https://youtu.be/Fg2yKwf-Dpc
- Is 2, 1-5
- Sal 121
- Rom 13, 11-14
- Mt 24,37-44
Hoy empieza la liturgia de Adviento. Un tiempo que, con su invocación ¡Ven, Señor!, acentúa el sentido de cada domingo, porque cada domingo es una celebración de la venida de Jesús, recordamos la Pascua del amor entregado de Cristo, el Señor nos invita a sentarnos a su mesa, y a la vez nos anticipa las primicias de la mesa del Reino.
El Adviento, el tiempo de la esperanza, se caracteriza no por el aburrimiento, esperar es siempre algo tedioso que nos atrae muy poco, sino por el movimiento. El profeta Isaías nos lo manifiesta en la visión del Señor que reúne a todos los pueblos en la paz eterna del Reino de Dios. Habla de la esperanza de tiempos nuevos y mejores, entreviéndola en medio de la turbulencia política, económica, social y religiosa que le tocó vivir. Dios no falla, es fiel en su amor y hace posible la vida humana en medio de todas las dificultades.
La misma Navidad es tiempo de movimiento, la mayoría de los Villancicos ponen esto de manifiesto, la necesidad de moverse hacia Dios, de ponerse en camino, de acercarse al pesebre. Y es que como nos indica la segunda lectura, es ´spoca de adherirse a Dios, lo que conlleva fuertes luchas internas y externas que solo podrán vencerse estando muy unidos al Señor
Y es que a Dios no se le puede conocer sentado en la comodidad de la mediocridad, a Dios sólo se le encuentra en movimiento, porque Él mismo esta siempre en movimiento, o acaso Jesús estableció una escuela en Nazaret y la gente tenía que ir a verle allí, de eso nada, todo lo contrario, Jesús vivió como predicador itinerante, saliendo al encuentro de cada oveja perdida.
Así que ánimo, pongámonos en camino a Belén. Pero no podemos andar como andan nuestros contemporáneos (a veces yo también actúo así), con los cascos puestos, mirando al móvil, absortos en nuestro mundo, sin ver lo que nos rodea, sin ver a los prójimos, sin ver los peligros del camino, o lo que es peor, sin disfrutar del gozo de andar, de la belleza de lo vivido, de la exuberancia de lo que nos regala el Señor en los hermanos, en la creación, en la vida misma.
Por eso la constante invitación a permanecer alerta en este tiempo, porque tantas veces Dios quiere hacerse el encontradizo con nosotros y tantas veces pasa desapercibido a nuestro lado, que confundimos el camino a Belén con cualquier callejón sin salida.
Nos explica el Papa Francisco que en el evangelio, “Jesús nos recuerda hoy que la espera de la beatitud eterna no nos dispensa del compromiso de hacer más justo y más habitable el mundo. Es más, justamente nuestra esperanza de poseer el Reino en la eternidad nos impulsa a trabajar para mejorar las condiciones de la vida terrena, especialmente de los hermanos más débiles.
Que la Virgen María nos ayude a no ser personas y comunidades resignadas con el presente, o peor aún, nostálgicas del pasado, sino orientadas hacia el futuro de Dios, hacia el encuentro con Él, nuestra vida y nuestra esperanza.»
“Sólo quien está despierto no será tomado por sorpresa» (Benedicto XVI). Debemos estar preparados con el amor encendido en el corazón, como la antorcha de las vírgenes prudentes. Se trata precisamente de eso: llegará el momento en que se oirá: «¡Ya está aquí el esposo!» (Mt 25,6), ¡Jesucristo!
Su llegada es siempre motivo de gozo para quien lleva la antorcha prendida en el corazón. Su venida es algo así como la del padre de familia que vive en un país lejano y escribe a los suyos: —Cuando menos lo esperen, les caigo. Desde aquel día todo es alegría en el hogar: ¡Papá viene! Nuestro modelo, los Santos, vivieron así, “en la espera del Señor”.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor, como nos indica el Salmista y con la Oración Colecta pidámosle al Señor, el deseo de salir a su encuentro, que viene a nosotros, para que mediante la práctica de buenas obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino celestial.
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2022
“Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.” (Mateo 5, 7) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.