?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/yRUIR3BYV8k
- 1 Tes 3, 7-13
- Sal 89
- Mt 24, 42-51
San Pablo, el el bellísimo texto de la primera lectura de hoy, dirigiéndose a los cristianos de Tesalónica, nos comenta Fray Manuel Santos Sánchez, les recuerda que en su vida ha habido momentos duros, “aprietos y luchas”, pero también ha vivido momentos de alegría. Los más intensos de estos últimos siempre tienen la misma fuente, cuando sus oyentes, aceptan al Cristo que él siempre predica. Es lo que experimenta con ellos, “ahora respiramos, sabiendo que os mantenéis firmes en el Señor”.
Quiere ir a verlos de nuevo, justamente para seguir hablándoles de Cristo, para fortalecer su fe, para “remediar las deficiencias de vuestra fe”. Puestos a pedir algo a Dios para ellos, pide, cómo no, una alta dosis de amor, “que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos”.
Bien sabe San Pablo que el amor, vivir amando, es el único camino para llegar a gozar después de nuestra muerte de la vida de total felicidad, prometida por el mismo Jesús y así poder presentarse ante Dios, nuestro Padre “santos e irreprensibles”
“Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa”, nos dice el texto del evangelio de hoy. Antes esto debemos saber que Dios comprende nuestras equivocaciones, y seguramente se ría mucho de ellas. Jesucristo no vino a librarnos de nuestras equivocaciones, cuenta con que no somos perfectos, pero sí nos avisa que el pecado no es una equivocación, es dejar entrar al ladrón, ser negligente y alejarse de la gracia que Dios nos da, haciéndonos dioses en lugar de Dios. Si algo se aprende en el confesionario es que el demonio es un ladrón, que quita y nunca da. Nos quita la alegría, nos roba la caridad, se lleva nuestra esperanza, hace flaquear nuestra fe, nos distancia de los demás y en vez de tratarlos como hermanos los tratamos como cosas. El Señor nos avisa…, y aún así muchas veces le damos al diablo la maza para que abra un agujero en nuestra alma.
Nos explica el Papa Francisco; “La práctica del examen de conciencia … es un ejercicio importante, una verdadera gracia que puede ayudarnos a ser buenos custodios. Jesús nos recuerda que los demonios vuelven, siempre. Incluso al final de la vida. Y para que los demonios no entren en nuestro corazón debemos saber vigilar y guardar silencio ante nosotros mismos y ante Dios. Y en silencio hacernos diariamente las preguntas: ¿Qué ha pasado hoy? ¿Qué cosas han movido mi corazón?. ¿Ha entrado en mi casa alguien que no conozco? ¿Dejé la llave en un lugar seguro?. Esto nos ayudará a defendernos de muchas maldades que podríamos hacer si dejáramos entrar estos demonios que son tan astutos, y que son capaces de engañarnos a todos”
El criado fiel y prudente que se encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas es el que cuida sus ratos de oración para que Dios pueda ir sembrando su Gracia en él. El que cuida la caridad, el cariño, con los otros y no lo deja para mañana. El que cuida la Comunión y la Confesión frecuente para que “el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.” No tengamos miedo a equivocarnos -que eso muchas veces frena la caridad-, pero si tengamos miedo a no ser fieles y prudentes, estando muy cerca de Dios y no dejando que “el diablo ronde como león rugiente buscando a quien devorar.” Las equivocaciones muchas veces las usará Dios para hacer el bien, dejar entrar el pecado sólo nos lleva al llanto y rechinar de dientes.
Cada día, cada hora, en cada instante, afirma el Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas, el Señor está cerca de nuestra vida. A través de inspiraciones internas, a través de las personas que nos rodean, de los hechos que se van sucediendo, el Señor llama a nuestra puerta y, como dice el Apocalipsis: «Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20). Hoy, si comulgamos, esto volverá a pasar. Hoy, si escuchamos pacientemente los problemas que otro nos confía o damos generosamente nuestro dinero para socorrer una necesidad, esto volverá a pasar. Hoy, si en nuestra oración personal recibimos —repentinamente— una inspiración inesperada, esto volverá a pasar.
Por eso con el Salmista digámosle hoy al Señor: “…sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos…”
Palabra de Vida Mes de Agosto 2021
“El que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.” (Mateo 18, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.