https://youtu.be/8VNC-nY0zeE
- Flp 4, 10-19
- Sal 111
- Lc 16, 9-15
Hoy en la liturgia el Señor nos invita a poner nuestra vida y confianza solo en El, pues nadie puede servir a dos amos. Entonces que nuestra ofrenda diaria sea una ofrenda ante su altar. Bien nos lo expresa San Pablo en la primera lectura al expresarnos su desprendimiento de lo material desde que conoció al Señor y cómo para él lo importante era que nos hagamos cada vez más ricos ante Dios, porque El “remediará con esplendidez todas sus necesidades, por medio de Cristo Jesús”.
Esto me llevó a reflexionar en cuánto tiempo dedicamos a preocuparnos en las cosas materiales, tiempo que podríamos ahorrarnos para, enriquecernos alimentando nuestra relación con él, pues al fin y al cabo como nos dice Lucas 12, 7, “El tiene contado hasta el último de nuestros cabellos.”
Así pues,San Pablo nos exhorta también a que no apartemos la mirada del modelo que es Jesús. Llénate de Él. Contémplalo. Llévalo al corazón. Es el secreto de la Fe que él experimentado: “Estoy acostumbrado a todo” a lo bueno y a lo malo, a las carencias que presenta la vida y a los momentos de abundancia. Persecuciones y tiempos de paz. A los momentos de tempestad que llevan consigo los naufragios en la vida y a llegar salvo a los distintos puertos. A los azotes recibidos por predicar a Jesucristo vivo y resucitado y a experimentar la generosidad de corazón de la comunidad de Filipos que no ha dejado de enviar colectas para poder ayudar a Pablo en sus constantes misiones evangélicas.
Por dura que pueda parecer a veces la misión que estamos desempeñando, San Pablo nos anima a seguir caminando con paso firme y la mirada orientada siempre hacia Jesús. No pierdas nunca el ánimo: “Todo lo puedes en aquel que te conforta”.
El Papa Francisco en su meditación del texto del Evangelio nos dice: “Jesús dice a los discípulos: “Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero”… Para quien tiene estos apegos, la riqueza es un ídolo. No tiene necesidad de un pasado, de una promesa, de una elección, de futuro, de nada. Aquello de lo que se preocupa es de lo que puede suceder. Pero ciertamente no le orienta hacia una promesa y por ello permanece confundido, solo. Por ello Jesús nos dice: “O Dios o la riqueza, o el reino de Dios y su justicia o las preocupaciones”. Sencillamente, nos invita a caminar por la senda de ese don tan grande que nos dio: ser sus elegidos.
Ponemos nuestra mirada en el Salmo: “Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. Su corazón está, seguro, sin temor. Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad” … y es, entonces momento de reflexionar ¿No vivió de esta manera nuestra Madre la Virgen?
Nuestra Madre nos enseña a estar totalmente abiertos al querer divino, incluso si es misterioso. Por eso, es maestra de fe.
Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (cfr. Lc 1, 38). En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (cfr. Lc 1, 46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad (cfr. Lc 2, 6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (cfr. Mt 2, 13-15). Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario (cfr. Jn 19, 25-27). Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (cfr. Lc 2, 19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (cfr. Hch 1, 14; 2, 1-4)
Por la fe, María penetró en el Misterio de Dios Uno y Trino como no le ha sido dado a ninguna criatura, y, como «madre de nuestra fe»[9], nos ha hecho partícipes de ese conocimiento. «Nunca profundizaremos bastante en este misterio inefable; nunca podremos agradecer suficientemente a Nuestra Madre.
Ella nos da la clave para vivir sirviendo solo a un amo: La Santísima Virgen vive totalmente de la y en relación con el Señor; está en actitud de escucha, atenta a captar los signos de Dios en el camino de su pueblo; está inserta en una historia de fe y de esperanza en las promesas de Dios, que constituye el tejido de su existencia.
”Dichosos los que temen al Señor” ese que experimentan las personas que son reverente ante El, que buscan su dirección en todo momento y viven conforme a su voluntad. El temor a Dios no se basa en el miedo. Se fundamenta en el respeto reverencial que surge del corazón de los hijos de Dios hacia él.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- PildorasdeFe.com
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/11/05/los-juicios-temerarios/
- https://opusdei.org/es-cr/article/ejemplos-de-fe-v-maria-modelo-y-maestra-de-fe/
- https://www.subiblia.com/biblia-dice-sobre-temor-de-dios/
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2022
“Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.” (Mateo 5, 7) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.