https://youtu.be/wWAfl8EXVXQ
- Jer 7, 23-28
- Sal 94
- Lc 11, 14-23
La liturgia de hoy nos muestra la actitud de algunos de nosotros que aun viendo los muchos milagros del Señor, pedimos pruebas y hasta llegan a atribuirle su poder al mal.
Jeremías recuerda al pueblo lo que Dios está observando en ellos. En este tiempo de cuaresma nos sirve a nosotros para ver nuestro comportamiento ante Dios y ante los demás, pues igual nos ocurre como al pueblo de Israel, de ahí nuestra necesidad de conversión.
Dios continúa mostrándonos su amor e invitándonos a vivir en comunión con Él, a tenerlo verdaderamente como Dios, y no como un ídolo inerte. Pensemos por un momento ¿cuál ha sido nuestra respuesta a este amor ilimitado e infatigable de Dios por nosotros? Las acusaciones que dirige al pueblo son duras. Podemos pensar ¿Cómo nos suenan a nosotros? No escuchar a Dios. No confiar en Él. Tener el corazón obstinando y preso de nuestros intereses y no tenerle sensible. Dar la espalda y no la cara. Da la sensación que necesitamos de un cambio, descubrir que Dios todavía confía en nosotros.
¡Qué duro y qué ingrato si tenemos este comportamiento con Dios!Con confianza en el amor de Dios Padre manifestado en Jesús, oremos con el salmo 94, que hoy la liturgia nos ofrece. “Ojalá escuchemos hoy la voz del Señor y no endurezcamos nuestro corazón”.
Aprovechemos este tiempo para volvernos al Señor, para responder con más generosidad a sus mandamientos, para crecer en el amor a los hermanos, para ser más de El.
Nos explica el Papa Francisco: “Es necesario cuidar nuestro corazón, donde habita el Espíritu Santo, para que no entren otros espíritus. Cuidar el corazón como se cuida una casa, con llave. Y después vigilar el corazón, como un centinela: Cuántas veces entran los malos pensamientos, las malas intenciones, los celos, las envidias. Entran muchas cosas. Pero ¿quién ha abierto la puerta? ¿Por dónde han entrado? Si yo no me doy cuenta de cuánto entra en mi corazón, se convierte en una plaza, donde todos van y vienen. Un corazón sin intimidad, un corazón donde el Señor no puede hablar y tampoco ser escuchado.
Jesús dice otra cosa allí, que parece un poco rara: ‘el que no recoge conmigo, desparrama‘. Usa la palabra ‘recoge’. Tener un corazón recogido, un corazón sobre el que no sabemos qué sucede, y aquí y allá, se puede hacer la práctica tan antigua de la Iglesia, pero buena: el examen de conciencia. ¿Quién de nosotros, en la noche, antes de terminar la jornada, permanece solo, sola, y se hace la pregunta: ¿qué ha sucedido hoy en mi corazón? ¿Qué ha sucedido? ¿Qué ha pasado a través de mi corazón? Si no lo hacemos, realmente no sabemos vigilar bien ni cuidar bien»
También nos dice el evangelio “todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa”. La unidad entre los cristianos es siempre campo de conversión. Y una unidad que será entorno a Cristo, porque “El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama”. Hemos de estar vigilantes porque con facilidad y sutileza el enemigo va sembrando pequeños enfados, juicios críticos, pequeñas incomprensiones… que por ser pequeñas podemos no darle importancia, pero si no reparamos termina “subiendo” el tono con la discordia, la murmuración o la crítica. Todo esto acaba por separarnos de Cristo y entre nosotros. Es parte de la conversión a la que somos llamados en esta cuaresma.
¿Estamos con Jesús? ¿Dejamos que Él actúe en nosotros? ¿Actuamos nosotros en nombre de Jesús y con su fuerza y confianza? Es bueno que meditemos, también acerca de cuál es nuestra colaboración en este “expulsar demonios” o echar el mal. Preguntémonos: ¿pongo lo necesario para que el Señor expulse el mal de mi interior? ¿Colaboro suficientemente en este “expulsar”? Porque «del corazón del hombre salen las intenciones malas» (Mt 15,19). Es muy importante la respuesta de cada uno, es decir, la colaboración necesaria a nivel personal.
Que María interceda ante Jesús, su Hijo amado, para que expulse de nuestro corazón y del mundo cualquier tipo de mal (guerras, terrorismo, malos tratos, cualquier tipo de violencia). María, Madre de la Iglesia y Reina de la Paz, ¡ruega por nosotros!
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- http://es.catholic.net/op/articulos/14337#modal
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/03/16/cuidar-la-unidad-para-recoger-con-cristo/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=16-03-2023
Palabra de Vida Mes de Marzo 2023
“ Vivan como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad,justicia y verdad» (Ef 5, 8-9) | https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2022/12/PV-03-2023_doble.doc
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.