?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Deut 4, 1. 5-9
- Sal 147
- Mt 5, 17-19
Hoy la liturgia nos confronta con una realidad que se vive en muchos hogares, pues lastimosamente en muchas de nuestras casas nunca se habla de Dios, de sus mandamientos, de los valores y fundamentos del Evangelio. El autor del Deuteronomio ya le advertía al pueblo de Israel: “No olvides ni dejes que se aparten de tu corazón estos mandamientos sino transmítelos a tus hijos”. Cuando el hombre se aleja de Dios y de sus mandamientos, todo se convierte en relativismo.
Bien nos explica el padre Guillermo Serra en el Camino de Cuaresma como la superficialidad en que vivimos nos confunde de los verdaderos valores; seguimos no a un Dios que nos precede y nos enseña el camino, sino a una creación nuestra a la que podemos manipula, asi es más fácil, pues en nuestra carrera por la vida, El no hace las cosas como quisiéramos, y a veces, tarda demasiado para nuestro apresuramiento.
En el evangelio el Señor nos dice no he venido a abolir la ley, sino a darle plenitud, nos dice el padre Yepes en el audio, a darle espíritu, sentido para la vida. Y afirma, no se trata de fácil cumplimiento, práctica de preceptos y conceptos externos, no es más de eso; se trata de vivir la justicia, el perdón, la misericordia y el servicio a los demás.
Y hoy en la catequesis el Papa Francisco nos exhorta a vivir la Misericordia: …”La misericordia no es una dimensión entre otras, sino que es el centro de la vida cristiana: no hay cristianismo sin misericordia. Si todo nuestro cristianismo no nos lleva a la misericordia, hemos tomado el camino equivocado, porque la misericordia es la única meta verdadera de todo camino espiritual. Es uno de los más bellos frutos de la caridad…”
En estos días en que Por el “bendito” Coronavirus nos hemos visto privados de la libertad del mundo y hemos estado, algunos recluidos en nuestra casa, privados de algunos placeres; hemos tenido, por fin, tiempo para meditar, para aquilatar qué es lo realmente importante en nuestra vida, en qué o en quién hemos puesto nuestras seguridades, a cual Dios hemos estado sirviendo, hemos constatado que hemos creado falsos ídolos que nos han llevado a matarnos trabajando por llenar esas aparentes necesidades que al fin y al cabo nunca son suficientes., lo hemos visto en quienes han abarrotado sus alacenas…
Hoy, para muchos con esta crisis se nos ha hecho pesada la máscara que nos hemos venido poniendo de a ratos ser buenos, esposos perfectos, padres perfectos, trabajadores perfectos, de ser ayunadores perfectos, de quien tiene el control de todo y asi evadir para no encontrarme. Hoy por fin hemos tenido tiempo, eso que tanto necesitábamos; hemos tenido tiempo para hacer un alto en el camino y reflexionar profundamente, vivir ese desierto necesario para nuestra vida y entrar en la Semana Mayor un poco más claro de quién soy realmente, de cómo he empleado esa libertad que El me dio pagando un altísimo precio. Nos hemos visto, parece duro esta palabra, pero es asi, nos hemos visto forzado a compartir con nuestra familia y seguramente muchos nos hemos sentido incómodos, aburridos, enojados porque nos hemos acostumbrado a vivir la superficialidad de la vida familiar.
Nos dice el Papa Francisco a propósito del evangelio: ”…A la luz de esta enseñanza, todos los mandamientos revelan su pleno significado como una exigencia de amor, y todos se reúnen en el gran mandamiento: amar a Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo“ Hoy tenemos tiempo para compartir en nuestra casa la vida ordinaria de manera extraordinaria, la oración y la fe.
Mes de Marzo
Intención de oración universal
Recemos por la Iglesia de China.
Recemos para que la Iglesia en China persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en unidad.
Palabra de Vida .
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.” (Mateo 7, 12)
Esta Palabra nos impulsa a ser creativos y generosos, a tomar la iniciativa, a tender puentes hacia quien no es nuestro amigo, como Jesús mismo hizo. Nos exige la capacidad de salir de nosotros para ser testigos creíbles de nuestra fe.
Perseverando veremos cambiar el mundo a nuestro alrededor poco a poco. Comprenderemos que el Evangelio comporta la vida más fascinante, enciende la luz del mundo, le da sabor a la existencia, tiene en sí el principio de la resolución de todos los problemas. No descansaremos hasta poder comunicar nuestra extraordinaria experiencia a otros: a los amigos que pueden comprendernos, a los parientes, a todo aquel que sintamos poder ofrecerla. Renacerá la esperanza”.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.