Tiempo de Navidad.
- Is 52, 7-10
- Sal 97
- Heb 1, 1-6
- Jn 1, 1-18
Anoche con la Nochebuena iniciamos la Navidad, tiempo de celebración del nacimiento de Jesús, que abarca desde la Nochebuena del 24 de diciembre hasta la fiesta del Bautismo del Señor, el 9 de enero.
Hoy, nos comenta el Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero, los cristianos estamos llenos de alegría, y con razón. Como afirma san León Magno: «Hoy no sienta bien que haya lugar para la tristeza en el momento en que ha nacido la vida». Pero no podemos olvidar que este nacimiento nos pide un compromiso: vivir la Navidad del modo más parecido posible a como lo vivió la Sagrada Familia. Es decir, sin ostentaciones, sin gastos innecesarios, sin lanzar la casa por la ventana. Celebrar y hacer fiesta es compatible con austeridad e, incluso, con la pobreza.
Por otro lado, si nosotros durante estos días no tenemos verdaderos sentimientos de solidaridad hacia los rechazados, forasteros, sin techo, es que en el fondo somos como los habitantes de Belén: no acogemos a nuestro Niño Jesús.
Nos explica el Papa Francisco: “En este mundo, en esta humanidad hoy ha nacido el Salvador, Cristo el Señor. No pasemos de largo ante el Niño de Belén. Tenemos miedo de esto, no tengamos miedo que nuestro corazón se conmueva.
Dejemos que nuestro corazón se conmueva, se enardezca con la ternura de Dios; necesitamos sus caricias. Las caricias de Dios no producen heridas, las caricias de Dios nos dan paz y fuerza, necesitamos las caricias de Dios.
El amor de Dios es grande; a Él la gloria por los siglos. Dios es nuestra paz: pidámosle que nos ayude a construirla cada día, en nuestra vida, en nuestras familias, en nuestras ciudades y naciones, en el mundo entero. Dejémonos conmover por la bondad de Dios.»
La liturgia de nos muestra al Hijo Unigénito, ese para el que nos hemos preparado en el Adviento. Las lecturas nos expondrán que lo humano es el lugar en donde Dios se manifiesta, como lo vemos en el Evangelio. Y en la primera lectura, el Profeta anuncia a los deportados en Babilonia la llegada de un mensajero que corre a proclamar la liberación del pueblo y la reconstrucción de Jerusalén y nos invita a exclamar nuestro alegría como lo hizo el pueblo porque el Señor, nuestro Dios Rey, hoy celebramos como El nos ha manifestado la liberación en nuestra historia personal.
El salmo no insta a proclamar como “la tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios” y con ello a que sepamos acoger con profunda confianza y generosa gratitud la propuesta de salvación que hoy se manifiesta en nuestra vida con el cumplimiento del Señor al enviarnos a su Hijo para nuestra salvación.
La segunda, nos lleva a reflexionar en este gran Misterio del Hijo de Dios, quien en su carne, nos releva la grandeza de su humanidad llamada a participar de su misma gloria.
Y nos explica el sacerdote Juan Pablo Menéndez que el prólogo del evangelio de San Juan que hemos leído hoy, nos indica que el Hijo de Dios ha sido generado en el seno del Padre, fuera del tiempo, desde toda la eternidad.
En Él Dios nos reconcilió consigo y con nosotros y nos liberó de la esclavitud del diablo y del pecado, por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apóstol: El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gal 2,20)” (Gaudium et Spes, n. 22).
Este es el misterio que San Juan quiso transmitirnos. Sabiendo que me amó con corazón de hombre y se entregó a sí mismo por mí, ahora me toca a mí transmitirlo a los demás.
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.