https://youtu.be/Yu57r1CAPTM
- Apoc 3, 1-6. 14-22
- Sal 14
- Lc 19, 1-10
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?, nos cuestiona el Salmista hoy. Y de verdad deberíamos de tomar el rato para meditar al respecto, pues muchos andamos como los de la comunidad de Sardes: “en apariencia vivos, pero en realidad estamos muertos, nos hemos acostumbrado a la rutina de cada día y hemos perdido la novedad del Señor. Esa novedad que hizo a Zaqueo, subirse al sicomoro para ver pasar al Señor y ante la invitación del Señor a hospedarse en su casa, busca preparar su corazón para ese encuentro que cambiaría su vida.
En este pasaje de la primera lectura, la comunidad de Sardes representa a los cristianos que sólo dan la apariencia de ser buenos cristianos. Quizás van a misa e incluso comulgan pero su corazón está lejos de Dios. Su casa está adornada con imágenes; en la solapa o al cuello traen una cruz, pero todo permanece en la superficialidad, pues su vida y su testimonio dejan mucho qué decir de la vida cristiana; “parecen vivos, pero en realidad están muertos”.
Por su parte, la Iglesia de Laodicea representa a los que no han hecho una opción “total” por Jesús y su Evangelio. Cuando les conviene a sus intereses se dicen cristianos, pero cuando no, entonces pasan desapercibidos. Son, por lo general, cristianos sin compromiso a los cuales les da lo mismo ir a misa que no ir, comulgar que no hacerlo, confesarse o vivir en el pecado; no sienten que ninguno de estos elementos les hagan falta en su vida, son cristianos tibios, por ello, Dios no sabe cómo tratarlos, pues si fueran paganos, serían sujetos de la evangelización, si fueran calientes aumentaría su fervor y los llenaría de gracias, pero no somos ni lo uno, ni lo otro.
Tú y yo hemos sido bautizados y llamados a vivir la comunión con Dios, hemos sido llamados a la fidelidad, la cual, no es fácil pues el pecado y nuestra debilidad nos dominan.
El primer paso para caminar en la dirección adecuada es hacernos conscientes de nuestra realidad, y desde ella saber recibir del Señor todo lo que necesitamos.
Por nuestra parte oído y corazón atentos, porque “Mira, estoy de pie a la puerta y llamo” para establecer una relación de amor y cooperación. Seamos valientes y dejémoslo entrar y cambiar nuestra vida.
El evangelio nos relata la conversión de Zaqueo; un hombre pecador se encuentra con Jesús. Pero este encuentro no sucede de manera fortuita, sino que nace de la curiosidad de este hombre, que seguramente admiraba a Jesús en secreto. Al pasar Jesús por Jericó había mucha gente reunida con la esperanza de ver cómo era ese profeta del que tanto se oía. Uno de ellos era Zaqueo, hombre de mala reputación, ya que se dedicaba a cobrar impuestos y además era muy rico. Su baja estatura le impedía ver a Jesús. Entonces corrió adelantándose para subirse a un árbol y desde ahí poder contemplar a Jesús en el momento en que pasara. Y al pasar Jesús miró hacia arriba y le dijo “Zaqueo, baja enseguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa”.
Cuán transformante habrá sido el encuentro de Zaqueo con Jesucristo para que este hombre decidiera corregir el rumbo de su vida. Probablemente desde el momento en que Zaqueo con tanto interés buscó a Jesús, sabía que su modo de actuar no era el correcto y sabía que conocer a ese profeta le cambiaría la vida, aunque esto tuviera muchas consecuencias. Zaqueo al subir al árbol, vence el respeto humano. Pone los medios necesarios para un encuentro cara a cara con el Señor. No imaginó que Jesucristo le pediría hospedarse en su casa. Y bajó del árbol rápidamente y lo recibió con alegría.
Qué actitud tan hermosa la de Zaqueo, que conociendo sus pecados, acepta al Señor y atiende rápidamente a su petición. Todos los cristianos podemos imitar esta actitud de prontitud ante los reclamos del Señor y una prontitud alegre, porque no hay mayor motivo de felicidad y alegría que Jesús nos llame y lo hace todos los días. Zaqueo no podía seguir siendo el mismo después de conocer personalmente a Cristo. Decide restituir a toda persona que haya engañado. Y Cristo, que conoce el corazón de cada hombre, le da la buena noticia: “Hoy la salvación ha entrado a su casa”.
y como afirma el Papa Francisco: “Aunque no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito, que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida.
Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, más allá del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Él ve más allá de todo eso. Él ve esa dignidad de hijo, que todos tenemos, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma. Es nuestra dignidad de hijo. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida.”
Sì, hoy es el tiempo en que Jesús ofrece su salvación, hoy es el tiempo en el que tenemos que aceptarla. Recuérdalo, Jesús pasa una sola vez, mañana ya se habrá marchado de Jericó. Por eso, no valen las excusas, no vale el “mañana”. Hoy el Señor nos dice: “reacciona, pues, y enmiéndate…”Entonces seremos de esos “agradables a los ojos de Dios eternamente”, como nos indica el Salmo 14.
Bibliografía
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=15-11-2022
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/11/15/hoy-es-el-tiempo-de-la-salvacion/
- https://es.catholic.net/op/articulos/10445/cat/331/zaqueo-hoy-ha-llegado-la-salvacion-a-esta-casa.html#modal
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2022
“Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.” (Mateo 5, 7) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.