https://youtu.be/HGFgcZKwCSo
- 2 Re 19, 9-1. 14,21. 31-35. 36
- Sal 47
- Mt 7, 5. 12-14
Hoy iniciaremos la reflexión con la exclamación que nos ofrece la oración de Ezequias: “que sepan todas las naciones que tu Señor eres mi Dios.”, oración necesaria pues el mundo nos ofrece falsas nociones de felicidad, por eso el evangelio nos indica que “ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición. Nuestra meta debe ser la puerta estrecha porque la verdadera felicidad nos la da el Señor en la Gloria del Cielo, por eso como nos indica el Salmista debemos recordar el gran Amor del Señor y que tu renombre y tu alabanza llenan el mundo entero. En esto se basa nuestra fe y la fuerza que nos mueve hacia la meta: La verdadera felicidad prometida.
Afirma el Papa Francisco: “Jesús no quiere engañarnos diciendo: “Sí, tranquilos, la cosa es fácil, hay una hermosa carretera y en el fondo una gran puerta”. No nos dice esto: nos habla de la puerta estrecha. Nos dice las cosas como son: el paso es estrecho. ¿En qué sentido? En el sentido de que para salvarse uno debe amar a Dios y al prójimo, ¡y esto no es cómodo! Es una puerta estrecha porque es exigente, el amor es siempre exigente, requiere compromiso, más aún, esfuerzo, es decir, voluntad firme y perseverante de vivir según el Evangelio.”
Vemos en la primera lectura que el profeta Isaías ha animado al pueblo a resistir, a no caer en la idolatría y a poner su fuerza y confianza en el Señor.
Ante la carta amenazante y provocativa de Senaquerib, Ezequías sube al templo a orar e implorar la salvación del pueblo. Ezequías confía en Dios; la predicación del profeta Isaías ha sido fundamental para afianzar esa confianza.
Dios contesta a Ezequías a través de Isaías, para comunicarle un mensaje de esperanza: Jerusalén no será asolada; En el presente del año 701 a.C. el grande no se come al chiquito, queda derrotado el que parecía invencible. Lo aparentemente imposible ocurre. El autor del libro de Reyes, contempla este acontecimiento como un momento en que el pueblo de Israel, a través de su rey Ezequías, ha reafirmado su identidad, ha sido capaz de permanecer fiel a su Dios en medio de la hostilidad asiria, y la derrota de los asirios como un signo de fidelidad de Dios a sus promesas.
Gran enseñanza nos deja este texto pues en medio de nuestro mundo tecnificado, que pocos son los que, como el rey saben recurrir a Dios para dejarle a él resolver sus problemas; parecería más fácil usar de nuestros propios recursos y de nuestras propias fuerzas para alcanzar las metas que nos hemos propuesto. Debemos, de tener siempre en mente, que ciertamente es muy importante, hasta pudiéramos decir, vital, el hacer nuestro máximo esfuerzo en todo lo que emprendamos, pero es fundamental darle oportunidad a Dios de completar y perfeccionar lo que nuestras manos van haciendo. No olvidemos que contamos con un Dios que es el creador de todo el universo y que para él NADA es imposible, por lo que las dificultades en nuestros proyectos no tienen mayor complicación. Como el rey Ezequías, reconozcamos que sólo Dios tiene poder y aprendamos a confiar en su infinito amor y poder.
El l Señor nos hace tres recomendaciones en el texto del evangelio:
La primera, «No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos» (Mt 7,6), contrastes en que los “bienes” son asociados a “perlas” y lo “que es santo”; y, por otro lado, los “perros y puercos” a lo que es impuro. San Juan Crisóstomo nos enseña que «nuestros enemigos son iguales a nosotros en su naturaleza pero no en su fe». A pesar de que los beneficios terrenales son concedidos de igual manera a los dignos e indignos, no es así en lo que se refiere a las “gracias espirituales”, privilegio de aquellos que son fieles a Dios. La correcta distribución de los bienes espirituales implica un celo por las cosas sagradas.
La segunda es la llamada “regla de oro” (cf. Mt 7,12), que compendiaba todo lo que la Ley y los Profetas recomendaron, tal como ramas de un único árbol: El amor al prójimo presupone el Amor a Dios, y de Él proviene.
Hacer al prójimo lo que queremos que nos hagan implica una transparencia de acciones para con el otro, en el reconocimiento de su semejanza a Dios, de su dignidad. ¿Por qué razón deseamos el Bien para nosotros mismos? Porque lo reconocemos como medio de identificación y unión con el Creador. Siendo el Bien el único medio para la vida en plenitud, es inconcebible su ausencia en nuestra relación con el prójimo. No hay lugar para el bien donde prevalezca la falsedad y predomine el mal.
Por último, la “puerta estrecha. Recordar a San Luis Gonzaga, tras escuchar las palabras del evangelio de hoy, en el que se habla de la puerta estrecha, me ha puesto, nos dice uno de los comentarios de la liturgia, he de reconocerlo, contra las cuerdas, sino contra la lona. Porque con treinta y todos, y después de 2 años largos de pandemia, no sé si pasaría el casting de la vivencia de la caridad en grado heroico, seguramente no.
Tal vez, no sea el heroísmo mi mejor opción para la santidad, yo soy más del ascensor como decía Santa Teresita, consciente de mi pequeñez, solo me cabe esperar que el Señor me lleve en sus manos al cielo. Sin embargo, no puedo por menos que ilusionarme y, porque no, soñarme, como aquel gran muchacho que entregó su vida en el servicio, y encomendarme a su intercesión: San Luis Gonzaga, ruega por nosotros.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- PildorasdeFe.com
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/06/21/luis-gonzaga-confesor-1568-1591-2-3-3-2-2-2-2-2-2-2-2-2/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/06/21/caridad-en-grado-heroico/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Junio 2022
«Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de ti» (Sal 16, 2) https://www.focolare.org/espana/es/news/category/parola-di-vita/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.