?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Rom 12, 5-16
- Sal 130
- Lc 14, 15-24
Este texto de la carta a los Romanos constituye una gran lección de vida comunitaria: “somos un solo cuerpo en Cristo”. En la Iglesia, en la parroquia, en nuestra comunidad, no todos tenemos el mismo carisma, la misma función, pero todos contribuimos al bien común si aportamos los dones de naturaleza y de gracia que Dios nos ha concedido con generosidad.
Pablo enseña después las relaciones con los de fuera de la comunidad: el testimonio de bendición ante los perseguidores, de hospitalidad, alegría con los alegres, y llanto con los que lloran, llevará la luz de Cristo más allá de nuestros pequeños límites. Así construimos desde nuestro puesto esa Iglesia que es de todos y ha de llegar a todos.
Todo ello son palabras de vida que S. Pablo nos da para poder realmente vivir como miembros del cuerpo de Cristo. Y será obra del Espíritu Santo en nosotros si le dejamos actuar.
El evangelio de hoy nos enseña, como nos dice el Papa Francisco: …”los tres tienen una preferencia por sí mismos, no por compartir una fiesta: no sabe qué es una fiesta. Siempre, hay un interés, está lo que Jesús ha explicado como el contracambio…
Lo que los asustaba a ellos era la gratuidad. Ser uno como los otros, allí. Precisamente el egoísmo, estar al centro de todo.
Es tan difícil escuchar la voz de Jesús, la voz de Dios, cuando uno gira alrededor de sí mismo: no tiene horizonte, porque el horizonte es él mismo.
Y detrás de esto hay otra cosa, más profunda: está el miedo de la gratuidad. Tenemos miedo de la gratuidad de Dios. Es tan grande que nos da miedo.
Esto sucede porque las experiencias de la vida, tantas veces nos han hecho sufrir, como sucede a los discípulos de Emaús que se alejan de Jerusalén, o a Tomás, que quiere tocar para creer. Cuando la oferta es tanta hasta el Santo sospecha, porque la gratuidad es demasiada. Y cuando Dios nos ofrece un banquete así, pensamos que es mejor no meterse.
[…] La gratuidad. Obligar a aquel corazón, a aquella alma a creer que es gratuidad de Dios, que el don de Dios es gratis, que la salvación no se compra, es un gran regalo, que el amor de Dios…es el amor más grande! Ésta es la gratuidad.
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Y nosotros tenemos un poco de miedo y por esto pensamos que la santidad se hace con nuestras cosas y a la larga, nos volvemos un poco pelagianos,eh… La santidad, la salvación es gratuita[…] La iglesia nos pide que no tengamos miedo de la gratuidad de Dios. Solamente, nosotros debemos abrir el corazón, de parte nuestra hacer todo lo que podemos, pero la gran fiesta la hará Él.”
Mes de noviembre
Ayuda espiritual
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Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.