?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ef 1,15-23
- Sal 8
- Lc 12,8-12
Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre el gran misterio de la Iglesia de Jesús. Pablo, en esta carta a Efesios, recoge toda la teología que engloba el misterio de la sucesión de Jesús, encumbrado por Dios por encima de todas las cosas, y que permanece en su iglesia a través del Espíritu Santo hasta la futura consumación.
Pablo tiene claro cuál debe ser el compromiso de los fieles creyentes como continuadores y realizadores del reino de Jesús. Y en esa clarividencia da gracias y pide sabiduría y revelación para que el espíritu ilumine los corazones y anime la esperanza de los hermanos de fe.
Somos herederos de la gloria del Padre manifestada en Jesús, que ha de brillar también en nuestras vidas y en nuestras comunidades para trasparentar la gracia recibida de Dios, que es don para toda la humanidad. Como comunidad creyente debemos ser testigos fieles de la salvación que Jesús nos ha confiado.
El Papa Francisco, nos interpela: “¿Cuál es entonces la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas y en la vida de la Iglesia para guiarnos a la verdad?”.
En primer lugar, recuerda e imprime en los corazones de los creyentes las palabras que Jesús dijo, y a través de estas palabras, la ley de Dios se inscribe en nuestros corazones, se convierte en un principio de vida. Se realiza la gran profecía de Ezequiel:
“Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo, infundiré mi espíritu en ustedes y haré que signa mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes”. (Ezequiel 36,25-27)
De lo profundo de nosotros mismos nacen nuestras acciones, es el corazón el que debe convertirse a Dios, y el Espíritu Santo lo transforma si nosotros nos abrimos a Él.
El Espíritu Santo, entonces, como promete Jesús, nos guía en toda la verdad, nos lleva no solo para encontrar a Jesús, la plenitud de la Verdad, sino que nos guía en la Verdad, es decir, nos hace entrar en una comunión siempre más profunda con Jesús, dándonos la inteligencia de las cosas de Dios.”
Por eso y refiriéndose a los pecados contra el Espíritu Santo, el padre Yepes en el audio, nos refiere al CC 1864 y a la Encíclica de San JUan Pablo II Dominun et vivificantem”.
Una encíclica sobre el Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y del mundo. Hay un apartado especial donde se habla precisamente del pecado contra el Espíritu Santo. Explica el Santo Pontífice: “¿Por qué la blasfemia contra el Espíritu Santo es imperdonable?, ¿Cómo es posible que la blasfemia contra el Padre o contra el Hijo es perdonable y contra el Espíritu Santo no….?, ¿Cómo se entiende esto?”
Santo Tomas de Aquino responde: Se trata de un pecado irremisible según su naturaleza, en cuanto que excluye aquellos elementos, gracias a los cuales se da la “remisión de los pecados”.
Es decir: no tienen perdón porque consiste en excluir aquello que hace posible el que los pecados sean perdonados, que es el “arrepentimiento”.
Lo específico del pecado contra el Espíritu Santo consiste en la: -impenitencia
-el rechazo de la conversión.
-en la dureza del corazón
Es imperdonable, uno mismo lo hace imperdonable.
El Espíritu Santo, entonces, como promete Jesús, nos guía en toda la verdad, nos lleva no solo para encontrar a Jesús, la plenitud de la Verdad, sino que nos guía en la Verdad, es decir, nos hace entrar en una comunión siempre más profunda con Jesús, dándonos la inteligencia de las cosas de Dios.
“¿Cuál es entonces la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas y en la vida de la Iglesia para guiarnos a la verdad?”.
Es nos indica el sacerdote, el rechazo radical y obstinado a la salvación ofrecida por Dios hasta el final de nuestra vida. Para recibir la Misericordia de nuestro Señor, se necesita una condición fundamental, el arrepentimiento. Es por eso tan importante pedir docilidad y humildad; dolor del mal causado.
De lo profundo de nosotros mismos nacen nuestras acciones, es el corazón el que debe convertirse a Dios, y el Espíritu Santo lo transforma si nosotros nos abrimos a Él.
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Palabra de Vida Mes de octubre.
Todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.” (Lucas 14, 11)
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.