https://youtu.be/hmKgspw4dUU
- Is 35, 1-6, 10
- Sal 145
- Stgo 5, 7-10
- Mt 11, 2-11
Este domingo quiere despertar en nosotros los sentimientos de alegría que produce saber que Cristo está cerca, y libera a los pobres de sus males. Lo llamamos “Gaudete”, porque en él todo nos invita a regocijarnos, pero teniendo en cuenta, quien es la causa, especialmente para los más pequeños, débiles y sencillos.
Este Adviento en que vive el cristiano, nos ayuda a crecer en la alegría y el buen ánimo de la fe… Quien tiene esperanza en el Señor recibe el don de la alegría, que más que un sentimiento o estado de ánimo pasajero, es un don mesiánico y fruto del Espíritu Santo. Es la alegría del Señor y por el Señor. La alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. (Papa Francisco). El Papa nos invita a encontrar en la Palabra y los hechos de Jesús, una fuente de alegría.
La lectura de Isaías evoca una escena de imágenes creativas y creadoras. Es una procesión que está encabezada por la personificación de una de las cosas más necesaria para nuestro corazón: La Alegría. Pero no se trata de cualquier alegría, sino de una Alegría con mayúsculas, de una alegría perpetua. Y de nuevo termina la procesión (v. 10), se corta de raíz para que queden alejados la pena y la aflicción (que son el desierto, la infelicidad, la opresión y la injusticia). Es decir, la procesión a la ciudad de Sión la abre la alegría y la cierran la alegría y el gozo.
Dos elementos resuenan con fuerza en este texto de la carta de Santiago: la venida (parousía ) del Señor y la paciencia ( makrothymía ). Para ello se pone el ejemplo del labrador, pues no hay nada como la paciencia del labrador esperando las gotas de agua que vienen sobre la tierra. hasta que una día llega y ve que se salva su cosecha. De nada vale desesperarse. porque llegará, a pesar de las épocas de larga sequía. Pero la paciencia de que todo cambiará un día es sinónimo de entereza y de ánimo.
II.2.El texto, pues, de la carta Santiago pretende llamar la atención sobre la venida del Señor. El autor hablaba de una venida que se consideraba próxima, como sucedía en los ámbitos apocalípticos del judaísmo y el cristianismo primitivo. Pero recomienda la paciencia para que el juicio no fuera esperado como un obstáculo o un despropósito. Es verdad que no tiene sentido esperar lo que no merece la pena. Hoy no nos valen esas imágenes que se apoyaban en elementos críticos de una época. Pero sí la recomendación de que en la paciencia hay que escuchar a los profetas que son los que han sabido dar a la historia visiones nuevas. No debemos escuchar a los catastrofistas que destruyen, sino a los profetas que construyen.
El texto del evangelio, como el domingo anterior, lnos presenta la figura de Juan el Bautista. Juan nos enseña a tomar en serio nuestra misión en la tierra: ser cristianos coherentes, que se saben y actúan como hijos de Dios. Debemos preguntarnos: —¿Cómo se prepararían María y José para el nacimiento de Jesucristo? ¿Cómo preparó Juan las enseñanzas de Jesús? ¿Cómo nos preparamos nosotros para conmemorarlo y para la segunda venida del Señor al final de los tiempos? Pues, como decía san Cirilo de Jerusalén: «Nosotros anunciamos la venida de Cristo, no sólo la primera, sino también la segunda, mucho más gloriosa que aquélla. Pues aquélla estuvo impregnada por el sufrimiento, pero la segunda traerá la diadema de la divina gloria».
Nos explica el Papa Francisco: “Es el momento de redescubrir la presencia de Dios y su ternura de padre. Dios no ama la rigidez. Él es Padre, es tierno. Todo lo hace con ternura de Padre. Seamos también nosotros como la multitud que interrogaba a Juan: “¿Qué tenemos que hacer?”. La respuesta del Bautista no se hace esperar. Él invita a actuar con justicia y a estar atentos a las necesidades de quienes se encuentran en estado precario. Lo que Juan exige de sus interlocutores, es cuanto se puede reflejar en la ley. A nosotros, en cambio, se nos pide un compromiso más radical. Se nos pide ser instrumentos de misericordia, conscientes de que seremos juzgados sobre esto. Quién ha sido bautizado sabe que tiene un mayor compromiso. La fe en Cristo nos lleva a un camino que dura toda la vida: el de ser misericordiosos como el Padre.”
Bibliografia
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/pautas/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/63929/cat/504/el-regalo-que-cristo-nos-prepara.html#modal
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2022
“Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna” (Isaías 26, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Dciembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.