https://youtu.be/3GpSM5tzvBI
- Ef 2, 1-º0
- Sal 99
- Lc 12, 13-21
Hoy la liturgia nos invita a meditar en la verdadera riqueza que no es precisamente como la del hombre rico que nos narra el texto del evangelio, sino más bien la que nos propone Pablo en la primera lectura, esa que Dios nos da por puro don: la gracia de la salvación. Por eso con el Salmista alabemos al Señor y sirvámosle con alegría.
Entonces el texto de los Efesios nos habla de que hemos sido creados por el amor de Dios para conocerlo por Jesucristo y hemos llegado a este mundo para hacer buenas obras.
Y debemos tener en cuenta que San Pablo no nos dice que debemos hacer para salvarnos, sino que ya estamos salvados, que ya somos hijos de Dios, aunque falte que aparezcamos como tales en plenitud. Tenemos que tener en cuenta una verdad incontrovertible: no es que tengamos que resucitar para ser hijos, sino que por ser hijos seremos resucitados. La resurrección de Cristo nos ha hecho ya hijos resucitados de Dios, aunque aún no se haya manifestado este hecho en toda su grandeza.
Hagamos, pues, buenas obras, porque los hijos de Dios no podemos hacer otra cosa. Y si aún no has tomado esta decisión, que es la más importante de tu vida, te invito a prepararte para ella y decidirte de una vez y para siempre por Cristo, por su Evangelio, por su estilo de vida, por sus proyectos, por su Cruz.
Es por eso que no podemos obviar que el evangelio de hoy nos invita a profundizar en el modo propio que tiene el cristiano de amar, conocer, utilizar y disfrutar la realidad: según el plan de Dios. De este modo, la vivencia de todo, incluso nuestra propia vida, la miraremos según la vocación y la naturaleza propia de cada cosa, según es querida, amada y creada por el Señor.
Esto sin duda alguna, si no nos tapamos los oídos y no cerramos los ojos, causará en nosotros una gran conmoción por su claridad: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes» (Lc 12,15). ¿Qué es lo que asegura la vida del hombre?
Sabemos muy bien en qué está asegurada la vida de Jesús, porque Él mismo nos lo ha dicho: «El Padre tiene el poder de dar la vida, y ha dado al Hijo ese mismo poder» (Jn 5,26). Sabemos que la vida de Jesús no solamente procede del Padre, sino que consiste en hacer su voluntad, ya que éste es su alimento, y la voluntad del Padre equivale a realizar su gran obra de salvación entre los hombres, dando la vida por sus amigos, signo del más excelso amor. La vida de Jesús es, pues, una vida recibida totalmente del Padre y entregada totalmente al mismo Padre y, por amor al Padre, a los hombres. La vida humana, ¿podrá ser entonces suficiente en sí misma?
Tenemos especial problema con los apegos a los bienes materiales, por ser los más necesarios e inmediatos que sacuden nuestros sentidos, y fácilmente se pueden convertir en sonidos ensordecedores que tapan la música suave y bella de la sinfonía divina de la vida cotidiana.
El mundo creado comparte elementos materiales y espirituales, ambos necesarios y accesibles cada día de nuestra vida. Mucho hemos de aprender del Señor a calibrar cómo los amamos, cómo nos apegamos, cómo nos impactan.
Concluimos con esta reflexión del Papa Francisco: “Queridos hermanos y hermanas la verdadera riqueza es el amor de Dios, compartido con los hermanos. Ese amor que viene de Dios y hace que lo compartamos y nos ayudamos entre nosotros. Quién experimenta esto no teme a la muerte, y recibe la paz del corazón.”
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/10/17/17-de-octubre-san-ignacio-de-antioquia/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=17-10-2022
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- http://es.catholic.net/op/articulos/9131/cuidado-con-la-avaricia.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Octubre 2022
“Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».2 Tim 1,7 https://ciudadnueva.com.ar/octubre-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.