?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/4lR-_gF5DUA
- Ageo 1, 15-2, 9
- Sal 42
- Lc 9, 18- 22
En este pasaje de la primera lectura que nos ofrece la liturgia de hoy, nos encontramos al pueblo que ha regresado del exilio y que habiendo comenzado la reconstrucción del templo, el cual había sido totalmente destruido, se siente incapaz de continuar. Es un pueblo pobre y cansado que siente que con sus propias fuerzas no podrá. Es en este contexto en el que el profeta anuncia que Dios está con ellos y que este segundo templo está llamado a ser aún más hermoso y grande que el anterior.
Esto continúa sucediendo en nuestros días. Pensemos en cuántas veces hemos sentido que el proyecto que hemos emprendido (sea pastoral, en nuestras familias o simplemente en nuestros ambientes de estudio o de trabajo) nos sobrepasa, que nuestras fuerzas y recursos son pocos o limitados.
Cuando el proyecto es de Dios, él mismo nos dará no sólo las fuerzas, sino todos los recursos necesarios para construirlo y llevarlo a la plenitud. Aprendamos a trabajar tanto con nuestras fuerzas como con la gracia y el poder de Dios. Mantengamos siempre en nuestro corazón las palabras del profeta: “Mi Espíritu está con ustedes”.
Salmo precioso, nos comenta Fray José Antonio Solórzano Pérez O,P,, lleno de anhelos. La búsqueda de Dios es la propia de un sediento, pero que esta vez no hace reproches al Señor, solo son preguntas lógicas y razonables en la búsqueda, para finalizar con el encuentro con Él y poder exclamar: Salud de mi rostro, Dios mío. Toda búsqueda sincera de Dios, aunque haya algún pequeño reproche, termina en un encuentro satisfactorio, saludable; porque de eso se trata.
En el Evangelio de hoy leemos cómo el Señor les prohíbe terminantemente decirle a nadie que Él es el Mesías. Y lo hace porque “El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día”. No quiere que nada le aparte del camino trazado eternamente por el Padre: la redención pasará por el camino de la Cruz. No quiere atajos. No quiere el camino de triunfo aparente sino el del fracaso aparente. Y quiere, al mismo tiempo, ir preparando a sus Apóstoles para asociarles a su pasión.
Lo mismo que a nosotros. San Juan Pablo II nos decía en una audiencia cómo “el Hijo de Dios, que asumió el sufrimiento humano, es por tanto un modelo divino para todos los que sufren, y especialmente para los cristianos que conocen y aceptan por la fe el significado y el valor de la Cruz. El Verbo Encarnado sufrió según el designio del Padre también para que nosotros pudiésemos ‘seguir sus huellas’, como recomienda san Pedro (1 Pe 2, 21). Ha sufrido y nos ha enseñado a sufrir”
Buscar atajos que eviten toparnos con la Cruz, es pretender un cristianismo sin Cristo. El Papa Francisco no decía apenas fue elegido Papa: “Cuando caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la cruz y cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor: somos mundanos, somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor. Quisiera que todos (…) tengamos el valor de caminar en presencia del Señor, con la cruz del Señor; de edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor, derramada en la cruz; y de confesar la única gloria: Cristo crucificado. Y así la Iglesia avanzará”
En otra ocasión afirma el Pontífice con respecto a este texto del evangelio que, “la pregunta a Pedro –‘¿Quién soy yo para ti, para ustedes?’- sólo se entiende durante el camino, sólo después de un largo camino, un camino de gracia y de pecado, un camino de discipulado. Jesús no le dijo a Pedro y a sus Apóstoles ‘Conóceme’, sino ‘Sígueme’. Es este seguimiento de Jesús el que nos hace conocer a Jesús. Seguir a Jesús con nuestras virtudes e incluso con nuestros pecados, pero siempre seguir a Jesús. No es un estudio de cosas, que es necesario, sino una vida de discípulo”.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.