https://youtu.be/ZNxk7-SVi6k
- Is 58, 9-14
- Sal 85
- 1 Cor 15,12. 16-20
- Lc 5, 27-32
La liturgia de hoy nos invita a que aceptemos el llamado del Señor a dejar nuestras actitudes negativas y seguir sus caminos.
Hoy experimentamos cómo avanza la Cuaresma y la intensidad de la conversión a la que el Señor nos llama. La figura del apóstol y evangelista Mateo es muy representativa de quienes podemos llegar a pensar que, por causa de nuestro historial, o por los pecados personales o situaciones complicadas, es difícil que el Señor se fije en nosotros para colaborar con Él. La preparación en Cuaresma, no sólo es entrenarnos para el recuerdo de la Pascua, sino, es, sobre todo, dedicar cuarenta días a descubrir las exigencias que tiene esa celebración, para nuestro ser de creyentes en Jesús, muerto y resucitado.
“No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor” Ex 33,11. Con esta cita bíblica de la Aclamación antes del Evangelio, el Señor nos indica cuál es su Voluntad para cada uno de nosotros.
En este primer sábado la liturgia nos señale el motivo de la celebración: “Dios vino al mundo para sanar, no para condenar” y la respuesta a ese acontecimiento. La razón que Dios se hizo hombre para salvar a la humanidad, no para condenar. Vino a salvar a los pecadores, es decir, a aquellos que se han aparato del amor de Dios. Reconociendo la falta de respuesta a ese amor y disfrutando de ese amor, surge una exigencia: la conversión. Todos somos pecadores y todos necesitamos de sanación. Todos necesitamos como nos dice Isaías renunciar a ciertas conductas que no hacen otra cosa que desviarnos del Camino trazado por el Señor. Y con esas renuncias, hacer que brille la luz en las tinieblas y nuestra oscuridad sea como el mediodía. Seremos entonces Luz en el Camino y Sal en la tierra.
No podemos perder el sentido de pecado y quedarnos sin el único Médico que puede sanarnos. En este tiempo de cuaresma hemos de pedir ser consciente de nuestros pecados. Dar importancia a un solo pecado venial. Pidamos tener sentido del pecado. Son muchas las omisiones y ofensas a Dios a las que no damos importancia: faltas de rectitud de intención, de caridad, de pereza, impaciencias, juicios negativos sobre los demás, indiferencia ante el dolor ajeno, envidias, rencor, demasiadas distracciones en la oración o cuando estamos en lo iglesia; caprichos, cambios extemporáneos de humor, faltas de gratitud con quien nos sirve, tentaciones de sensualidad que aún sin consentir son blandamente rechazadas, blandenguería y falta de fortaleza con quienes tenemos el deber de formar o ayudar, rigidez en e! trato, falta de cordialidad y de alegría en el trabajo o en la familia, vanidad en todas sus formas, falta de visión sobrenatural al enjuiciar las cosas y los acontecimientos…
Hoy se nos insta a no caer en la conducta de los fariseos, cuyo gran problema era el sentirse buenos, creer que por tener como padre a Abraham y ser discípulos de Moisés ya habían alcanzado la perfección; que ellos eran los buenos de la historia y esto les daba el derecho de despreciar a los demás, sobre todo a los que, de acuerdo a la Ley de Moisés, eran pecadores, por lo tanto, rechazados de Dios.
Habían, por así decirlo, creado la “religión de los buenos” en la cual los “malos” debían ser excluidos. Jesús nos presenta otro tipo de religión. Una religión incluyente, en la que están llamados a participar buenos y malos. Y no para que los malos sigan su mal camino, sino para que busquen cambiar su vida y acercarse de una manera definitiva a Dios. Mateo fue una de esas personas que, no siendo un buen Israelita, siendo incluso un traidor a la patria, fue llamado por Jesús, y de este llamado surgió el gran evangelista, amigo y compañero de Jesús. Jesús nos invita a abrirle las puertas de la fe a los alejados, pues éstos son los que más necesitan del amor y del perdón de Dios.
Nos explica el Papa Francisco que “llamando a Mateo, Jesús muestra a los pecadores que no mira su pasado, la condición social, las convenciones exteriores, sino que más bien les abre un futuro nuevo. Una vez escuché un dicho bonito: «No hay santo sin pasado y no hay pecador sin futuro». Esto es lo que hace Jesús. No hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro. Basta responder a la invitación con el corazón humilde y sincero. La Iglesia no es una comunidad de perfectos, sino de discípulos en camino, que siguen al Señor porque se reconocen pecadores y necesitados de su perdón. La vida cristiana, entonces, es escuela de humildad que nos abre a la gracia.”
Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad. Acabamos, casi de iniciar nuestro proceso de conversión cuaresmal y, en el salmo de este primer sábado, la liturgia nos invita a poner en práctica un medio para hacer el proceso de conversión personal y comunitaria: La oración.
Pedimos a Dios, que nos ama y quiere nuestro bien, que sea El quien nos marque el camino. Camino que nos llevará a descubrir la verdad de nuestra existencia. Verdad de nuestra existencia que es una realidad de amor de Dios manifestada, expresada en Jesús que ha venido a estar con todos, pero en especial con nosotros pecadores. Todos somos pecadores y todos no vivimos ese amor con realismo e intensidad y no lleva a alejarnos de nuestros hermanos, negándoles nuestro amor. En la oración descubrimos nuestra necesidad de conversión, pues no somos fieles al amor de Dios.
¡El Padre ama a todos! Aprendamos de Dios, que siempre es bueno con todos, a diferencia de nosotros, que solo podemos ser buenos con algunos y olvidamos igual a los que más nos necesitan.
Concluimos con la Oración colecta pidiendo al Señor Dios todopoderoso y eterno que mire compasivo y misericordioso nuestra debilidad y extienda su mano poderosa para darnos su protección en esta preparación hacia la Pascua.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada día.
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/4/comentario biblico-de-albert-barnes/isaias/58/9
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/03/05/perder-el-sentido-de-pecado-nos-priva-de-la-misericordia/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Marzo 2022
«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Mc 6, 12) https://www.focolare.org/espana/es/news/2022/02/27/marzo-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.