?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Iss 11, 1-10
- Sal 71
- Lc 10, 21-24
Todo el mundo sabe que una de las características del tiempo de Adviento es la espera del Mesías y la súplica insistente por su venida, por eso iniciemos esta meditación con el Salmo y pidamos, “Ven Señor, Rey de paz y de justicia.
El elemento central que nos presenta la primera lectura que, de hecho es el que domina toda la escena, es la acción del Espíritu de Dios, el cual dirige toda la nueva realidad mesiánica. Es por medio de la acción poderosa de Dios que se puede vivir una realidad diferente en la vida del hombre.
Es esencialmente un sólo Espíritu que se manifiesta de diferentes maneras en la vida de aquellos que lo reciben y que lo dejan actuar con libertad en su propia vida. Si nuestro mundo vive aún bajo el régimen de la injusticia, de la violencia, del egoísmo, es porque muchos de aquellos que desde el bautismo hemos recibido este Espíritu, no lo dejamos obrar con libertad, y preferimos continuar viviendo de acuerdo a nuestros criterios y deseos.
Y el Papa Francisco, nos complementa esta idea central que comentamos del texto de Isaías, pues nos indica: “Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo, dirigiéndose al Padre y glorificándolo. Este momento de profunda alegría brota del amor profundo de Jesús en cuanto Hijo hacia su Padre, Señor del cielo y de la tierra, el cual ha ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las ha revelado a los pequeños.
Tres enseñanzas, nos dice el padre Yepes en el audio , nos deja este mensaje: las grandes alegrías son interiores; igual que Jesus debemos estar siempre agradecidos con nuestro Padre, Señor del cielo y la tierra que, a pesar de nuestra pequeñez nos ha dado a conocer su sabiduría. Y finalmente, sentirnos bienaventurados por saber por fe que El nos habla y podemos escucharlo con el corazón.
Mes de diciembre
Servir, servir y servir
/Mantén vivo siempre en tus pensamientos la idea de que eres un servidor de los demás. Sirviendo a los demás con amor y alegría consolidas y aumentas la virtud de la Humildad. Recuerda que Dios “miró la pequeñez de su esclava” y “enaltece a los humildes de corazón”
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.