https://youtu.be/4mfL7fvU3b8?si=O-98jbGmGlAKnkNY
- 1 Tes 4, 9-11
- Sal 97
- Mt 25, 14-30
Hoy la liturgia nos confronta sobre cómo hemos administrado los bienes que el Señor nos ha dado, base de la fidelidad, porque, la fidelidad consiste en ser coherentes con los compromisos adquiridos: afectivos, comerciales, sociales. La fidelidad implica esfuerzo continuo, frente a la constante tentación de la pereza, o la desviación de facultades o bienes hacia otros objetivos distintos de los prometidos.
Se atenta contra ella, cuando la dejamos de tener presente en nuestros proyectos vitales. Cuando no nos preocupamos en preguntarnos qué hacemos con los bienes recibidos para que rindan en beneficios de todos; o nos despreocupamos de cómo desarrollamos, venciendo dificultades, los compromisos afectivos, los de mejorar la sociedad… Vivir es tratar de que nuestra vida vaya adquiriendo más valor. Lo contrario es solo existir, amontonar tiempo. El tiempo es un valor que ha de rendir. No lo podemos malversar, que es el pecado de quien entierra el talento.
San Pablo, sabe de su fidelidad al proyecto cristiano. Pero, insta a los tesalonicenses, que aplica para nosotros, a no han de quedarse en la buena situación actual, hay que progresar, es como subir por una pendiente una piedra, si no se empuja hacia arriba, se precipita hacia abajo. El esfuerzo en la calma, Pablo les dice: entender la vida como esfuerzo sereno y continuado.
Lo que exige no dejarse abrumar por acontecimientos que no van con ellos. Ellos han de centrarse en sus “propios asuntos”. Y confiar en el trabajo de sus manos, son insustituibles. Nadie va hacer lo que ellos pueden hacer. ¡Que buen consejo para disfrutar del vivir!: mantener la alegría en el esfuerzo en un ambiente de afecto mutuo, que se realiza en la comunión, en la comunidad cristiana; y así mantener una vida serena, acogedora, basada en la paz que aporta la justicia y el amor.
El evangelio nos hace un fuerte llamado a la responsabilidad con los talentos que se nos ha dado, porque somos administradores, no dueños de nuestra vida. La vida solo se gana cuando se entrega, sólo se es feliz cuando damos todo lo que somos para que Dios lo multiplique en frutos para el bien de los que nos rodean y de toda la humanidad.
E su exhortación apostólica Gaudete et Excultate (nº 131-135) el Papa Francisco nos propone una serie de actitudes con las que podemos hacer que los talentos que Dios nos ha dado den fruto para el Reino de Dios:
- Audacia y coraje: Somos frágiles, pero portadores de un tesoro que nos hace grandes y que puede hacer más buenos y felices a quienes lo reciban. La audacia y el coraje apostólico son constitutivos de la misión.
- Parresía: Necesitamos el empuje del Espíritu para no ser paralizados por el miedo y el cálculo, para no acostumbrarnos a caminar solo dentro de confines seguros. Recordemos que lo que está cerrado termina oliendo a humedad y enfermándonos. Cuando los Apóstoles sintieron la tentación de dejarse paralizar por los temores y peligros, se pusieron a orar juntos pidiendo la parresía: “Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra con toda valentía” (Hch 4,29). Y la respuesta fue que “al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos; los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con valentía la palabra de Dios” (Hch4,31).
- Itinerancia constante y renovadora: Siempre llevamos latente la tentación de huir a un lugar seguro que puede tener muchos nombres: individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos, dependencia, instalación, repetición de esquemas ya prefijados, dogmatismo, nostalgia, pesimismo, refugio en las normas.
- Hacía las periferias y fronteras: Dios siempre es novedad, que nos empuja a partir una y otra vez y a desplazarnos para ir más allá de lo conocido, hacia las periferias y las fronteras. Nos lleva allí donde está la humanidad más herida y donde los seres humanos, por debajo de la apariencia de la superficialidad y el conformismo, siguen buscando la respuesta a la pregunta por el sentido de la vida. ¡Dios no tiene miedo! ¡No tiene miedo! Él va siempre más allá de nuestros esquemas y no le teme a las periferias. Él mismo se hizo periferia (cf. Flp 2,6-8;Jn 1,14). Por eso, si nos atrevemos a llegar a las periferias, allí lo encontraremos, él ya estará allí”.
- El Señor nos ha dotado de dones y carismas, nuestra labor es ponerlos al servicio del bien común para dar frutos y así mostrar el Amor con el que El nos ama. Entonces es momento de preguntarnos acerca de cómo los hemos administrado, los hemos puesto a producir o los dejamos guardados quizá por pereza?
“Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión con el Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.” Ef 13, 13
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/09/02/sabado-2-de-septiembre-2023-semana-21-del-to-los-talentos/
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2023
“Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar” (Salmo 145, 2). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.