?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/Qsk610yNeWQ
- 1 Jn 2, 12-17
- Sal 95
- Lc 2, 36-40
Dentro de los días de la octava de la Natividad del Señor, llegamos a este penúltimo día del año civil, invocando a Dios para que nos libere del yugo con el que nos domina la antigua servidumbre del pecado, nos comenta Fray Antonio Bueno Espinar OP. Constatación de una realidad que ha sido modificada por la encarnación del Verbo, su nacimiento en carne mortal, su muerte y resurrección, han abierto para la humanidad y la creación entera, un tiempo lleno de esperanza y por lo mismo de definitiva alegría.
Tomar en consideración las palabras de San Juan en su primera carta, es importante. En la nochebuena, escuchamos que la Gracia había aparecido en la tierra y cómo los ángeles comunicaban a los pastores lo ocurrido en Belén. Trajeron para todo el pueblo, para toda la humanidad una gran alegría. Jesús era la gracia y la causa de alegría desbordante. A ello nos remite Juan cuando dice: “Os escribo, hijos míos, porque se os han perdonado vuestros pecados por su nombre…” Esto es lo más significativo, porque toca lo más íntimo del ser humano. Renovado interiormente todo lo demás queda cambiado como nueva forma de ser. De ahí que la liturgia nos lleve a vivir la Natividad del Señor como algo actual, en sentido místico. El nuevo nacimiento remite a cómo el Señor se hace presente uniéndose a cada uno que le acoge. La consecuencia es la liberación que se actualiza cada día, destruyendo, en la medida que lo acogemos, la “antigua servidumbre del pecado.”
La alegría del nacimiento de Cristo tiene que ser una noticia de salvación para quienes se encuentran prisioneros por el pecado, la desesperación, la angustia, el temor y el miedo. De la misma manera que Ana, la profetisa, comenzó a hablar de Jesús, nosotros también debemos compartir con los demás la alegre noticia de que Jesús es una realidad en nuestra vida y en nuestro mundo; que él es la única oportunidad que tiene el hombre para ser feliz, pues solo en él está la vida, la paz y la perfecta armonía interior.
No podemos quedarnos con esta noticia solo para nosotros; quien ha conocido a Jesús, debe anunciarlo a los demás. Tú y yo somos los nuevos profetas de Cristo, no tengamos miedo ni vergüenza de hablar de Jesús a nuestros amigos y compañeros.
Nos decía el sacerdote Wilson Grajales, en la homilia, que hoy con la presencia de Ana, nombre hebreo que significa compasión, quien hace pública su profesión de fe, se corrobora la compasión del Señor para con la humanidad.
Y nos comenta el Papa Francisco que “Ana, a pesar de su avanzada edad, cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús. ¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda soledad, toda tristeza.
En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino.”
Será bueno preguntarse ¿desde qué ámbito me pronuncio yo y que trato de comunicar a los demás?
Palabra de Vida Mes de Diciembre
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.” ( Salmo 27 (26), 1) Recuerda Dios existe y me ama. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.