- 1 Re 19, 19-21
- Sal 15
- Mt 5, 33-37
Hoy la liturgia nos invita a meditar sobre el legado de autoridad que el Señor nos cede.
En la primera lectura nos dice que Elías pasó junto a Eliseo y le ecó encima su manto… luego Eliseó siguó a Elías y se puso a su servicio. El legado del manto de Elías el Profeta a Eliseo simbolizó el legado de la autoridad profética de Elías a Eliseo.
Todas las llamadas de Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, tienen alguna nota especial en cada una de las personas llamadas, y también algo común, que justamente es la llamada de Dios. No todas las personas llamadas responden afirmativamente. Pero muchas de ellas sí lo hacen. Y lo hacen cayendo en la cuenta de que, ni más ni menos, es el mismo Dios el que llama. ¿Cómo se le puede decir que no a ese Dios que nos ama tan entrañablemente, que nos ha creado, que busca siempre nuestro bien principalmente a través de Jesús, que por mediación de él llega a hacernos hijos suyos y que nos asegura que siempre estará a nuestro lado, caminando con nosotros en el camino de nuestra vida y que nos promete una vida de total felicidad después de nuestra muerte y resurrección?
Así lo entendió Eliseo y dejando su trabajo y a su familia atendió la voz de Dios.
En el Salmo le damos ese legado de autoridad al Señor cuando proclamamos: “Señor mi vida esta en tus manos”
En el texto del evangelio, Jesús nos revela la integridad que Jesús esperaba de sus seguidores, de suerte que, quien tratara con ellos, estuviera seguro que su palabra no se apartaba ni a la derecha ni a la izquierda; su palabra sería siempre una garantía de verdad.
Jesús, nos explica el Papa Francisco, dice a sus discípulos que no juren, en cuanto el juramento es señal de la inseguridad y de la doblez con la cual se desarrollan las relaciones humanas. Se instrumentaliza la autoridad de Dios para dar garantía a nuestras actividades humanas. Más bien estamos llamados a instaurar entre nosotros, en nuestras familias y en nuestras comunidades un clima de limpieza y de confianza recíproca, de manera que podemos ser considerados sinceros sin recurrir a intervenciones superiores para ser creídos.”
El mundo debería saber que cuando un cristiano dice “sí” es sí y cuando dice “no” es no, sin necesidad de más argumentos y, mucho menos, de juramentos. Para que esto llegue a ocurrir, será necesario que el mundo reconozca en nosotros hombres y mujeres sin doblez, que preferimos pasar un mal rato antes que decir una mentira. Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a luchar contra esta debilidad humana y a presentarnos como testigos de la verdad.
Textos insultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://es.catholic.net/op/articulos/65671/cat/331/tu-nombre-nunca-en-vano.html#google_vignette
Palabra de Vida Mes de junio “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o que se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo” (Marcos 4, 26 – 27)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.