle cara cara y agradecerle todo sabiendo que él está presente.
Jesús sacó a María del sepulcro de su pasado y la orientó en la dirección adecuada. Se iba a convertir en la apóstol de los apóstoles. Ya no tenía sentido lamentarse por el pasado, ahora había que sacar adelante y llevar hasta el final la misión que se le encomendaba. Y no le iba a resultar muy difícil porque aun en el supuesto de que no pudiera articular palabra alguna, todo su ser podía hablar sin necesidad de abrir los labios. Ella tenía ahora como grabado en su cara el rostro del resucitado.
Esta es nuestra misión: ir a todos y dar testimonio: “He visto al Señor y ha dicho esto”
Palabra de Vida Mes de Abril 2021
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Juan 10, 11) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.