Feria Mayor de Adviento
https://youtu.be/0ZDIgTyVXoY
- Ml 3, 1-4. 24-24
- Sal 24
- Lc 1, 57-66
La Liturgia de hoy, nos propone una actitud de profundidad espiritual al acercarse la celebración de la Navidad con el fin de que caigamos en cuenta de la importancia de nuestra participación en la construcción del Reino y en el anuncio de la Salvación. Cada uno de nosotros debe convertirse en ese emisario de Dios que prepara los corazones para que el mensaje del Evangelio llegue al corazón.
La primera lectura nos dice que “Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor”
Nos cuestiona Fray Juan José de León Lastra O. P.. ¿Es esa la preocupación que tenemos para esta Navidad: estrechar lazos de comunión en la familia, en la sociedad? El texto de Malaquías nos dice que es condición imprescindible para ser dignos de celebrarla. Esa comunión afectiva es lo que nos refina, nos purifica. Es la conversión que necesitamos. El profeta acentúa que quien viene refinará nuestro ser. Es decir: nos purificará. Refinados, purificados podemos ofrecer nuestra ofrenda a quien se acerca. La purificación es ante todo una conversión. Una conversión que ha de llevar a formar cordial comunidad: la que debe existir entre padres e hijos mutuamente. Es el modo de que la tierra, la humanidad subsista. Si no existe esa comunión entre padres hijos, más aún, entre los que la pisan, la tierra no tiene sentido, habría que destruirla.
“Mirad, levantad la cabeza se acerca vuestra redención” proclamamos en el salmo 24. Esa inminencia sobrecoge. Es verse ante algo inaudito: ¿quién podrá resistir su venida? Es una actitud muy “religiosa”, la que se tiene ante lo que nos desborda y a la vez se introduce en nuestras vidas
Nos dice el Rev. D. Miquel MASATS i Roca que el nacimiento de Juan el Bautista, nos habla de la proximidad de la Navidad. ¡El Señor está cerca!; ¡preparémonos! Preguntado por los sacerdotes venidos desde Jerusalén acerca de quién era, él respondió: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: ‘Enderezad el camino del Señor’» (Jn 1,23). La vida del Precursor nos enseña las virtudes que necesitamos para recibir con provecho a Jesús; fundamentalmente, la humildad de corazón. Él se reconoce instrumento de Dios para cumplir su vocación, su misión.
Y el Papa Francisco nos calificó a San Juan Bautista como “profeta precursor del Mesías” y lo comparó al rey David, para decir que fueron “dos hombres totalmente diferentes que vivieron la profecía y que supieron indicar dónde estaba el verdadero Dios”.
Por ello, el Santo Padre invitó a que su ejemplo sea “estímulo para nuestra vida, para que busquemos la amistad de Dios a través de la oración, y nuestro ejemplo pueda ayudar a llevar a Dios a los hombres y los hombres a Dios”.
El Santo Padre dijo también que la fiesta del nacimiento de San Juan Bautista es posible aprender “del precursor de Jesús la capacidad de testimoniar con valentía el Evangelio, más allá de las propias diferencias, conservando la concordia y la amistad que basan la credibilidad de cualquier anuncio de fe”.
Imitemos el humilde testimonio de quien señaló al Cordero de Dios”, invitó el Santo Padre e invocó sobre los presentes y sus familias “la alegría y la paz del Señor”.
Hagamos de nuestra tradicional visita a nuestros seres queridos, a nuestros amigos y vecinos, propia del tiempo de Navidad, el espacio afectivo que dispone el corazón para que esta Fiesta del Nacimiento de nuestro Salvador no sea sólo exterioridad sino una cálida acogida del Evangelio. Sé, como Juan el Bautista y como Elías, el instrumento para preparar el corazón de todos tus seres queridos al amor de Dios.
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.