?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Gen 3, 9-24
- Sal 89
- Mc 8, 1-10
El Señor nos pregunta cada día, como nos relata la primera lectura del Génesis, diciendo: “¿dónde estás?” A veces no sabemos ni dónde estamos, porque nos escondemos de Dios para no ver nuestros pecados, defectos…, y para saber dónde estamos, nos tenemos que mirar desde la mirada de Dios, sin miedo, con amor, pero con verdad, como nos lo explica el sacerdote Carlos Yepes en el audio.
La reflexión que nos ofrece hoy el Monasterio de Santo Domingo acerca de la Eucaristia, nos dice que Jesús al darse cuenta de la necesidad de la gente que le seguía, se mueve a compasión y se identifica con ellos, exponiendo a sus discípulos su necesidad e implicándoles a ellos también en una posible solución, pero los discípulos se sienten muy limitados, reconocen su incapacidad y no ven la forma de paliar esa carencia, y en el fondo ven que sus provisiones no son suficientes para tanta multitud, porque tampoco ellos querían compartirlas.
Cuando las provisiones no son suficientes ni para nuestra propia necesidad, ¿somos capaces de compartirlas con los otros?, ¿cómo actuamos?, ¿confiamos en que Dios, que no se deja ganar en generosidad y que cuida de las aves del campo, va a ayudarnos en esta situación? La enseñanza que el Señor quiere que aprendan los discípulos en esta ocasión, y a través de ellos nosotros, es que es más grande dar que recibir, aunque esos dones o riquezas que tengas sean imprescindibles para ti. Él no renegó, no dijo es muy poco, no alcanzan o no sirven, simplemente los tomó y dio gracias.
El Papa Francisco no explica: “ Si Jesús hubiese despedido a la gente, muchas personas se habrían quedado sin comer. En cambio, aquellos pocos panes y pescados, compartidos y bendecidos por Dios, fueron suficientes para todos.
Y atención ¿eh?: no es una magia, ¡es un signo! Un signo que invita a tener fe en Dios, el Padre providente, que no nos hace faltar el pan nuestro de cada día, si nosotros sabemos compartirlo como hermanos.
El milagro de los panes preanuncia la Eucaristía. Esto se puede ver en el gesto de Jesús que recita la bendición antes de partir el pan y distribuirlo a la gente. Es el mismo gesto que hará Jesús en la Última Cena, cuando instaura el memorial perpetuo de su Sacrificio redentor.
En la Eucaristía, Jesús no da un pan, sino el pan de vida eterna, se dona a Sí mismo, ofreciéndose al Padre por amor a nosotros.
Nosotros debemos ir a la Eucaristía con aquel sentimiento de Jesús, es decir, la compasión, y con aquel deseo de Jesús, compartir.
Quien va a la Eucaristía sin tener compasión por los necesitados y sin compartir, no se encuentra bien con Jesús.
Compasión, compartir, Eucaristía. Este es el camino que Jesús nos indica en este Evangelio. Un camino que nos lleva a afrontar con fraternidad las necesidades de este mundo, pero que nos conduce más allá de este mundo, porque parte de Dios Padre y regresa a Él.
Que la Virgen María, Madre de la Divina Providencia, nos acompañe en este Camino”
Quiera Dios otorgarnos el don de ser agradecidos siempre, en lugar de estar quejándonos constantemente.
Palabra de Vida Mes de Febrero 2021
“Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.” (Lucas 6, 36) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.