?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ef 2, 19-22
- Sal 116
- Jn 20, 24-29
Al celebrar la fiesta de los apóstoles, la liturgia nos invita a hacer un acto de fe en la conducción y la evangelización que realiza Jesús en su Iglesia, mediante los obispos, sucesores de los apóstoles.
Es por medio de ellos, como nos lo dice hoy este texto de san Pablo, que toda la Iglesia se va integrando para formar una construcción sólida. Jesús ha querido dejar a los obispos como un instrumento, a través de los cuales, continúa él mismo, por la acción del Espíritu Santo, conduciendo e instruyendo al Pueblo de Dios.
Esta comunión con nuestros obispos es la que asegura que formamos verdaderamente parte de la familia de Dios.
San Pablo, también nos recuerda que pertenecemos a una familia muy importante, pertenecemos, ni más ni menos, que a la familia de Dios. Dios es nuestro Padre, somos sus hijos y hermanos entre nosotros.
La bienaventuranza que hoy hemos leído en este pasaje del evangelio está dirigida a nosotros: a los que sin ver hemos creído.
Nos dice el Papa Francisco: …”Los discípulos habían abandonado al Señor en su Pasión y se sentían culpables. Pero al encontrarse con ellos, Jesús no dio un largo sermón. A ellos, que estaban heridos por dentro, les muestra sus propias heridas. Tomás puede ahora tocarlas y saber del amor de Jesús y cuánto había sufrido por él, aunque lo hubiera abandonado. En esas heridas, toca con sus manos la tierna cercanía de Dios. Tomás llegó tarde, pero una vez que recibió la misericordia, superó a los otros discípulos: no sólo creyó en la resurrección, sino en el amor ilimitado de Dios. Y hace la más simple y hermosa profesión de fe: “¡Señor mío y Dios mío!” (v. 28). Aquí está la resurrección del discípulo: se cumple cuando su frágil y herida humanidad entra en la de Jesús. Allí se resuelve toda duda; allí, Dios se convierte en mi Dios; allí, comenzamos a aceptarnos a nosotros mismos y a amar la vida tal como es.”
Queridos hermanos y hermanas, en el tiempO de prueba que s que venga en nuestra ayuda, que refuerce nuestra confianza en él y nos mostrará sus heridas para que podamos confesar con Santo Tomás: “¡Señor mío y Dios mío!”.
<
p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>
Palabra de Vida Mes de julio
«Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Mt12, 50
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.