https://youtu.be/cU89XnKYwVA
- 2 Cor 3, 15-4.1. 3-6
- Sal 84
- Mt 5, 20-26
La liturgia de estos días, nos ha ido trazando el camino para ser buenos cristianos, como el lunes que nos hablaba de cómo ser rectos en nuestro proceder; ayer nos invitaba a ser sal de la tierra y luz del mundo y hoy nos indica cómo convivir en paz con los demás, y ser libres practicando el perdón y la empatía.
Para ello San Pablo nos da lecciones muy importantes como la libertad que gozan los que poseen el Espíritu del Señor, quien mejor que al ser un converso y por supuesto, consciente que lo que Jesús dijo e hizo, nada más y nada menos que permitirle reflejar “con el rostro descubierto la gloria del Señor, como un espejo”, y, con la ayuda de su presencia, le daba una libertad total para actuar. Libertad que tenía para mantenerse fiel a la experiencia vivida con el Resucitado, por supuesto que por, eso estaba convencidos que eso era algo fundamental y necesario comprender, lo contrario era tener un velo en los ojos, como vivió él antes de tener el encuentro con el Señor.
Así debe ser en cada uno de nosotros, la acción del Espíritu Santo, debe levarnos al conocimiento más pleno de la Luz esplendorosa de la gloria del Señor, esa misma que debemos reflejar en nuestros rostros, como nos lo indica San Palo “ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para dar a conocer el resplandor de la gloria de Dios, que se manifiesta en el rostro de Cristo. Y el Salmista lo complementa; “la gloria del Señor habitará en la tierra”, entonces si quisiéramos definir en pocas palabras lo que significa ser auténticamente cristiano, un buen cristiano, muy posiblemente lo podríamos hacer, diciendo que es o debe ser: signo, o sea una manifestación anticipada de aquello a lo que Jesús destina a todos los hombres, ser sal de la tierra y luz del mundo; también ser presencia, por ejemplo, su presencia viva en el corazón de cada cristiano, porque El dijo que vendría y haría morada en cada discípulo y finalmente ser transparencia de Jesús, que quien te mire le mire, quien te escuche lo escuche y quien te vea vea como nos dice el texto de hoy con el rostro descubierto, reflejar la gloria de Dios.
Y aun hay más, pues hoy Jesús en el evangelio Jesús, con autoridad, cambia la interpretación del precepto negativo “No matar” (cf. Ex 20,13), por la interpretación positiva de la profunda y radical exigencia de la reconciliación, puesta —para mayor énfasis— en relación con el culto. Así, no hay ofrenda que sirva cuando «te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti» (Mt 5,23). Por eso, importa arreglar cualquier pleito, porque de lo contrario la invalidez de la ofrenda se volverá contra ti.
Y probablemente en un primer momento a todos nos viene a la mente el no al homicidio (el de los mafiosos, los terroristas, etc..). No todos, bajo la dictadura del relativismo, reconocerían también a los no nacidos víctimas del aborto, o a los ancianos sometidos a una eutanasia activa porque son vistos como una carga para la sociedad. Tampoco todos reconocerían a los que están a la espera de la condena a muerte. Pero, eso sí, a muy pocos, se les ocurriría que el “no matar” incluye también a:
- El que muere porque no cuenta o no aporta nada siendo enfermo o anciano y que según el capricho de otros no tiene calidad de vida.
- El que pasa hambre y muere de desnutrición, o el enfermo que muere porque en su país no cuenta con una cobertura sanitaria suficiente.
- El vagabundo que perdió el trabajo, la familia, la autoestima, y perdió la vida en una fría noche de invierno en la calle.
Es por ello que el cristianismo no consiste únicamente en tener una relación vertical con Dios, sino que ésta ha de expresarse en la relación horizontal hacia nuestros hermanos, y en general, a todos los hombres; tanto es así, que el juicio, de acuerdo a las palabras de Jesús, no estará fundado tanto en nuestra relación con Dios, sino en base al trato que dimos a nuestros semejantes.
Decir que se ama a Dios y que es uno discípulo de Cristo, implica tener un gran amor por nuestros hermanos y buscar crecer en nuestra relación con ellos.
Pidamos al Señor, nos pide el Papa Francisco, “que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡en contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortación paulina: “No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien”. Y también: “¡No nos cansemos de hacer el bien!”. Todos tenemos simpatías y antipatías, y quizás ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: “Señor yo estoy enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella”. Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!”
Que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes. Ef 13,13
Bibliografía
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/13070/cat/565/todo-el-que-se-enoje-con-su-hermano-sera-llevado-al-tribunal.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/06/15/jueves-15-de-junio-2023-10a-semana-to-ciclo-a/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=15-06-2023
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Junio 2023
“Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes.” (2 Corintios 13, 11) https://ciudadnueva.com.ar/junio-2023/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.