https://youtu.be/GsZ1tE7e22g
- Sab 18, 14-16; 19, 6-9
- Sal 104
- Lc 18, 1-8
Tanto la primera lectura como el texto del salmo hacen alusión al recuerdo de la creación, con palabras del salmista: contando las maravillas que hizo el Señor y cantando al son de instrumentos, nos comentan las Monjas Dominicanas Contemplativas.
Esta semana estamos leyendo el libro de la Sabiduría, texto para escuchar y profundizar en la lectura continua que nos presenta la liturgia. Hemos de saber que el libro de la Sabiduría es un texto griego que forma parte de los libros deutero canónicos.
Dice la Biblia de Jerusalén que estos capítulos son un largo paralelo antitético entre el destino de los egipcios y el de los israelitas, en el que el autor enriquece el relato con rasgos inventados.
El silencio apacible que lo envuelve todo enmarca el comienzo del texto de hoy y si pensamos que nos rodea el ruido, necesitamos de ese silencio sereno, de esos momentos de silencio interior para enmarcar el comienzo de cada día, de cada actividad. Estamos en tiempos de valorar el silencio, tan preciado en un mundo lleno de ruidos.
El autor de la sabiduría interpreta la intervención del agua, de los animales, de la creación entera, como signo de la correlación entre la salvación de los justos y el equilibrio del Cosmos. Dios interviene en la vida del hombre, en la historia del pueblo; su palabra es siempre activa en el corazón del ser humano y en el de los acontecimientos, pero a menudo no la oímos, nos falta el silencio para percibir esta voz.
Sugerente parábola en la que Lucas compara a Dios con un personaje poco honrado para convencernos de que, si el juez de la parábola es capaz de hacer justicia sin honradez, ¿cómo vamos a dudar de la justicia de Dios que es todo amor y bondad?
Antes de la parábola, el evangelista, que es muy buena persona, ya nos dice cuál va ser la cuestión: las dos características de la oración; para él debemos orar siempre y sin desanimarnos. Orar siempre porque la oración no es un contrato ni una petición administrativa, no rezamos «para que» Dios nos dé algo de la misma manera que metemos unas monedas en una máquina para que ésta deje caer el refresco o la chocolatina. Rezamos porque esa es nuestra manera de respirar como cristianos, porque necesitamos hablar con Dios nuestro Padre, porque necesitamos contarle cómo nos va, darle gracias por sus regalos, pedirle lo que creemos que necesitamos, recordar ante él a nuestros seres queridos. El cristiano reza siempre, igual que los esposos necesitan seguir hablando siempre (o mejor, necesitan comunicarse siempre, con palabras o sin ellas), igual que los amigos necesitan seguir contándose cosas, igual que los seres humanos necesitamos escuchar y ser escuchados.
Orar sin desanimarse porque en la comunidad de Lucas ya hay desánimos y frustraciones.
En la parábola queda reflejado el desánimo en forma de injusticia. La viuda quiere que el juez atienda su causa, pero éste no quiere ni oír hablar del expediente. Sin embargo, la insistencia de la mujer consigue su objetivo.
La enseñanza del Evangelio es clara, afirma el Papa Francisco, se debe rezar siempre, también cuando todo parece vano, cuando Dios parece sordo y mudo y nos parece que perdemos el tiempo. Incluso si el cielo se ofusca, el cristiano no deja de rezar. Su oración va a la par que la fe. Y la fe, en muchos días de nuestra vida, puede parecer una ilusión, un cansancio estéril. Hay momentos oscuros, en nuestra vida y en esos momentos la fe parece una ilusión. Pero practicar la oración significa también aceptar este cansancio. “Padre, yo voy a rezar y no siento nada… me siento así, con el corazón seco, con el corazón árido”. Pero tenemos que ir adelante, con este cansancio de los momentos malos, de los momentos que no sentimos nada. Muchos santos y santas han experimentado la noche de la fe y el silencio de Dios —cuando nosotros llamamos y Dios no responde— y estos santos han sido perseverantes.
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2021
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5, 9) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.