?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Cor 15, 12-20
- Sal 16
- Lc 8, 1-3
Hoy vemos a san Pablo enfrentarse con los que dicen que Jesús no ha resucitado y que tampoco nosotros vamos a resucitar. Eso es negar lo más íntimo de nuestra fe y nuestra confianza en Jesús. Por eso, vuelve a afirmar con fuerza que Jesús ha resucitado y que también nosotros vamos a resucitar.
La vida que Jesús nos ha traído empieza en esta tierra pero culmina en nuestra resurrección. “Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados… nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo”. “Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos… el primero de todos”. En esto se basa nuestra fe, nos dice el padre Yepes en el audio, No seguimos a un muerto, a un fracasado; seguimos ( o debemos seguir) a quien en la Cruz, dejó el pecado de toda la humanidad y con su Resurrección nos hizo sus Hijos, nos trajo la salvación.
No hace falta ser un gran teólogo para comprender que si Cristo no hubiese resucitado después de su muerte injusta… su persona, su evangelio hubiesen desaparecido pronto. Hoy no hablaríamos de ÉL. Pero su vida tuvo un colofón especial. Después de SU muerte, el Padre le resucitó y pudimos creer en su promesa de que también nosotros íbamos a resucitar después de nuestra muerte a una vida de total felicidad.
Dios nos ha dado la presencia de su Espíritu para que podamos vivir esta vida con alegría, con paz y con gozo, pero también nos ha prometido que “ahí donde él está también estaremos un día nosotros con ÉL”.
Jesus, continua el padre Yepes se nos presenta como un itinerante, va de un lugar a otro sin permanecer mucho tiempo fijo en un mismo lugar, para llevar la Buena Nueva a todos: si abrimos el corazón, tendremos Nuevas relaciones humanas, nuevos valores en la vida y sobre todo nueva mirada frente a los acontecimientos de la vida pues hemos decidido confiar en Dios en lugar de las circunstancias.
Un modelo de vida difícil de vivir dentro del pragmatismo y hasta escepticismo que nos ofrece la sociedad hoy. Pero vemos en el texto, “Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades…”. Esto nos hace reflexionar sobre dos aspectos en concreto:
- Quienes lo acompañan, no son perfectos e inmaculados, son personas sanadas por El. Te identificas? Entonces es un llamado para cada uno de los que hemos sido bendecidos también de la sanacion del Señor, hemos sido perdonados, hemos sido objeto de su Misericordia.
- Jesús se deja acompañar por mujeres. Nos dijo el padre Jacobo Hernández en la Homilia, que la cultura judía, no reconocía el aporte de la mujer en la sociedad. Jesús rompe con ese paradigma. Y nos explica el Papa Francisco, Como Jesús rompe con ese paradigma: “El modo mismo con el que Jesús consideró a la mujer en un contexto menos favorable que el nuestro, porque en esos tiempos la mujer estaba precisamente en segundo lugar. Y, en el Evangelio de hoy, vemos que Jesús la trató de una forma que da una luz potente, que ilumina una senda que conduce lejos, de la cual hemos recorrido solo un trocito.
Jesús, nos dice Fray Manuel Santos, les va instruyendo en los secretos de ese Reino de Dios, que luego ellos y ellas deben extender, y ser testigos de su vida, muerte y resurrección.
Y para cumplir esta misión a la que nos invita la liturgia de hoy de ser itinerantes misioneros que podemos vivir esta vida con alegría, con paz y con gozo, de compartir la Buena Nueva y transformar la vida de quienes lo necesitan, debemos cuidar esa gracia que El no dio con su Resurrección, mediante la relación constante con El en la Oración, la participación de los Sacramentos especialmente la Eucaristia y la Reconciliación y también, estar formándonos con el estudio y reflexión de la Palabra y tantos otros medios con que contamos hoy.
Pidamos al Señor con el Salmista, atiéndeme, Dios mío, y escucha mi oración. Protégeme como a la niña de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme. Y con la oración después de la Comunión de la Eucaristia de hoy, que el efecto de este don celestial (La Eucaristia), transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones. Amén
Palabra de Vida Mes de septiembre Den y se le dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Lc6, 38.
¿Quién podrá entonces separarnos depl amor de Cristo? (Romanos 8,35
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.