https://youtu.be/mQsuAfA5cJw
- Hch 11, 19-29
- Sal 86
- Jn 10, 22-30
No sé ustedes queridos lectores, pero luego de oír ayer acerca de manifestaciones y otros temas políticos sin sentido, la liturgia de hoy nos hace recobrar las esperanzas. Y es que hoy, la primera lectura nos muestra cómo después de una situación que en sí misma es triste y dolorosa, como es el martirio de Esteban, se convierte, por la gracia de Dios, en fuente de bendición para muchos. Esto porque como nos propone la Palabra de Vida de este mes:“Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.” (Romanos 12, 10) En la vida comunitaria, este es un amor que atiende las necesidades de cada uno, que se esfuerza para que nadie se quede atrás, que nos forja responsables y activos en el ámbito de la vida social, cultural, en el compromiso político.
Vemos entonces, en el texto de los Hechos de los Apóstoles, cómo gracias a la persecución que se desata en Jerusalén contra los discípulos de Jesús por parte de las autoridades judías, es como el Evangelio sale de la ciudad para llegar a la que en ese tiempo sería la tercera ciudad romana en importancia. Y es que Dios se vale de todos los acontecimientos de nuestra vida, incluso de los que consideramos desagradables -casi podríamos decir que principalmente de éstos-, para que el mensaje del Evangelio llegue incluso a aquellos que no lo conocen o no lo aman.
La acción de la Gracia de Dios es lo que a los primeros cristianos y también a nosotros hoy, nos impulsa a anunciar a Cristo y lo que hace que los demás se acerquen al Señor.
Esto no puede sino producir auténtica alegría como le pasó a Bernabé: “se alegró mucho”.Y es que el anuncio y la acogida del Evangelio trae consigo una alegría que no pasa, una alegría que resucita y saca del abismo al que ha caído en la desesperanza o en el sin sentido de la vida. Bernabé “exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño”,esta es la clave para que los cristianos podamos llevar la Buena Noticia a todos, estar unidos al Señor con todo empeño porque es desde esta experiencia relacional con Dios como podemos hablar de la vida eterna, del paso del Señor por nuestra vida.
La Palabra de Dios no puede encadenarse y atarse a una sola cultura, sino que está abierta a los hombres de todas las razas y de todos los pueblos.
La locura de Jesús es contagiosa. A Él lo acusaban y lo atacaban, sin embargo Él no dudaba en manifestarse como el único y verdadero pastor que hace la voluntad de su Padre. Pues esa misma locura invade a los discípulos que sin más armas que la Palabra y su fe, se lanzan a “conquistar”, nuevas fronteras y nuevos horizontes.
Podemos ver que el anuncio de la Palabra nunca se hace de manera aislada, es con los hermanos como podemos mostrar al mundo el amor de Cristo. Como dice el salmista en el salmo de hoy “El Altísimo en persona la ha fundado”, es decir, es Dios quien funda su Iglesia, es Dios quien capacita a los apóstoles para ir y anunciar a Cristo, por eso, hemos de fiarnos de Él, de su acción misericordiosa sobre cada uno de nosotros, esto es lo que nos hace verdaderamente hijos de Dios.
Quizás por las voces del mundo, no hemos experimentado ese gran amor que Cristo Pastor nos tiene a cada uno de nosotros. Quizás en medio de tantas voces que nos aturden y distraen, no somos capaces de distinguir la voz de Jesús que nos está llamando y que a cada momento nos ofrece la vida plena.
Nos puede parecer que el demonio está ganando la partida, que el mundo se aleja de Dios y se busca otros pastores que ya no son Cristo, que por mucho que la Iglesia se quiera visibilizar se da más importancia en las noticias sensacionalistas o a manifestaciones de activistas; pero Padre sólo hay uno, Jesucristo sólo hay uno y lo más pequeño de Dios es más grande que lo más grande de los hombres.
Hoy Jesús en el Evangelio nos dice: “Lo que mi Padre me ha dado, es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.”
Cuando Dios quiera y con quien Dios quiera, hasta con quien los hombres consideren lo más despreciable, volverá a abrir los ojos a los ciegos, los oídos a los sordos y Cristo triunfará, pues Él ya ha vencido al mundo.
Las cosas del mundo, el pecado, los ruidos sordos de una sociedad alejada de Dios, nos pueden impedir escuchar bien la voz de este Buen Pastor, pero no hemos de tener miedo, basta con que tengamos el corazón dispuesto y el oído abierto a su Palabra, como hemos visto en la primera lectura con los primeros cristianos. Necesitamos acercarnos a Jesús y compartir con Él nuestras dolencias y problemas, para llenarnos de su vida y de su palabra. Sólo entonces seremos capaces también nosotros de romper barreras y esquemas y proclamar que Jesús sigue vivo y presente en medio de nosotros; basta para eso, que dejemos a Jesús limpiar nuestro barro, que sane y vende nuestras heridas para hacernos felices y saber que la vida eterna, el Cielo, no es algo lejano o abierto sólo para algunos. Hoy Jesús viene a ti y a mi ; viene a rescatarnos y llevarnos de nuevo al redil, no temamos. Hoy empieza el Cielo para ti y para mi. Yo y mi Papá Dios Somos Uno, El me ama y envió a su Hijo Jesucristo para hacerme digna de la Salvación, del Cielo.
¡Felices Pascuas de Resurrección!
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/65287/el-padre-y-yo-somos-uno.html#modal
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/05/02/no-sois-de-mis-ovejas/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=02-05-2023
Palabra de Vida Mes de Mayo 2023
“ Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.” (Romanos 12, 10) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2023/04/PV-05-2023_doble.docx
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.