?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Is 42, 1-7
- Sal 26
- Jn 12, 1-11
Comenzábamos la Cuaresma con la invitación a estrenar un corazón nuevo y un espíritu nuevo (Ez 18, 31). – ¿Por qué?, ¿Para qué? Así no moriréis, nos responde el profeta.
La noche del domingo fue intensa para Jesús. Explica muchas cosas a los suyos, pero, sobre todo, reza. Su alma está en tensión. Ve, quiere, siente, habla con el Padre, es invadido por el Espíritu Santo que le empuja al sacrificio. Vive un amor intenso y dolorido. Ante sus ojos desfilan los sucesos de aquellos tres años, y la humanidad entera con sus miles de historias individuales se le hace presente. Es la oración del Mediador entre Dios y los hombres, y vive su función con intensidad.
En este Lunes Santo, las lecturas de la Palabra de Dios nos van a confrontar el dilema constante entre vivir o malvivir. Debido al adoctrinamiento sufrido desde pequeños a través de los distintos ámbitos significativos: familia, escuela, sociedad, parroquia…el triunfador, es y ha sido, el personaje instalando a la criatura en la dualidad, con la consiguiente experiencia de apátridas.
¿Quién es este Siervo del que nos habla el texto de Isaías? De entrada, el vocablo gruñe en una mente postmodernista, ya que hace referencia a una persona sometida totalmente a la autoridad de otra.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles» Su actitud exhorta a hacer viaje interior, para dejar de lado todo lo que entrañe continente frente a contenido, postureo al que fácilmente se sucumbe. La persona señoreando su espacio interior es ajena a toda soliviantación, aún con supuestos tintes sacrosantos.
Siervo que no se altera, perturba o muestra emoción alguna a toda disposición de escatimar lo que da o lo que gasta, que instrumentaliza la situación en aras del propio beneficio.
El evangelio, también nos confronta con este gran dilema de la condición humana: la lucha entre el bien y el mal, perfectamente ejemplificado como nos expone el evangelio, entre la persona de Jesús y Judas; este último un corazón entregado al mundo: ambición e hipocresía que se duele por el dinero, ¿Por qué no han vendido ese perfume en trescientos de arios para repartirlos a los pobres? – lo decía no porque le importará los pobres, sino porque era ladrón; y, como llevaba la bolsa, sustraía de lo que ponían en ella(Jn 12, 5-6) Por otro lado, el corazón de Jesús que se prepara para como siervo para su entrega de amor por nosotros.
La sociedad está pasando por una gran crisis, y aquí, también vemos como se cumple esta escena, muchos preocupados por la economía mundial, se han abocado a la toma de decisiones en pro de la estabilidad financiera y no de la estabilidad sanitaria hoy sufren las consecuencias; otros preocupados por la economía doméstica, se han abocado al consumismo, a la irresponsabilidad de romper con las normas sanitarias y no hablemos de aquellos que en alas del descanso necesario han roto las restricciones impuestas.
Nos hemos olvidado de aquella invitación del inicio cuaresmal de trabajar espiritualmente para estrenar un corazón nuevo y un espíritu nuevo, el templo del Señor.
Meditemos un poco en lo que para Jesús significaba el Templo de Dios y en cómo el expulsó a los mercaderes (Mc 11,15-12) La actividad era grande en el mercado del Templo durante la Pascua. Miles de sacrificios, multitud de animales, vocerío, paso por el centro del templo, y nada de oración. Pero la acción apunta más alto, los responsables son los que dirigen el Templo. El sumo Sacerdote (como Judas), permite aquel barullo porque se enriquece con cada transacción. Si el dinero fluye a sus arcas poco le importa el orden del templo. Los que le asisten también son colaboradores de aquel abuso. En realidad la gloria del Altísimo era cuestión muy lejana de sus intereses. Aquí está la raíz del rechazo de Jesús como Mesías que se manifiesta como el Hijo de Dios. Si fuesen hombres de oración, si estuviesen unidos con Dios, descubrirían la verdad del enviado de Dios. Pero no lo son, por eso cuando los príncipes de los sacerdotes y los escribas lo supieron, “buscaban el modo de perderle; pues le temían, ya que toda la muchedumbre estaba admirada de su doctrina, como vemos en el evangelio de hoy.
Y a todo esto mi meditación me lleva a esta reflexión del Padre Guillermo Serra: …”Y yo, cuando pienso en tu celo por el templo de tu Padre, me pregunto si también mi corazón, ese templo de la Santísima Trinidad no tendrá vendedores, cambistas, y si no lo habré convertido en un lugar de negocios más que en un lugar de paz y encuentro contigo.
¿No habré negociado con mi conciencia? ¿No habré cedido ante un mundo que me vende una imagen tan superficial de la vida? ¿No habré encerrado al Espíritu Santo en la jaula de mis gustos y preferencias Limpia Señor el templo de mi corazón para que tú puedas pasearte y encontrarlo limpio de todo negocio, que sea un remanso de paz para ti donde puedas encontrarme y yo pueda encontrarme contigo.
El Papa Francisco nos enseña también acerca de este dualismo en nuestro comportamiento farisaico-creyente; “ …dos actitudes muy diferentes entre sí: por una parte la del hombre que ve y califica, juzga; y por otro la de la mujer que llora y hace cosas que parecen locuras, porque utiliza un perfume que es caro, es costoso.
En medio a estas dos figuras tan antitéticas está Jesús, con su paciencia, su amor, su deseo de salvar a todos, que le lleva a explicar al fariseo qué significa eso que hace esta mujer y a reprocharle, si bien con humildad y ternura, por no haber tenido cortesía con Él.
“He entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; no me has dado un beso; no has ungido con óleo mi cabeza. En cambio ella hace todo esto: con sus lágrimas, con sus cabellos, con su perfume” El Evangelio no dice cómo terminó la historia para este hombre, pero dice claramente cómo terminó para la mujer: “Tus pecados han quedado perdonados”. Una frase, esta, que escandaliza a los comensales…”
Terminemos con la oración colecta, pidiéndole a Dios todopoderoso que quienes desfallecemos a causa de nuestra debilidad, y con la oración del Padre Serra:
No soy digno de que entres en mi casa
Ni que te acerques a mi corazón
Soy un pobre pecador a quien le ciega la razón
Tan necesitado de tu amor que todo abrasa
No soy digno de tu mirada limpia y pura
No soy digno de tu caricia llena de dulzura
No soy digno de tu palabra hecha ternura
No soy digno de volar hasta tu divina altura
Nos recuperemos gracias a la pasión de tu Unigénito, con el Salmista. “El Señor es mi luz y mi salvación…La bondad del Señor espero ver en esta vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
Mes de Abril
Intención de oración universal
Recemos por laS adicciones
Recemos para que todas las personas bajo la influencia de las adicciones sean bien ayudadas y acompañadas.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Bibliografía:
- : https://youtu.be/Cy0vShB3tD
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