- Ex 3, 1.6. 9-12
- Sal 102
- Mt 11, 25-27
Hoy la liturgia nos enseña que tener sabiduría es abrirnos humildemente a su compasión redentora, descalzándonos de lo que nos impide estar en su presencia, por eso Jesús alaba al Padre porque ha revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Y es que como hemos visto en el texto del Éxodo, Dios se manifiesta en lo ordinario y cotidiano de cada día: “Moisés pastoreaba el rebaño de su pueblo”. Y lo más importante: Moisés percibe lo diferente: “una zarza que ardía sin consumirse”. Lo que pone a Moisés en movimiento es la curiosidad, la inquietud por conocer lo que se desconoce.
Este movimiento físico favorece un otro movimiento, el del corazón. Espacio en el cual se perciben las realidades más intangibles como son el amor, el dolor, la alegría… también Dios. Escucha el propio nombre: “Moisés, Moisés”; toma conciencia de la propia historia: “yo soy el Dios de tus padres”. Una condición se hace, entonces, necesaria: “quitar las sandalias de los pies”. Cuando sentimos el suelo de realidad en la cual estamos situados, cuando conocemos el contexto en el cual vivimos, por un lado, experimentamos la propia pequeñez ante el misterio de Dios: “se tapó la cara”; y por otro, escuchamos la misión a la cual nos envía. ¡Cuántas veces, al igual que Moisés, entramos en un “tira y afloja”, en un diálogo que nos lleva mucho más allá de nuestra disposición y miedo! La certeza que surge en lo más hondo, es la certeza de la fe, es la experiencia del “yo estoy contigo”.
Dice, complacido, hoy el Señor en el texto del Evangelio: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños». Sí, porque nadie puede pretender conocer esos o parecidos secretos escondidos, sacándolos de la obscuridad con el estudio más intenso. De los secretos profundos de la vida sabrá siempre más la ancianita sin experiencia escolar que el pretencioso científico que ha gastado años en prestigiosas universidades, pues como nos explica el Papa Francisc. “Dios ha escondido todo a aquellos que están demasiado llenos de si mismos y pretenden saberlo ya todo. Están cegados por su propia presunción y no dejan espacio a Dios.
Uno puede pensar fácilmente en algunos de los contemporáneos de Jesús, que Él mismo amonestó en varias ocasiones, pero se trata de un peligro que siempre ha existido, y que nos afecta también a nosotros. En cambio, los “pequeños” son los humildes, los sencillos, los pobres, los marginados, los sin voz, los que están cansados y oprimidos, a los que Jesús ha llamado “benditos”. Se puede pensar fácilmente en Maria, en Jose, en los pescadores de Galilea, y en los discípulos llamados a lo largo del camino, en el curso de su predicación.
Ya en otras ocasiones hemos visto la necesidad de ser miembros ACTIVOS en la construcción del Reino, sin embargo, puede haber aún en nosotros el gran temor que frena muchas iniciativas de evangelización: “¿Quien soy yo para hablar de Dios?”. Moisés pasó por el mismo temor.
Lo más inverosímil al ojo humano es que Dios escogía, no solo a un hombre que se había enemistado con el faraón, sino incluso a un hombre tartamudo. Esto nos recuerda la palabra de Pablo: “Dios ha escogido lo que el mundo tiene como inservible para humillar a los potentes”.
Dios te llama hoy a ti y me llama a mí, a ser como Moisés, como María Santísima, como José, como los pescadores de Galilea, y los discípulos, instrumentos en sus manos. Y nos asegura que no tengamos miedo, pues como a Mosés nos dice: “Yo estaré contigo”, o sea no serás tú, ni yo mismo, sino el poder del Espíritu obrando en cada uno de nosotros el que haga la obra.
“Que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.” Ef 13, 13
Fuentes;
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=19-07-2023
- https://es.catholic.net/op/articulos/10571/cat/504/has-revelado-grandes-cosas-a-los-pequenos.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=19-07-2023
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.