?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/i-vhM0Ppad4
- Hch 6, 8-10.; 7, 54-59
- Sal 30
- Mt 10, 17-22
Después de celebrar la Navidad, la Iglesia nos presenta al primer mártir de la Iglesia, el primero que dio su vida por el Niño que acaba de nacer. Con ello nos recuerda que la cruz está siempre muy cerca de Jesús y de los suyos.
Esteban es un hombre lleno de gracia y de Espíritu Santo. Diácono, servidor de sus hermanos y testigo de Cristo resucitado mediante la proclamación de la Palabra por la que pone su vida al servicio de Jesucristo. Y por esta Palabra, por proclamar la verdad, se convierte en testigo fiel hasta la muerte.
En el relato de Lucas vemos el claro paralelismo que hay entre el martirio de Esteban y la muerte de Jesús. San Esteban no sólo muere por Cristo, sino que muere como Él, con Él. Muere, como Jesús, perdonando a sus verdugos, y poniendo toda su confianza en el Señor: “Señor, recibe mi espíritu”. Así nos comenta Sor Cristina Tobaruela O. P., la primera lectura de hoy.
Decía el Padre De Lubac: “Si la vida del cristiano transcurre sin persecución, es porque en ella no está presente la vida de su Maestro; el cristiano siempre será un hombre contestado”. Si bien es cierto que no todo el tiempo la Iglesia, incluso el mismo Maestro, fue perseguido, sí debemos reconocer que la persecución en todos los tiempos ha sido el signo infalible de la autenticidad de la vida evangélica, es de alguna manera la firma que Dios pone en el cristiano. Esto es lógico, pues los criterios del Evangelio se oponen en muchas ocasiones a los del mundo. Vivir de acuerdo con el Evangelio nos pondrá, tarde o temprano, en contraposición con los criterios egoístas y utilitarios del mundo, porque el hombre fácilmente ve en el otro alguien a quien usar, alguien de quien obtener un beneficio, alguien que nos puede ser de ayuda en algo concreto. El cristiano no puede acercarse al prójimo sino con la actitud del hermano que vela por el bien de alguien importante y querido. Es bonito celebrar la Natividad, día de gozo y alegría, sin embargo, no debemos perder de vista que al final del camino estará la cruz, que termina purificando nuestras intenciones, nuestros criterios y nuestros valores y que nos pone siempre a disposición de los demás del mismo modo que Jesús estuvo para los demás.
Afirmaba el Papa Francisco en el Angelus de hoy, “Hoy vemos al testigo de Jesús, san Esteban, que brilla en las tinieblas. Fue acusado falsamente y lapidado brutalmente, pero en las tinieblas del odio hace brillar la luz de Jesús: reza por los que le están matando y los perdona… Mostrando este ejemplo, Francisco hoy invita a ser testigos de Cristo y nos dice la clave para serlo: “Imitando a Jesús” y “tomando la luz de Jesús”…
El Papa ha recordado la Palabra del día para responder a estas preguntas: “Entre aquellos por los que Esteban rezaba y a los que perdonaban había, dice el texto, «un joven, llamado Saulo» que «aprobaba su muerte». Poco después, por la gracia de Dios, Saulo se convierte y deviene Pablo, el más grande misionero de la historia. Pablo nace por la gracia de Dios, pero a través del perdón de Esteban. Esta es la semilla de su conversión”. “Es una prueba – puntualiza – de que los gestos de amor cambian la historia: incluso los pequeños, ocultos, cotidianos. Porque Dios guía la historia a través del humilde valor de quien reza, ama y perdona”.
Esplica que el Señor “quiere que hagamos de la vida una obra extraordinaria a través de los gestos de todos los días”. Además, recuerda que estamos llamados a ser testigos de Jesús “en el lugar donde vivimos, en familia, en el trabajo, en todas partes”, pero ¿cómo? “aunque solo sea regalando la luz de una sonrisa y huyendo de las sombras de las habladurías y los chismes” dice el Papa y subraya: “si vemos algo que no va bien, en lugar de criticar, chismorrear y quejarnos, recemos por quienes se equivocaron y por esa difícil situación. Y cuando surja una discusión en casa, en lugar de intentar prevalecer, intentemos resolver; y empezar de nuevo cada vez, perdonando a los que nos han ofendido”.
No nos olvidemos que San Esteban, mientras recibía las piedras del odio, devolvía palabras de perdón. “Así cambió la historia” asegura el Papa.
Por último, destaca su invitación a rezar hoy por los que sufren persecución por el nombre de Jesús: “Lamentablemente son muchos. Encomendamos a la Virgen estos hermanos y hermanas nuestros, que responden a la opresión con mansedumbre y, como verdaderos testigos de Jesús, vencen el mal con el bien”.
Hoy pues, se nos invita a señir nosotros nuestros corazones con valentía y alegria, como nos dice el audio, y ser perseverantes en la misión que se nos ha encomendado, no importa las dificultades que tengamos y así, como San Esteban, demos testimonio real del Amor que profesamos por Cristo.
Palabra de Vida Mes de Diciembre
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.” ( Salmo 27 (26), 1) Recuerda Dios existe y me ama. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.