?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Gal 5, 8-25
- Sal 1
- Lc 11, 42-46
Ay de ustedes!, nos dice hoy el Señor. Y la lectura a los Galatas, nos invita a vivir conforme al Espiritu de Dios.
En momentos como los que estamos viviendo en nuestro país, la meditación de este texto,nos viene como anillo al dedo, como acostumbramos decir. Veamos San Pablo, nos indica claramente que las obras de la carne son conocidas, entre ellas nombra enemistades, pleitos, rivalidades, enemistades, divisiones, discordias, envidias…No es acaso, lo que estamos viviendo?
Entonces qué podemos hacer? El padre Javier Martin,nos decía en la Homilia que debemos las cosas bien por amor, no por interés como los fariseos.
Y el mensaje del padre Yepes en el audio, me hizo meditar sobre mis actitudes farisaicas, actitudes acomodadizas, de falsas seguridades religiosas, de búsqueda de honores y reconocimientos cuando hacemos cosas buenas.
Es hora, creo yo, de ante tanto disturbio y contradicciones, levantar el estandarte de nuestra identidad con los principios que el Señor vino a enseñarnos. Es hora de mostrar como viven los Hijos del Espiritu, practicando el amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí.
Concluyamos nuestra meditación con las palabras del Papa Francisco:”Jesús focaliza la atención sobre un aspecto más profundo y afirma: “Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre”.
De esta manera subraya el primado de la interioridad, el primado del corazón: no son las cosas exteriores las que nos hacen o no santos, sino el corazón que expresa nuestras intenciones, nuestras elecciones y el deseo de hacerlo todo por amor de Dios.
La frontera entre el bien y el mal no pasa fuera de nosotros sino más bien dentro de nosotros. Sin un corazón purificado, no se pueden tener manos verdaderamente limpias y labios que pronuncian palabras sinceras de amor.
El padre Javier,nos invita a motivarnos cada día con esta oración:
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera. Amén.
<
p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”16″>
Palabra de Vida Mes de octubre.
Todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.” (Lucas 14, 11)
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.