?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/xIYxFIfpySc
- Gen 17, 1. 9-10. 15-22
- Sal 127
- Mt 8, 1-4
La primera lectura nos invita a reconocer qué tan poderoso creemos que es Dios. Para Abraham, el hombre de fe, Dios es el Todopoderoso, capaz de darle un hijo a los 99 años y más aún, con una esposa que es estéril. Cuando el hombre da el paso de fe y se aventura a creer en el Dios que es capaz de realizar lo imposible, es cuando toda la existencia comienza a tener otra perspectiva; empieza a comprender, como lo dice el salmista, que “si Dios no construye la casa, en vano trabajan los constructores”.
Cierto, Abraham se esfuerza en hacer la voluntad de Dios y en cumplir su alianza de amor, sellada con la sangre de Cristo, pero deposita toda su confianza en Aquel que puede hacer lo que para él parece imposible.
Esta es la gran enseñanza para nuestra vida; en algún momento de nuestra vida y a veces, incluso, por períodos largos, pasamos por situaciones muy difíciles (pérdida del trabajo, de la salud, problemas con la familia), y es precisamente ahí donde la fe es el baluarte que mantendrá nuestra estabilidad y la paz interior. Cuando pases por estos períodos, solo recuerda que nuestro Dios es el Dios que salva, para quien nada, absolutamente nada, es imposible.
El evangelio nos narra la curación del leproso, cabe destacar que en ese tiempo, esas curación son especialmente significativas. La idea que se tenía de su enfermedad (y en general de las afecciones contagiosas de la piel) hacía de estos pobres desgraciados verdaderos cadáveres andantes y su eventual curación era como si los muertos volvieran a la vida. La lepra tenía significación religiosa y social. La diagnosticaban los sacerdotes y sólo ellos podían verificar su curación. Excluidos de todo intercambio social, obligados a vivir a la intemperie fuera de los poblados, no podían asistir a los actos religiosos de su comunidad, eran vistos como heridos por Dios e impuros, y nadie podía acercárseles y, menos aún, tocarlos porque transmitían su impureza. De todas estas maldiciones quedaban libres si se curaban, pero los sacerdotes tenían que autorizar su readmisión en la vida social.
No explica el Papa Francisco: “A nosotros, hoy, el Evangelio de la curación del leproso nos dice que si queremos ser auténticos discípulos de Jesús estamos llamados a llegar a ser, unidos a Él, instrumentos de su amor misericordioso, superando todo tipo de marginación. Para ser «imitadores de Cristo» (cf. 1 Cor 11, 1) ante un pobre o un enfermo, no tenemos que tener miedo de mirarlo a los ojos y de acercarnos con ternura y compasión, y de tocarlo y abrazarlo. He pedido a menudo a las personas que ayudan a los demás, continua el Pontífice, que lo hagan mirándolos a los ojos, que no tengan miedo de tocarlos; que el gesto de ayuda sea también un gesto de comunicación: también nosotros tenemos necesidad de ser acogidos por ellos. Un gesto de ternura, un gesto de compasión… Pero yo os pregunto: vosotros, ¿cuándo ayudáis a los demás, los miráis a los ojos? ¿Los acogéis sin miedo de tocarlos? ¿Los acogéis con ternura? Pensad en esto: ¿cómo ayudáis? A distancia, ¿o con ternura, con cercanía? Si el mal es contagioso, lo es también el bien. Por lo tanto, es necesario que el bien abunde en nosotros, cada vez más. Dejémonos contagiar por el bien y contagiemos el bien.
Palabra de Vida Mes de Junio 2021
““No son los que me dicen: ‘Señor, Señor’, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 7, 21) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.