?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Iss 7, 10-14
- Sal 24
- Lc 1, 26,38
Ya llega el Señor el Rey de la Gloria, pues oremos en esta mañana de Fiesta Mayor, época la liturgia nos prepara para la Navidad y con la Oracion Colecta al Señor que quiso que Maria recibiera en su seno a su Palabra inefable y, convertida en morada de la divinidad, quedara llena del fuego del Espíritu Santo, siguiendo su ejemplo, seamos capaces de estar humildemente sujetos a su Voluntad.
La primera lectura, nos presenta la profecía mesiánica que surge en el contexto en el cual, el pueblo de Israel, temeroso ante la proximidad de una invasión, se siente tentado a recurrir a Asiria para que lo salve.
Es aquí que Dios les recuerda que su único salvador es él y que, como prueba de su presencia y su poder, les dará una señal para que ya no duden y confíen plenamente en él. Esta señal vendrá a convertirse precisamente en la llegada del Mesías, que es Dios-con-nosotros. El pueblo quizás no imaginó la profundidad de estas palabras, las cuales quedaron aún lejos de iluminar la realidad que Dios tenía pensada para la salvación del pueblo, pues si bien la Encarnación del Verbo realizó el cumplimiento de la profecía, el envío del Espíritu Santo, producto de este proyecto salvífico, hizo que Dios sea ahora Dios-en-nosotros.
Hazte, pues, consciente de que Dios es-en-ti, y que desde tu corazón busca iluminar y salvar a toda la humanidad.
María, como muestra el Evangelio de hoy, nos dice el Papa Francisco: “… no sobresale en apariencia: de familia sencilla, vivía humildemente en Nazaret, una aldea casi desconocida. Y no era famosa: incluso cuando el ángel la visitó nadie lo supo, ese día no había allí ningún reportero.
La Virgen no tuvo tampoco una vida acomodada, sino preocupaciones y temores: se turbó, dice el Evangelio, y, cuando el ángel se fue, los problemas aumentaron.
Sin embargo, la llena de gracia vivió una vida hermosa. ¿Cuál era su secreto? Nos damos cuenta si miramos otra vez la escena de la Anunciación. En muchos cuadros, María está representada sentada ante el ángel con un librito en sus manos. Este libro es la Escritura.
María solía escuchar a Dios y transcurrir su tiempo con Él. La Palabra de Dios era su secreto: cercana a su corazón, se hizo carne luego en su seno.”
Las condiciones. para darle ese Sí a Dios, nos dice el padre Yepes en el audio son básicamente tres: Tener humildad, vaciamiento interior. Soltar el control y dejarlo actuar. Confianza plena en Dios. El ha estado y estará siempre con nosotros y sentirse amada por Dios, tener la certeza que es un Amor personal y permanente.
Mes de diciembre
Servir, servir y servir
/Mantén vivo siempre en tus pensamientos la idea de que eres un servidor de los demás. Sirviendo a los demás con amor y alegría consolidas y aumentas la virtud de la Humildad. Recuerda que Dios “miró la pequeñez de su esclava” y “enaltece a los humildes de corazón”
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Notas: