https://youtu.be/4Zy7o2XxI-o
- Núm 21, 4-9
- Sal 101
- Jn 8, 21-30
La liturgia de hoy V de Cuaresma, a una semana de la contemplación de la Pasión del Señor, Él nos invita a mirarle anticipadamente redimiéndonos desde la Cruz: «Jesucristo es nuestro pontífice, su cuerpo precioso es nuestro sacrificio que Él ofreció en el ara de la Cruz para la salvación de todos los hombres» (San Juan Fisher).
En la primera lectura, creo que todos nos vemos reflejados de una u otra manera con los hebreos mientras caminan hacia la liberación. Veamos algunos puntos importantes que nos permitirán reflexionar en nuestro comportamiento:
- se impacientan, se quejan, murmuran de la alimentación que reciben gratuitamente, su protesta es contra Moisés y al mismo Dios que les sacó de Egipto. Su queja sube de tono, es una provocacióny una ofensa: “no tenemos…no nos gusta…y para qué nos has traído hasta aquí, para morir de hambre en el desierto?”
- Dios escuchó las quejas, los atropellos contra su profeta Moisés. Dios se cansa de este pueblo y les envióun correctivo: serpientes venenosas que mordían y muchos israelitas murieron.
- El pueblo reconoce su pecado contra Dios y se acercan a Moisés su guía y maestro, y sobre todo el puente para llegar a Dios. Ante él dicen “Hemos pecado…Pide a Dios que aleje este castigo”
- Moisés intercede por ellos. Conoce tanto al Uno misericordioso y a los otros: un pueblo de rebeldes, difíciles de guiar, pero…son sus hermanos y el pueblo que debe conducir y llevar a la tierra prometida.
- Dios le responde y les ofrece una salvación-sanación. Debes construir una serpiente de bronce, colocarla en alto para ser vista de todo el campamento. Si alguno es mordido y mira hacia este símbolo quedara curado.
En este caso, como en nuestra vida no es solo ver, sino el movimiento interior, el mirar la fe que hace que nos volvamos hacia Aquel que nos puede salvar. No es la serpiente que sana sino la capacidad que brota desde nuestro interior reconociéndonos pecadores, seres limitados, carentes por nosotros mismos de llegar a la vida eterna.
De nosotros depende solo “el mirar”, el vivir con sentido la realidad que nos toca, el suplicar por tanta gente que tiene una travesía dura, llena de obstáculos comos nos indica el Salmista, “Señor escucha nuestra plegaria; que a tu presencia lleguen mis clamores.”
Por suerte para los hebreos, como para nosotros, Dios no se da por vencido; les da la posibilidad de salvación, la cual de nuevo tendrá que ser opción de cada uno: El Señor siempre nos dirá: “Si quieres…” No desaprovechemos esta oportunidad para levantar nuestros ojos a la cruz de Jesús y, movidos por su amor, cambiar nuestra vida.
Sin embargo, el gran problema de nuestra vida es que como nos dice el éxito del evangelio; “Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.”, por eso el misterio de la cruz lo recibimos en medio de las picaduras de nuestro mundo. Las serpientes siguen reptando a nuestro alrededor. Murmuraciones y cerrazones…
La Cuaresma nos ayuda a nombrarlas y a mirarlas sin miedo; cosa que nuestro mundo no quiere. Se nos invita a mirar a la serpiente en lo alto: para eso hay que aprender a mirar al cielo que hay tras cada serpiente. Eso conduce a no dejarnos enredar por nuestras autorreferencialidades o nuestros egocentrismos, que nos hacen fijarnos sólo en nosotros mismos.
Hay que atreverse a entrenar la mirada para contemplar la cruz de Cristo, pues como nos explica el Papa Francisco: “La salvación viene solamente de la cruz, pero de esta cruz que es Dios hecho carne: no hay salvación en las ideas, no hay salvación en la buena voluntad, en las ganas de ser buenos… No. La única salvación es un Cristo crucificado, porque solamente Él, como la serpiente de bronce significaba, ha sido capaz de tomar todo el veneno del pecado y nos ha sanado ahí.”
Y entonces, cuando miramos a Cristo en el Calvario, con los ojos de la fe, ver al Cristo de la mañana de la Resurrección, al hortelano de la Magdalena, al compañero de los de Emaus… cuando vemos al crucificado ver el misterio del amor que sana, que cura, que perdona, nuestras heridas, nuestros pecados…
Cuando miramos al crucificado, espero que no seamos tan necios como los del evangelio de hoy que no entendieron ni una sola palabra de lo que decía el Señor, que pensaron que se iba a suicidar, que no entendieron que en el misterio de la Cruz, se revela verdaderamente el Dios amor que hace nuevas todas cosas.
Sólo la amistad de quien está familiarizado con la Cruz puede proporcionarnos la connaturalidad para adentrarnos en el Corazón del Redentor. Pretender un Evangelio sin Cruz, despojado del sentido cristiano de la mortificación, o contagiado del ambiente pagano y naturalista que nos impide entender el valor redentor del sufrimiento, nos colocaría en la terrible posibilidad de escuchar de los labios de Cristo: «Después de todo, ¿para qué seguir hablándoos?».
Que nuestra mirada a la Cruz, mirada sosegada y contemplativa, sea una pregunta al Crucificado, en que sin ruido de palabras le digamos: «¿Quién eres tú?» (Jn 8,25). Él nos contestará que es «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14,6), la Vid a la que sin estar unidos nosotros, pobres sarmientos, no podemos dar fruto, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna. Y así, si no creemos que Él es, moriremos por nuestros pecados. Viviremos, sin embargo, y viviremos ya en esta tierra vida de cielo si aprendemos de Él la gozosa certidumbre de que el Padre está con nosotros, no nos deja solos. Así imitaremos al Hijo en hacer siempre lo que al Padre le agrada.
Bibliografía:
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/04/05/torpes-para-entender/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
- http://lavozdelespiritusanto.cl/sermon/ustedes-son-de-este-mundo-pero-yo-no-soy-de-este-mundo/
Palabra de Vida Mes de Abril 2022
“ Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.” (Marcos 16, 15) https://ciudadnueva.com.ar/abril-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.