https://youtu.be/3dVqSWbeAQA
- Gal 5, 18-15
- Sal 1
- Lc 11, 42-46
La litugia de hoy nos invita a reflexionar acerca de nuestra coherencia, pues de nada nos sirve mostrarnos como buenos cristianos por el cumplimiento si, nuestro corazón no está limpio y solo nos mueven las apariencias. Esforcémonos en dejar a nuestro paso los frutos del Espíritu Santo.
Y es que como nos dice San Pablo, lamentablemente cuando no permitimos al Espíritu que se desarrolle dentro de nosotros, cuando no tenemos suficiente tiempo para nuestra oración y en general para nuestro trato con Dios “sea meditando su Palabra o recurriendo a los Sacramentos”, cuando se busca vivir sólo regido por normas de tipo moral, el egoísmo y la debilidad humana producen únicamente frutos de muerte y destrucción. Mientras que, cuando permitimos que Dios sea realmente Dios dentro de nosotros, los frutos de esta relación interior se manifiestan en vida y alegría, entonces, “si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu.
Y es esta falta de coherencia lo que Jesús denuncia en el evangelio, departe de los fariseos y los maestros.
Quizás las palabras de Jesús también nos interpelen a nosotros. A veces podemos volvernos complacientes y asumir que nuestra forma de vivir se ajusta al Evangelio. Nuestra conversión está en marcha. ¡Quizás no hable cuando deba! Si es así, es posible que deba orar al Espíritu Santo por sabiduría para proclamar el mensaje de Jesús.
Afirma el Papa Francisco: “El mundo tiene necesidad de hombres y mujeres no cerrados, sino llenos de Espíritu Santo. El estar cerrados al Espíritu Santo no es solamente falta de libertad, sino también pecado.
Existen muchos modos de cerrarse al Espíritu Santo. En el egoísmo del propio interés, en el legalismo rígido – como la actitud de los doctores de la ley que Jesús llama hipócritas -, en la falta de memoria de todo aquello que Jesús ha enseñado, en el vivir la vida cristiana no como servicio sino como interés personal, entre otras cosas.
En cambio, el mundo tiene necesidad del valor, de la esperanza, de la fe y de la perseverancia de los discípulos de Cristo. El mundo necesita los frutos, los dones del Espíritu Santo, como enumera san Pablo: “amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí”. El don del Espíritu Santo ha sido dado en abundancia a la Iglesia y a cada uno de nosotros, para que podamos vivir con fe genuina y caridad operante, para que podamos difundir la semilla de la reconciliación y de la paz. Reforzados por el Espíritu Santo –que guía, nos guía a la verdad, que nos renueva a nosotros y a toda la tierra, y que nos da los frutos– reforzados en el espíritu y por estos múltiples dones, llegamos a ser capaces de luchar, sin concesión alguna, contra el pecado, de luchar, sin concesión alguna, contra la corrupción que, día tras día, se extiende cada vez más en el mundo, y de dedicarnos con paciente perseverancia a las obras de la justicia y de la paz“.
Todo el pensamiento del Señor concluye en que el alma de nuestra actividad han de ser la justicia, la caridad, la misericordia y la fidelidad.
Complementando esto el Salmista nos dice que “el Serñor nos ha mostrado su amor y su lealtad”, entonces no deberíamos responderle nosotros en la misma medida. Pidámosle con la Oración Colecta que su gracia continuamente nos disponga y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el bien.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/8942/cat/331/ay-de-vosotros-que-imponeis-a-los-demas-cargas-intolerables.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=12-10-2022
- https://www.espaciosagrado.com/node/187115
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Octubre 2022
“Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».2 Tim 1,7 https://ciudadnueva.com.ar/octubre-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.