?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Sam 15, 16-23
- Sal 49
- Mc 2, 18-22
El capítulo 15 del primer libro de Samuel, es un fiel reflejo del “síndrome de poder” que acusamos los seres humanos. En el relato de este lunes, Samuel le recrimina a Saúl el haber luchado para “ganar” es decir para alcanzar fama, no para ensalzar a su Dios. Se ha convertido en la sombra del “yo quiero, yo puedo, yo hago”…, la triste historia de una alianza de amor que sólo ha mirado hacia una dirección, la dirección que lleva a la fama pero oscurece el corazón.
Cuidado, en este sociedad que nos tienta con el éxito a toda costa, nos nos pase como a Saúl que se le ahogó el corazón de ungido para convertirlo en otro, el de la eficacia del poder y la fama.; eso nos confronta nosotros también, pues cuando nos comportamos como Saúl y sólo deambulamos buscando dejar constancia de lo que hacemos, nuestra vida se convierte en un “mercado central” o una “feria de muestras”, donde presentamos el muestrario de nuestra valía, de nuestros esfuerzos, exigiendo como garantía el reconocimiento y la aprobación.
“La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad, más que la grasa de los carneros”: Recordemos, Saúl garantizó la victoria ofreciendo un “holocausto, una ofrenda” de aquello que había arrebatado, para dejar constancia de que ha logrado el “objetivo”. Pero para Dios sólo existe un objetivo: ser alcanzados en el corazón por el Dios de las promesas, el que nos acompaña en las campañas de nuestro día a día invitándonos a ser un “botín amoroso” de acogida, perdón, misericordia, asequible para el que pasa o está a nuestro lado.
El Salmista nos invita a revisar nuestra actitud al actuar: “Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos?”
Y el evangelio nos complementa esta meditación acerca de lo que el Señor desea demuestra vida con estos dos ejemplos ejemplos del parche de tela y el vino, donde nos afirma que la novedad, la revolución y el poder del mensaje de Jesús, no se puede encerrar en viejas y anquilosadas estructuras, sino que debemos abrir nuestro corazón a la esencia de su mensaje que trae la frescura de la misericordia, el amor y el perdón que nos da libertad y alegría.
“Jesús nos habla de fiesta, afirma el Papa Francisco, fiesta esponsal, y dice: ¡pero estamos en tiempo de fiesta! Hay algo nuevo aquí, ¡hay una fiesta! Algo que era anticuado y algo que se renueva, que se hace nuevo.
Y es curioso que al final del Evangelio de hoy, Jesús recurra a la imagen del vino, hasta tal punto que cuando se lee este pasaje no se puede dejar de relacionar esta fiesta esponsal con el vino nuevo de Caná.
En el fondo, es todo un símbolo, que nos habla de novedad. Sobre todo cuando Jesús dice: El vino nuevo debe echarse en odres nuevos. Por lo tanto, a vino nuevo, odres nuevos. Aquí está la novedad del Evangelio. Por lo demás, ¿qué nos trae el Evangelio? Alegría y novedad…
Cuando Jesús reprende a esta gente, a estos doctores de la Ley, los reprende por no haber custodiado al pueblo con la Ley, por haberlo hecho esclavo de tantas pequeñas leyes, de tantas pequeñas cosas que se debían hacer. Y por haberlo hecho sin la libertad que Él nos trae con la nueva ley, la ley que Él selló con su sangre…
El estilo del Evangelio es un estilo diverso, que da plenitud a la ley, pero de un modo nuevo: es el vino nuevo en odres nuevos…”
Mes de enero
Servir, servir y servir
Por la evangelización: Promoción de la paz en el mundo. Recemos para que los cristianos, los que siguen otras religiones y las personas de buena voluntad promuevan la paz y la justicia en el mundo.
Palabra de vida
“Nos demostraron una cordialidad nada común.” (Hch 28, 2)
Jesús nos demostró que amar significa recibir al otro tal como es, tal como él nos recibió a nosotros. Dar hospitalidad al otro, con sus gustos, sus ideas, sus defectos, su diversidad. Darle espacio dentro de nosotros, alejando del corazón toda desconfianza, juicio o rechazo. El Señor mismo nos da la fuerza de su gracia para que nuestra frágil voluntad alcance la plenitud del amor cristiano.
https://ciudadnueva.com.ar/enero-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.