- Is 38, 1-6. 21-22. 7-8
- Sal, tomado de Is 38
- Mt 12, 1-8
Hoy en la liturgia, el Señor nos deja claro que para El, el ser cristiano está regido no por normas, ritos o sacrificios, sino por obras de Misericordia y Amor al Prójimo.
En el cristianismo, el mensaje fundamental de “Dios quiere misericordia y no sacrificio” es un llamado poderoso que se encuentra en las Escrituras, destacando la importancia de la compasión, el amor y la empatía sobre las acciones rituales o externas. Este mensaje, arraigado en las enseñanzas bíblicas, se revela a través de las palabras de Jesús y sus discípulos, transmitiendo una comprensión más profunda de la voluntad divina.
En este contexto, la declaración “Misericordia quiero y no sacrificio” resalta el deseo de Dios de que sus seguidores muestren compasión y amor hacia los demás en lugar de enfocarse exclusivamente en actos rituales o formales.
En la primera lectura vemos que el pensamiento de Ezequías se basa en la nebulosa comprensión del mundo del más allá, antes de que la vida y la inmortalidad cobraran vida mediante el evangelio de Jesucristo.
Esto explica por qué Ezequías no da la bienvenida a la muerte como un camino seguro hacia la presencia del Señor. Para estos santos del Antiguo Testamento como Ezequías y David, la tumba (Seol) era un lugar incierto. Sabían que el Señor estaba allí (Salmo 139:8), pero no sabían mucho más que eso. Para estos santos del Antiguo Testamento, ir al mundo del más allá era cambiar la certeza de este mundo por la incertidumbre del mundo del más allá.
Ya que Ezequías vivió antes de la obra terminada de Jesús, vivió bajo la esclavitud del temor a la muerte (Hebreos 2:14-15). Qué diferente es para el creyente en Jesucristo, para quien la muerte no tiene victoria ni aguijón (1 Corintios 15:53-55).
Dios le escucha, alarga su vida y le promete protección sobre la ciudad. La señal del sol que retrocede habla de tiempo, un tiempo de más que le ha sido dado. Todos atravesamos momentos de oscuridad, sufrimiento, que nos enfrentan con la dura realidad de lo temporal. Y también conocemos la alegría de esas ocasiones que se presentan y nos dan una nueva oportunidad. Pienso que es vital, en esos momentos, “darnos cuenta de lo que sucede”, ver el reloj de nuestro tiempo retroceder y regalarnos más vida y que el Señor es capaz de sacar un resultado positivo, si nosotros, como el rey Ezequías, nos volvemos hacia él en profunda humildad y retomamos el camino de la oración. Nuestro Dios es realmente un Dios de amor que, a pesar de la debilidad humana y del pecado, busca siempre la forma de hacernos un bien y sobre todo, de salvarnos. Cualquier otro tipo de pensamiento, simplemente no es cristiano, Porque puede pasar que nos quedemos rememorando el tiempo doloroso pasado, recomponiendo resentimientos y rencores, olvidando que cada minuto de vida que se te da es una bendición y hay que vivirlo como tal.
El texto a partir del versículo 9 es el canto de Ezequías (parte del salmo de hoy), un salmo de acción de gracias que expresa los sentimientos de esos creyentes del Antiguo Testamento que todavía no creían en la Resurrección, entonces para ellos morir era perder todo, por eso tratanvan de convencer a Dios de que no ganaba nada al dejar que sus fieles desaparecieran para siempre.
El texto del evangelio nos hace reflexionar que nosotros no estamos tan alejados de esta mentalidad; ¡y nosotros tenemos la historia completa¡ Vivimos muchas veces sujetos con cadenas invisibles, como aquel elefante que habían liberado de las ataduras, pero ya no sabía moverse con libertad. Y queremos sujetar a los demás con esas cadenas. ¿Nos atrevemos a ponerles nombres? El problema que tenían con el sábado era la mayúscula. ¿A qué le ponemos mayúscula nosotros? Lo habían convertido en sábado, nombre propio, y lo elevaban como al Señor. Lo que se había establecido para un mejor culto se acaba convirtiendo en objeto de culto, en grilletes, lleno de observancias, que condenan y excluyen a muchos. ¿A quiénes dejamos hambrientos por los caminos?
Para Jesús, afirma el Papa Francisco, lo que cuenta, sobre todo, es alcanzar y salvar a los lejanos, curar las heridas de los enfermos, reintegrar a todos en la familia de Dios. Y eso escandaliza a algunos.
Y Jesús no tiene miedo de este tipo de escándalo. Él no piensa en las personas obtusas que se escandalizan incluso de una curación, que se escandalizan de cualquier apertura, a cualquier paso que no entre en sus esquemas mentales o espirituales, a cualquier caricia o ternura que no corresponda a su forma de pensar y a su pureza ritualista. Él ha querido integrar a los marginados, salvar a los que están fuera del campamento.
Jesús responde con claridad: estás perdiendo lo que es verdaderamente importante. “Aquí hay uno que es más que el sábado”. No quiero sacrificios ni leyes que se convierten en un fin, en afán de control y orden, en vez de liberar. Porque apagan la misericordia en vuestras vidas, en la religión, en la sociedad, e incluso hacen daño y provocan privaciones, injusticias y miseria.
Jesús es más, siempre es más…, más que lo que podamos saber o decir de Él, más que el culto, los mandamientos o cualquier lugar religioso. Todo eso es bueno, mientras no les pongamos mayúsculas. El único con mayúscula es Él, y la palabra que le define es misericordia, esa es la medida de lo que está bien y lo que está mal.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Biblia Latinoamericana
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://es.catholic.net/op/articulos/48505/cat/331/quiero-misericordia-y-no-sacrificio.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=19-07-2024
- https://es.enduringword.com/comentario-biblico/isaias-38/
- https://diospadrenuestro.com/dios-quiere-misericordia-y-no-sacrificio/
Palabra de Vida Mes de julio “ El Señor es mi pastor, nada me puede faltar” (Salmo 23, 1) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.