https://youtu.be/A11PChUglCE
- Flp 1, 18-26
- Sal 41
- Lc 14. 1. 7-11
La liturgia de hoy nos exhorta a ser humildes, prudentes e inclusivos, a pensar en el otro y vivir la experiencia del Amor.
San Pablo nos habla de su alegría de vivir para Cristo y servirle ayudando a los demás para que progresen en la fe, para ello nos muestra la importancia de aceptar la necesidad de la oración de los demás y la ayuda del Espíritu Santo.
Mi vida es Cristo; nos dice, y es, esta carta, como un canto alegre y una invitación a centrar nuestra vida en Cristo; invitación a vivir el Evangelio, la fe y el amor fraterno como pueblo de Dios que se apoya en la comunidad creyente y en la fuerza del Espíritu. Es deseo e invitación a crecer en confianza en el proyecto de Dios, que es proyecto de vida y salvación en Cristo.
En este pasaje, Pablo en la cárcel, sin embargo, no le importa muerte o vida, le importa que se anuncie a Cristo.
Una gran invitación para nosotros los cristianos que al igual que él, hemos sido llamados a la evangelización. Misión que a veces no es fácil, pero si tenemos la certeza de que contamos con el apoyo de la oración de la Iglesia y la dirección del Espíritu Santo, podremos seguirlo haciendo.
Y el requisito para esto nos lo dice Jesús en el evangelio: “El que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Entonces, humillarse, primero. Ser enaltecido, después. Y ¿Cómo se puede dar esta paradoja?, podríamos preguntarnos. Y en este texto tenemos la respuesta. Porque es Jesús quien enaltece al humillado, al derramar sobre él el Espíritu Santo. Nada tiene más valor en la vida que ser de Jesús, y con él, gozar del don de su Espíritu. Ese es nuestro tesoro, eso, sólo eso, nos enaltece, nos hace insospechadamente capaces y resueltos, no por nuestros méritos, sino por pura gracia. Pero hace falta una condición: humillarnos, ser humildes…
Así lo explica el Papa Francisco: “Algunos pueden pensar que ser humilde es ser educado, cortés, cerrar los ojos cuando se reza… No, ser humilde no es eso. Entonces, ¿cómo puedo saber si soy humilde? Hay una señal: aceptar la humillación. La humildad sin humillación no es humildad. Humilde es aquel hombre, aquella mujer, que es capaz de soportar las humillaciones como las ha soportado Jesús, el humillado, el gran humillado.
Cada cristiano es como un pequeño brote donde se posará el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conciencia y de temor del Señor. Esos son los dones del Espíritu Santo. De la pequeñez se crece a la plenitud del Espíritu. Esta es la promesa, este es el Reino de Dios. Esta es la vida del cristiano. Debemos ser conscientes de que cada uno de nosotros es un brote de aquella raíz que debe crecer, crecer con la fuerza del Espíritu Santo, hasta la plenitud del Espíritu Santo en nosotros.
¿Y cuál sería la misión del cristiano? Simplemente custodiar ese brote que crece en nosotros, custodiar su crecimiento, custodiar el Espíritu. El estilo de vida del cristiano es un estilo como el de Jesús, sustentado en la humildad. Hace falta fe y humildad para que crezca ese brote, ese don pequeño que llegará a la plenitud de los dones del Espíritu Santo. Necesitamos humildad para creer que el Padre, Señor del Cielo y de la Tierra ha ocultado estas cosas a los sabios, a los doctores y se las ha revelado a los humildes.
Por eso con el Salmista digámosle al Señor: “Mi alma te busca a Tí” y con la Oración Colecta rotémosle para que aumente nuestra fe, esperanza y caridad, y para que podamos alcanzar lo que nos promete, nos conceda amar lo que nos manda.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/10/29/jesus-enaltece-sabado-29-de-octubre-de-2022/
Palabra de Vida Mes de Octubre 2022
“Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».2 Tim 1,7 https://ciudadnueva.com.ar/octubre-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.