- Apoc 14, 1-3. 4-5
- Sal 23
- Lc 21, 1-4
Ayer celebramos Cristo Rey, y la liturgia de este día nos dice que hacer de Cristo nuestro Rey, es como la viuda del evangelio darle todo lo que tenemos. Ser de esos que como indica el texto del Apocalipsis, acompañan al Cordero, es decir, de ese grupo que han optado por Jesús como su prioridad de vida y colaboran con su Reino. De esos que el Salmista llama dichosos porque son de corazón limpio y manos puras y no que no juran en falso.
Esta visión se refiere al pueblo de Dios en su totalidad, como se puede apreciar en Ap. 7, 9-10 en donde la MULTITUD INCONTABLE, alaba al Cordero. De todo esto, una cosa es cierta: Jesús, el Cordero de Dios, murió por nosotros y nos ha preparado un lugar en donde él está (cf. Jn 14, 2-3), sin embargo, ¿podríamos decir que nuestra vida es irreprochable, como nos lo propone la lectura de hoy?
La generosidad de la viuda pobre, de la que habla San Lucas, es una buena lección para nosotros, los discípulos de Cristo. Podemos dar muchas cosas, como los ricos «que echaban sus donativos en el arca del Tesoro» (Lc 21,1), pero nada de eso tendrá valor si solamente damos “de lo que nos sobra”, sin amor y sin espíritu de generosidad, sin ofrecernos a nosotros mismos. Dice san Agustín: «Ellos ponían sus miradas en las grandes ofrendas de los ricos, alabándolos por ello. Aunque luego vieron a la viuda, ¿cuántos vieron aquellas dos monedas?… Ella echó todo lo que poseía. Mucho tenía, pues tenía a Dios en su corazón. Es más tener a Dios en el alma que oro en el arca». Bien cierto: si somos generosos con Dios, Él lo será más con nosotros
Hoy celebramos la Presentación de la Santisima Virgen María, fiesta de origen judío Y que es una fuente de tradición litúrgica, de tradición espiritual, una invitación a dejar presentar este misterio en la vida cristiana, a acercarse a festejarlo con mucha alegría, «portando con las vírgenes nuestras lámparas encendidas». Esta celebración pasó al calendario romano en 1585.
Una tradición muy antigua cuenta que, cuando la Virgen María era muy niña, sus padres, San Joaquín y Santa Ana, la llevaron al templo de Jerusalén y allá la dejaron por un tiempo, junto con otro grupo de niñas, para ser instruida muy cuidadosamente respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios.
Es en los evangelios apócrifos donde se encuentra el relato de la Presentación de María al templo. El llamado Protoevangelio de Santiago es el más antiguo y en él se encuentra el siguiente texto: «María no tenía sino un año; Joaquín dijo a su fiel compañera: conduzcámosla al Templo para cumplir el voto que hemos hecho al Señor. Ana le respondió: esperemos más bien que ella cumpla sus tres años, cuando no tenga tanta necesidad de su padre ni de los cuidados de su madre… Está bien, dijo Joaquín…, llegó el momento solemne. Ana y Joaquín reunieron a las jóvenes de su tribu y se dirigieron hacia el templo del Señor. No llevaban ni cordero ni paloma, pero iban a ofrecer a aquella que debía concebir al Cordero de Dios para la Redención del mundo, la mística paloma de los jardines del cielo. Cuando los peregrinos llegaron al umbral del pórtico, la Virgen pequeñita, subió sola las gradas, con paso firme y seguro».
Los autores de la vida espiritual encuentran aquí tres méritos: hay de parte de María el mérito de la diligencia apremiante, puesto que presurosamente viene a ofrecerse a Dios. El de la generosidad completa, porque María va a inmolarse al templo, deja a su padre y a su madre. Y el tercer mérito es el de una fidelidad inviolable, María sube de virtud en virtud.
Esta fiesta destaca fundamentalmente la plena dedicación de María a las cosas del Señor desde su tierna infancia. María vive constantemente en la presencia y adoración a Dios. Una disposición que le lleva a acoger sus planes salvíficos no solo sin oposición, sino cooperando y haciéndose presente en las actuaciones salvíficas de su Hijo. Nosotros la invocamos y la veneramos como Templo del Señor, camino de salvación, Madre de Jesús y madre nuestra. Y proclamamos con el Magnificat de María nuestro canto de alabanza a Dios desde nuestra pequeñez y buena voluntad
El Papa Francisco ha exhortado a «mirar a aquella que generó a Cristo y venerarla como Madre y poderoso Auxilio de los cristianos».
De la Virgen aprendemos «qué es consagrarnos por completo al proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros y para el mundo entero.”
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.zenit.org/2018/11/21/presentacion-de-la-santisima-virgen-veneremosla-como-madre-y-poderoso-auxilio-de-los-cristianos/
- https://www.dominicos.org/predicción/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=21-11-2022
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2022
“Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.” (Mateo 5, 7) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.