- ?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Deut 31, 1-8
- Sal 32
- Mt 18, 1-5. 10. 12-14
La Palabra de este martes nos presenta dos referentes para nuestra vida En la primera lectura, una persona de edad muy avanzada (¡a ciento veinte, no llega cualquiera!), y en el Evangelio, un niño.
Meditamos, en la primera lectura de este día, cómo Moisés proclama tan sereno ante el pueblo, que el Señor le ha dicho que él no pasará el Jordán. ¡Después de toda la paciencia tuvo con el pueblo para llevarles hasta la tierra prometida! Será otro, Josué… ¡Y qué palabras tan hermosas le dirige, a él y a todo el pueblo, de ánimo y confianza ante la misión que el Señor les presenta!:“El Señor, tu Dios, avanza a tu lado. Él estará contigo: no te dejará ni te abandonará. No temas ni te acobardes”.
Lo importante es que el plan de Dios se lleve adelante, su misión, no “quién” lo lleva adelante. Por ello, Moisés está feliz de pasarle el testigo a un hermano más joven. ¡Qué escena más hermosa para revivir en nuestras comunidades! Vivir libres, sin apegarnos ni a nada ni a nadie, ni a cargos ni servicios, ni a los resultados… pues ¡cuántos hermanos nuestros ya han ido por delante sembrando, y ahora estamos recogiendo sus frutos! Aprendamos de Moisés, cómo poder pasar la antorcha. Esto nos confronta con nuestra actitud que muchas veces es más como la de los Sebedeos.
Y el evangelio nos complementa con la pregunta ¿quién es el mayor en el Reino? Si no tenemos corazón de niños, no nos será posible.
El Padre Yepes, en el audio, puntualiza ciertas características fundamentales para lograrlo: simplicidad y limpieza de corazón; profunda confianza en Dios; la alegría para gozarnos con lo simple de la vida; tener esa capacidad de sorprendernos y descubrir la novedad de Dios en nuestra vida y por último, perdonar con facilidad y estar abiertos en todo momento a la reconciliación.
Nos dice el Papa Francisco: “…Los niños sonríen espontáneamente y lloran espontáneamente. Depende siempre del corazón, y con frecuencia nuestro corazón se bloquea y pierde esta capacidad de sonreír, de llorar.
Entonces, los niños pueden enseñarnos de nuevo a sonreír y a llorar. Pero, nosotros mismos, tenemos que preguntarnos: ¿sonrío espontáneamente, con naturalidad, con amor, o mi sonrisa es artificial? ¿Todavía lloro o he perdido la capacidad de llorar? Dos preguntas muy humanas que nos enseñan los niños.
Por todos estos motivos Jesús invita a sus discípulos a hacerse como niños, porque de los que son como ellos es el reino de Dios”
Mes de agosto
Organizate
Realiza obras de caridad Ayuda a personas necesitadas, practicando obras de caridad, sobre todo a las personas necesitadas de afectos, recuerda que también son tus hermanos. Organiza, con amigos o hermanos de fe, visitas periódicas a ancianatos y hospitales, llevándoles la lectura del Evangelio del día y ¿por qué no, la Celebración de la Palabra?
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.