?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ez 34, 11-16
- Sal 22
- Rom 5, 5-11
- Lc 15, 3-17
En el marco de esta festividad, iniciemos nuestra meditación diciendo: Sagrado Corazón de Jesus en vos confío porque sé que me amas. Y es que esta celebración nos invita a sumergirnos en uno de,los misterios del Señor, su amor por la humanidad. Celebrar al Corazón de Jesus, nos lleva a descubrir,la,grandeza del misterio de Dios que no sabe sino amar, y por amor a los hombres entregó a su único Hijo, para que muestre por la salvación sea la llave al mismo Corazón de Dios.
Estamos pues, gozosos de honrar el Corazón del amado Hijo de Dios, y de recordar la grandeza de los beneficios de su amor, pues en El toda la Iglesia celebra la Misericordia de Dios para los hombres.
El Papa Francisco, destacó que “la piedad popular valoriza mucho los símbolos, y el Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios; pero no es un símbolo imaginario, es un símbolo real, que representa el centro, la fuente de la que ha brotado la salvación para la entera humanidad”.
La liturgia de este día quiere hacernos reflexionar sobre este amor del Señor. Dios, por medio de Ezequiel, les recrimina a los malos pastores de Israel, su actitud y les advierte que Él mismo se hará cargo de su rebaño, que los conducirá a mejores pastizales para que se alimenten y hacia fuentes tranquilas, donde podrán beber y reposar; que buscará a las ovejas dispersas y las llevará a fértiles dehesas y allí las apacentará; se afanará en buscar a la oveja perdida y buscará sin cesar a la descarriada, que vendará sus heridas, curará a las enfermas y que, tanto unas como otras, las sanas, las apacentará adecuadamente.
El Señor se entrega a fondo para cuidar a todas las ovejas de su rebaño, sean buenas o malas, sanas o enfermas, todas son merecedoras de su cariño.
Como nos dice el salmo 22: “El Señor es mi pastor, nada me falta, en verdes praderas me hace recostar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”.
San Pablo en su carta a los Romanos, nos refiere cuán grande es el amor que Dios nos tiene que, no solo nos ha dado el Espíritu Santo, sino que permitió que Cristo, su Hijo, se entregara a la muerte para la remisión de nuestros pecados, consiguiendo reconciliarnos con el Padre y, por lo tanto, abriéndonos su corazón para que encontremos refugio ante todos los males.
“¡Felicitadme! He encontrado la oveja que se me había perdido”, nos dice el evangelio y la elección que ello conlleva para nosotros hoy es grandiosa. Muchos de nosotros, ante cualquier problema, intentamos solucionarlo pero si nos cuesta, pronto tiramos la toalla y nos damos por vencidos, no teniendo constancia ante las adversidades, haciendo como el pastor irresponsable que, cuando la busca un rato y no la encuentra, desiste y se justifica diciendo “peor para ella”, “ella se lo pierde”, dejándose llevar por el desánimo y la inconstancia en su búsqueda.
Cristo no es así, Él no se deja llevar por el desánimo ante nuestro desinterés, insiste y siempre intenta salirnos al encuentro, para que recapacitemos y nos reconciliemos con Dios, por eso hay más alegría en el Cielo por un pecador que se convierta que por muchos justos que ya no precisan convertirse, aunque, por supuesto, Dios se alegra siempre de la perseverancia de los justos.
Mes de junio
Sirve a los demás como a ti mismo
Conviértete en un mayordomo de tu propia vida. Trátate con cariño, eres un hijo de Dios. Alimenta tu alma y espíritu con cosas sanas y sírvete del mejor plato: el Amor de Dios.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.