?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ef 2, 12-22
- Sal 84
- Lc 12, 35-38
La primera lectura nos hace una invitación a salir de nuestro “grupismo”. Es triste que esto se dé entre cristianos pero es la realidad. No faltan en nuestra Iglesia quienes consideran que sólo los miembros de un grupo apostólico o de una espiritualidad particular, son los que están viviendo auténticamente el cristianismo, incluso que los demás están en peligro de perder la salvación eterna, por lo que los critican agriamente o se dedican a hacer “proselitismo” entre los demás grupos.
Esto no es otra cosa que hacer infructuosa la acción del Espíritu Santo, que actúa en todos de un modo particular y misterioso empujando a la Iglesia hasta la santidad plena. Cada espiritualidad responde a una necesidad de la Iglesia y complementa de esta manera los recursos espirituales con los cuales Dios la enriquece, de manera que todos puedan encontrar un ambiente y un espacio que les ayude a alcanzar la santidad. Lo mismo podríamos decir de nuestros hermanos separados.
El salmo 84, que acabamos de proclamar, es un canto gozoso y lleno de esperanza en el futuro de la salvación. Refleja el momento entusiasmante del regreso de Israel del exilio babilónico a la tierra de sus padres. Por eso, en el original hebreo del Salmo aparece varias veces el verbo shûb, que indica el regreso de los deportados, pero también significa un «regreso» espiritual, es decir, la «conversión». Por eso, el renacimiento no sólo afecta a la nación, sino también a la comunidad de los fieles, que habían considerado el exilio como un castigo por los pecados cometidos y que veían ahora el regreso y la nueva libertad como una bendición divina por la conversión realizada.
El Papa Francisco, nos explica acerca del evangelio: “Debemos mantener encendidas las lámparas de la fe, de la esperanza y de la caridad, donde mantener abierto nuestro corazón a la bondad, a la belleza y a la verdad; tiempo que hay que vivir de acuerdo a Dios, porque no conocemos ni el día, ni la hora del regreso de Cristo.
Debemos estar preparados para el encuentro: un hermoso encuentro, el encuentro con Jesús, que significa ser capaz de ver los signos de su presencia, mantener viva nuestra fe, con la oración, con los Sacramentos, estar atentos para no caer dormidos, para no olvidarnos de Dios.
La vida de los cristianos dormidos es una vida triste, ¿eh?, no es una vida feliz. El cristiano debe ser feliz, la alegría de Jesús… No se duerman. Un cristiano que se encierra dentro de sí mismo, que oculta todo lo que el Señor le ha dado, no es un cristiano. Es un cristiano que no agradece a Dios todo lo que le ha dado…
Y sobre todo hoy, en este tiempo de crisis, es importante no encerrarse en sí mismos, enterrando el propio talento, las propias riquezas espirituales, intelectuales, materiales, todo lo que el Señor nos ha dado, sino abrirse, ser solidarios, tener cuidado de los demás.”
El padre Yepes en el audio, nos alerta acerca de la vigilancia en nuestra vida interior y nos indica tres niveles de vigilancia que debemos establecer en nuestro diario vivir:
- Vigilancia sobre los deseos del corazón
- Vigilancia sobre los sentidos.
- Vigilancia sobre las actitudes que tenemos hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Esto acompañado de dos actitudes:
- Que haya limpieza interior e higiene de corazón, y
- Pidiendo a. Dios la gracia, si nos hemos equivocado, de una sincera conversión y de un auténtico dolor por los pecados.
Palabra de Vida Mes de octubre.
Todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.” (Lucas 14, 11)
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.