?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/ovNvGLvV1pY
- Jue 2, 11-19
- Sal 105
- Mt 19, 16-22
En este pasaje de la primera lectura, vemos al pueblo de Dios, al pueblo que ha visto los prodigios y las maravillas de Dios, cometer toda clase de maldades. La causa: han abandonado al verdadero Dios y se han postrado ante dioses falsos que ofrecen paraísos “artificiales”.
Nosotros, cristianos, no somos inmunes a la seducción de los “dioses modernos”; y de hecho, si nuestra sociedad, que decimos “cristiana”, padece de esta perversión es porque muchos de los cristianos han volteado sus ojos, si no totalmente, sí con cierta aceptación, hacia los falsos dioses.
Dioses a los que se les puede servir con comodidad y sin compromiso, que se acomodan a nuestros deseos; dioses que no exigen renuncia y que permiten la avaricia, el lucro, la venganza, que conducen la vida hacia el abismo. Esto ocurrió con Israel, y continúa sucediendo con todos aquellos que, en lugar de seguir al único y verdadero Dios, al Dios del amor, de la salvación y del perdón, van en busca de los dioses falsos, de ídolos inertes que solo terminan por destruir la vida.
“El espíritu del mundo no ama el camino del Hijo de Dios, que se vació a sí mismo, se hizo pobre, se hizo nada, se humilló, para ser uno de nosotros, afirma el Papa Francisco. La pobreza que le dio miedo a aquel muchacho tan generoso –había cumplido todos los mandamientos– y cuando Jesús le dijo: “Mirá, vendé todo lo que tenés y dáselo a los pobres”, se puso triste, le tuvo miedo a la pobreza. La pobreza, siempre tratamos de escamotearla, sea por cosas razonables, pero estoy hablando de escamotearla en el corazón. Que hay que saber administrar los bienes, es una obligación, pues los bienes son un don de Dios, pero cuando esos bienes entran en el corazón y te empiezan a conducir la vida, ahí perdiste. Ya no sos como Jesús.”
Hoy, nos comenta el Rev. D. Óscar MAIXÉ i Altés, la liturgia de la palabra pone ante nuestra consideración el famoso pasaje del joven rico, aquel joven que no supo responder ante la mirada de amor con que Cristo se fijó en él (cf. Mc 10,21). San Juan Pablo II nos recuerda que en aquel joven podemos reconocer a todo hombre que se acerca a Cristo y le pregunta sobre el sentido de su propia vida: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?» (Mt 19,16). comentaba el Papa que «el interlocutor de Jesús intuye que hay una conexión entre el bien moral y el pleno cumplimiento del propio destino».
También hoy, ¡cuántas personas se hacen esta pregunta! Si miramos a nuestro alrededor, podemos quizá pensar que son pocas las personas que ven más allá, o bien que el hombre del siglo XXI no necesita hacerse este tipo de preguntas, ya que las respuestas no le sirven.
Hoy día, continua San Juan Pablo II, para algunos o para muchos —¡qué más da!— puede parecer imposible “ser bueno”… O bien, les puede parecer algo sin sentido: ¡una tontería! Hoy, como hace veinte siglos, Cristo nos sigue recordando que para entrar en la vida eterna es necesario cumplir los mandamientos de la ley de Dios: no se trata de un “óptimo”, sino que es el camino necesario para que el hombre se asemeje a Dios y así pueda entrar en la vida eterna de manos de su Padre-Dios. En efecto, «Jesús muestra que los mandamientos no deben ser entendidos como un límite mínimo que no hay que sobrepasar, sino como una senda abierta para un camino moral y espiritual de perfección, cuyo impulso interior es el amor»
La Hna Ana Belén Verísimo Garcia. O. P., afirma que este texto del Evangelio nos presenta una inquietud, una propuesta y una respuesta. Parece que nuestro corazón espera otro final, que ante la experiencia de lo que queda pequeño y la búsqueda de algo más, la respuesta debía ser un sí, un lanzarse a lo nuevo, al “salto mortal”, a dejar todo y darlo a quien necesita y a seguir al Señor con radicalidad… Pero a veces el miedo o la necesidad de seguridades o… nuestra propia fragilidad como personas humanas nos echan atrás… El Evangelio nos dice que “al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido porque tenía muchos bienes”. Los bienes pueden ser materiales, pero también a muchos otros niveles.
Palabra de Vida Mes de Agosto 2021
“El que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.” (Mateo 18, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.