Feria Mayor de Adviento.
https://youtu.be/wTbvrQl6vlo
- 1 Sam 1, 24-28
- 1 Sam 2
- Lc 1, 46-56
La liturgia hoy nos propone este pasaje del libro de Samuel para hacernos conscientes de que Jesús, el niño esperado, el Salvador, ya es una realidad en el mundo.
En la primera lectura, nos comenta Jordan Latorre, Presbítero Salesiano, parte del fragmento se nos narra el nacimiento del muchacho, el significado de su nombre y el voto de Ana. Pero el acento sobre la segunda parte, centrada en la actitud de la madre. Ana, después de haber amamantado al niño durante dos años, según la costumbre de la época es capaz de desprenderse del chiquillo, después de haberlo deseado tanto y por tanto tiempo.
La entrega de Samuel al servicio del Señor adquiere connotaciones sacrificiales, al mencionar el novillo, la harina y el vino del sacrificio que acompaña el voto de Ana. Esta entrega sacrificialmente su hijo al Señor, no lo sacrifica pero lo consagra al Señor. Consagra lo más preciado en su vida. La actitud de Ana enlaza así con la de Abrahán (cf. Gn 22) capaz de sacrificar Isaac al Señor.
La fe y el desprendimiento de Abrahán y de Ana son el prototipo de los de María que entrega a su hijo al servicio del Padre, aun sin comprender demasiado el significado de su gesto.
Afirma Fray Manuel Santos Sánchez O. P., que aunque estemos a dos días de celebrar el nacimiento de Jesús, la liturgia de hoy nos presenta a María en la visita que hizo a su prima Isabel, que también llevaba en su seno a su hijo Juan. Nos encontramos con el cántico de María, en el que canta las maravillas que Dios ha hecho en ella. Es un cántico donde María, que sabe lo que es el agradecimiento, expresa su profunda alegría ya que Dios ha hecho obras grandes en ella. Ni más ni menos, que la ha elegido para ser la madre de su Hijo
Dice san Juan Pablo II que el amor preferencial por los pobres que tiene la Iglesia está inscrito admirablemente en el Magníficat de María: “El Dios de la Alianza, cantado por la Virgen de Nazaret en la elevación de su espíritu, es a la vez el que derriba del trono a los poderosos, enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos,… dispersa a los soberbios… y conserva su misericordia para los que le temen. María está profundamente impregnada del espíritu de los pobres de Yahvé, que en la oración de los salmos esperaban de Dios su salvación, poniendo en Él toda su confianza. En cambio, ella proclama la venida del misterio de la salvación, la venida del Mesías de los pobres.
La Iglesia, acudiendo al corazón de María, a la profundidad de su fe, expresada en las palabras del Magníficat, renueva cada vez mejor en sí la conciencia de que no se puede separar la verdad sobre Dios que salva, sobre Dios que es fuente de todo don, de la manifestación de su amor preferencial por los pobres y los humildes, que, cantado en el Magníficat, se encuentra luego expresado en las palabras y obras de Jesús”.
Con el Salmo de hoy, proclamemos: “Mi corazón se alegra en Dios , mi Salvador”. Pues como Ana y María, debemos confiar en que Dios tiene el control último sobre los hechos de nuestras vidas, y debemos estar agradecidos por la manera en que nos ha bendecido. Al alabarlo por todas las cosas buenas, estamos reconociendo su control definitivo sobre todos los asuntos de la vida
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.