https://youtu.be/RAxHhStV6rc
- Gen 15, 1-8. 17-18
- Sal 104
- Mt 7, 15-20
El Señor nos cuestiona hoy sobre los frutos que estamos dando. Y nos alerta de los falsos profetas. Sabemos que hombres como Abram, han sido personas que nos han mostrado el camino para dar buen fruto.
Fue un fiel seguidor de los designios del Señor y por eso el Señor hizo con el una Alianza en donde le prometió una descendencia tan grande como el cielo y tan numerosa como las estrellas y Abram confió aunque no sabía como se cumpliría, pero si sabía que, como nos dice el salmista, “el Señor nunca olvida sus promesas”
Dios, también se ha comprometido en alianza con nosotros por medio de nuestro bautismo, de manera que sus palabras son verdaderas y llegarán a cumplirse en su momento. Nos pide ahora que, como Abraham, le creamos, aun si las cosas no han sido en tu vida como lo esperabas, si la paz y la alegría no son una realidad en tu vida en este momento. Dios no está jugando con tu vida pues sobre todo, te ama. Ten fe, la alianza sellada con la Sangre de Cristo es aún más poderosa y eficaz que la del Antiguo Testamento. Recuerda, entonces las palabras de Jesús: Si crees verás cosas maravillosas.
“Cuidado con los falsos profetas”. Cuando veo reclamos publicitarios del tipo: “Sé tú mismo”, “Piensa en libertad”… y, a continuación, aparece una prenda de vestir, una colonia o un automóvil, me pregunto por qué tendrán tanto éxito esas campañas de publicidad. Y es que una de nuestras grandes debilidades es la vanidad, y el pensar que somos autónomos en todo. Y la sociedad del bienestar (tan pregonada por nuestros políticos), es una invitación sutil a vivir en la más absurda de las sumisiones.
Somos capaces de autoerigirnos en dueños de nuestro destino frente a una recomendación del Papa (acusándole de atropellar nuestras libertades) y, en cambio, comportarnos como “corderitos” comprensivos ante un anuncio que habla de la necesidad de usar preservativos. Pero el juego al que se nos somete es tan antiguo como la historia de la humanidad. No se trata de echar la culpa a “lo mal que va la sociedad”, sino lo “tontos” que somos, en ocasiones, por dejarnos engañar en cuestiones que perjudicarán a mi matrimonio, mi familia, mi sacerdocio, mi noviazgo, mis amigos, mi trabajo… Nunca podemos confundir la fuente con un poco de agua encharcada, aunque brille a la luz del sol.
El Papa Francisco los define como ‘encantadores de serpientes’”, que “se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las personas y llevarlas adonde ellos quieren”. De ahí su exclamación ante los tantos hijos de Dios que “se dejan fascinar por las lisonjas de un placer momentáneo, al que se lo confunde con la felicidad”. O acerca de cuántos hombres y mujeres que “viven como encantados por la ilusión del dinero, que los hace en realidad esclavos del lucro o de intereses mezquinos”; sin olvidar a quienes “viven pensando que se bastan a sí mismos y caen presa de la soledad”.
También se refiere a esos otros falsos profetas que denomina “charlatanes”, que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para los sufrimientos, remedios que sin embargo resultan ser completamente inútiles.
Se trata de “estafadores” que no sólo ofrecen cosas sin valor, sino que quitan lo más valioso, es decir “la dignidad, la libertad y la capacidad de amar”. Sí porque como nos dice, “es el engaño de la vanidad”, lo que lleva a “pavonearse” hasta caer en lo ridículo. De manera que no es una sorpresa, puesto que “desde siempre el demonio, que es ‘mentiroso y padre de la mentira’, presenta el mal como bien y lo falso como verdadero, para confundir el corazón del hombre”.
“Por sus frutos los conoceréis”. Los frutos, es decir, lo que emerge naturalmente de la persona en situaciones cotidianas, manifiestan en realidad lo que se es. Si somos cristianos, esto se debe notar en nuestra manera de vestir, de hablar, de reaccionar y, sobre todo, de amar y servir.
Cuando se corre el riesgo de un peligro, casi siempre encontramos algún letrero de advertencia o alguien que nos avise. Jesús nos quiere hacer con su palabra una advertencia y una guía para el camino seguro.
La advertencia es contra los falsos profetas. La guía que el Señor nos propone para el camino seguro es buscar dar buen fruto.
Meditemos: ¿Qué clase de fruto estoy dando? Si mi árbol está un poco seco, quizás sea tiempo de echar raíces más profundas y regarlo. Si mi árbol está verde y frondoso, quizás el Señor lo pode un poco para que dé más fruto. Lo que sí tenemos por seguro es que Cristo nos da la lluvia a todos por igual porque «por sus frutos los conoceréis».
Si nuestra vida y obras no trasmiten amor, alegría, esperanza y mayor Vida a nuestro alrededor, no estamos dando los frutos que corresponden al árbol. No siempre es fácil, con frecuencia hemos de empezar cada día. Pero sabemos de “Quién nos hemos fiado”.
Nuestro trato diario con las personas con las que convivimos, debe estar impregnado del “buen aroma de Cristo”; nuestra solicitud para ayudar a los necesitados, debe ser movida, no por intereses personales, sino por compasión, como quien ve en el hermano necesitado, al mismo Jesús que dijo: “Cuando lo hiciste por uno de mis hermanos lo hiciste por mí”; nuestra apariencia diaria debe manifestar que somos templo del Espíritu. Si verdaderamente eres discípulo de Jesús, deja que él se transparente en tu vida siendo congruente entre lo que crees y lo que vives.
Veamos los frutos de María, nuestra madre, que viene perpetuamente en nuestro socorro. El fruto de su vientre es el mismo Jesús. El es el único capaz de colmar cualquier dicha nuestra. Sabemos que la cruz nos acompaña todos los días, y en el momento más inesperado. Pero en el árbol en el que fue crucificado su Hijo afloran los frutos más sabrosos. Con su ayuda subiremos a ese madero y “robaremos” uno para nuestro corazón.
Confiados en que Dios siempre cumple sus promesas, digámosle con la Oración de los fieles: Que nuestra fe en ti, se fortalezca, Señor. Y a San Irineo, Obispo y mártir a quien hoy recordamos pidámosle que por su intercesión y renovados en la fe y en la caridad, nos esforcemos siempre en fomentar la unidad y la concordia.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/78915/por-sus-frutos-los-conoceran.html#modal
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/06/28/cuestion-de-ser-libres-2/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-02/papa-francisco-mensaje-cuaresma-.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=28-06-2023
Palabra de Vida Mes de Junio 2023
“Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes.” (2 Corintios 13, 11) https://ciudadnueva.com.ar/junio-2023/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.