?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/HDLrmZqoTg8
- Ne 8, 1-4. 5-6. 8-12
- Sal 18
- Lc 10, 1-12
La lectura de este pasaje de Neemías, trae a nuestras mentes inmediatamente la celebración de la Eucaristía. Podemos ver, por un lado, el llanto que emerge del pueblo al comprender que no han vivido conforme a la Ley, pero al mismo tiempo el júbilo y la fiesta que emerge de la celebración de Dios. Nuestras Eucaristías repiten esta celebración, incluso la plenifican, pues no solo está presente la Palabra de Dios, sino que Dios mismo se hace presente en las especies Eucarísticas.
En su comentario, nos dice Fray Manuel Santos Sánchez O.P, que el pueblo judío, a través de Moisés, había sellado una alianza con Dios: “Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo”. Sabemos que el pueblo no fue siempre fiel a la alianza sellada. Se fue detrás de otros dioses. Y el pueblo judío sufrió el destierro a Babilonia.
El pasaje de hoy nos muestra la renovación de esa alianza del pueblo judío con Dios, estando ya de vuelta en Jerusalén, en el año 398 A.C., en la fiesta de los Tabernáculos. Esdras leyó ante el pueblo la ley que Dios dio a Moisés.
Leemos en el texto: ”Los levitas explicaron la ley al pueblo, que permanecía en pie. Leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.” Es, pues, importante que la Palabra de Dios toque nuestros corazones y confronte nuestra vida con el mensaje de Dios; no basta oírla sino que es necesario escucharla con el corazón. Al mismo tiempo nos recuerda que el domingo es un día consagrado a Dios, es el día de participar de la Asamblea Litúrgica y gozarnos en ella.
Pero es también el día para compartir con los demás nuestra alegría cristiana, especialmente con los de nuestra propia familia, como afirma otra frase de esta lectura: “Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Edras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea: «Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios.”. Es por eso importante que no permitamos que nuestro mundo dividido y activista nos separe de la comunidad eclesial y mucho menos de la vida familiar. Busquemos que, al menos el domingo, sea un día verdaderamente consagrado al Señor y vivido en familia, pues como nos dice el Salmista. “La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma.”
Y da la casualidad de que justo hoy, último día del mes dedicado a la Biblia, celebramos a San Jerónimo, cuya preocupación fue la comprensión de la Escritura por parte de todo pueblo. Realizó un trabajo increíble, al que le debemos muchísimo para la conservación y comprensión de la Revelación escrita: tradujo en el siglo IV al latín —la lengua oficial del imperio— los originales hebreo, arameo y griego (las tres lenguas en que fue escrita originalmente la Biblia a lo largo de los siglos).
Se denomina “Editio vulgata”, es decir, la “edición vulgar” o “para el pueblo”. De este modo, se pudo unificar una única traducción para toda la cristiandad, dado que con el paso de los siglos, la extensión de la Iglesia hacía evolucionar el texto a base de erratas o malas traducciones.
Hoy Jesús nos habla, en el evangelio, de la misión apostólica y nos explica el Rev. D. Ignasi NAVARRI i Benet, que como afirma San Juan Pablo II aunque «designó a otros setenta y dos, y los envió» (Lc 10,1), la proclamación del Evangelio es una tarea «que no podrá ser delegada a unos pocos “especialistas”», todos estamos llamados a esta tarea y todos nos hemos de sentir responsables de ella. Cada uno desde su lugar y condición. El día del Bautismo se nos dijo: «Eres Sacerdote, Profeta y Rey para la vida eterna». Hoy, más que nunca, nuestro mundo necesita del testimonio de los seguidores de Cristo.
«La mies es mucha, y los obreros pocos» (Lc 10,2): es interesante este sentido positivo de la misión, pues el texto no dice «hay mucho que sembrar y pocos obreros». Quizá hoy debiéramos hablar en estos términos, dado el gran desconocimiento de Jesucristo y de su Iglesia en nuestra sociedad. Una mirada esperanzada de la misión engendra optimismo e ilusión. No nos dejemos abatir por el pesimismo y por la desesperanza.
De entrada, la misión que nos espera es, a la vez, apasionante y difícil. El anuncio de la Verdad y de la Vida, nuestra misión, no puede ni ha de pretender forzar la adhesión, sino suscitar una libre adhesión. Las ideas se proponen, no se imponen, nos recuerda San Juan Pablo II.
«No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias…» (Lc 10,4): la única fuerza del misionero ha de ser Cristo. Y, para que Él llene toda su vida, es necesario que el evangelizador se vacíe totalmente de aquello que no es Cristo. La pobreza evangélica es el gran requisito y, a la vez, el testimonio más creíble que el apóstol puede dar, aparte de que sólo este desprendimiento nos puede hacer libres.
Así lo confirma también el Papa Francisco cuando nos explica: “Cuando envía a los setenta y dos discípulos, Jesús les da instrucciones precisas que expresan las características de la misión. La primera: recen; la segunda: vayan; y luego: no lleven bolsa o alforja …; digan: “Paz a esta casa” … permanezcan en esa casa … No vayan de casa en casa; curen a los enfermos y díganles: “El Reino e Dios está cerca de ustedes”; y, si no les recibieran, salgan a las plazas y despídanse (cf. vv. 2-10). Estos imperativos muestran que la misión se basa en la oración; que es itinerante: no está quieta, es itinerante; que requiere desapego y pobreza; que trae paz y sanación, signos de la cercanía del Reino de Dios; que no es proselitismo sino anuncio y testimonio; y que también ante el posible rechazo requiere la franqueza y la libertad para hacer notar la gran responsabilidad que implica haber rechazado el mensaje de salvación, pero sin condenas ni maldiciones.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.