?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Zac 8, 1-8
- Sal 102
- Lc 9, 46-50
La liturgia de hoy nos, presente a Zacarías, recordemos que este libro tiene una fuerte connotación mesiánica y por eso se lo considera apocalíptico y escatológico que fue escrito para dar esperanza al pueblo de Dios al revelar la divina liberación futura a través del Mesías.
En el texto de hoy, el profeta invita a retomar la confianza en el Dios que salva, en el Dios que hace prodigios insuperables e increíbles, en el Dios que ha hecho alianza con su pueblo para llevarlo a la felicidad y a la paz perfecta. Gran mensaje que aplica hoy para nuestra vida, para esa situación difícil que probablemente hoy nos quiere ahogar, desesperanzar. La palabra de Dios hoy nos recuerda que por más que esto nos parezca imposible, Dios lo realiza y lo realizará siempre en nuestra vida. El pasaje termina con la frase preferida de Dios en la cual recuerda cuál es nuestra relación con él: “Yo soy tu Dios y tú eres mi pueblo y yo seré su Dios en fidelidad y justicia” . Ojalá y que nunca olvides esto, que tú eres no sólo parte de su pueblo sino su hijo amado y que él es tu Dios al que puedes recurrir siempre con confianza.
El evangelio nos recuerda quién es el más importante para Dios, el más pequeño y nos pone de ejemplo a un niño, que ante los hombres de Israel, pertenecía a la categoría de los insignificantes.
“Jesús, nos dice el Papa Francisco, les enseña la verdadera actitud, la de los niños, la docilidad, la necesidad del consejo, la necesidad de la ayuda, porque el niño es, precisamente, el signo de la necesidad de ayuda, de docilidad para ir hacia adelante… Éste es el camino. No quien es más grande.
Los que se acercan a la actitud de un niño están más cerca de la contemplación del Padre porque escuchan con el corazón abierto y dócil al ángel custodio.”
Hoy, nos dice el padre Yepes en el audio, estamos llamados, siguiendo el ejemplo del Papa Francisco, a ser los más importantes, sirviendo a los más insignificantes en la tierra; a cambiar nuestra lógica personal, rompiendo con lo que la sociedad nos brinda como signos de “ser importantes” .
Mes de septiembre
Confesarse
/Confiésate y empieza de Nuevo. La confesión es un Sacramento de sanación ¿Por qué no lo aprovechas para un nuevo comienzo, dejando atrás los rencores y dolores del pasado?. La confesión de ta el impulso a una nueva vida, el Señor te lo ha regalado para que te acerques a Él limpio y renovado.p>
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.