?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/geNVbmghM4Q
- Col 1, 1-8
- Sal 51
- Lc 4, 38-44
Dos elementos centrales e indisociables de la vida cristiana son, como lo menciona hoy san Pablo en la primer lectura: la fe en Cristo y el amor a los hermanos. Y es que creer en Cristo significa creer que ÉL habita en cada uno de los bautizados, de manera que lo que hacemos por alguno de nuestros hermanos, sobre todo cuando están en necesidad, lo estamos haciendo por el mismo Jesús.
Una persona así no puede ser confundida, como el árbol que por sus frutos se reconoce. Es necesario que nuestra fe se haga manifiesta en nuestros centros de trabajo y de estudio, en nuestro barrio, pero sobre todo en nuestras familias. No pierdas hoy esta oportunidad y ejercítate en la caridad.
Es necesario, afirma Fray Juan José de León Lastra O. P., que veamos nuestra vida ante esa Nueva Noticia, ante “ese mensaje de verdad”. Hacerlo entre tantas noticias como nos llegan, tantas verdades, ¡cuántas son posverdades!, que quieren dominar nuestro pensar y ser. Esa fe en Cristo, ese amor al pueblo es la auténtica de verdad. En función de ellas otras ideas otros sentimientos serán verdades; o bien posverdades, o sea, verdades que son fruto de nuestros intereses, no lo más nobles precisamente.
Y es una de las actitudes fundamentales de Jesús y que san Lucas no se cansa de resaltar, es su gran misericordia que lo lleva a estar disponible para los demás. Para ÉL, no hay un momento determinado para sanar, para atender a los que lo buscan. Todo su tiempo le pertenece a los demás, para quienes ÉL ha sido enviado. Se ha hecho disponible para todos y todos han encontrado en ÉL alivio y consuelo.
Nos explica el Papa Francisco: “La multitud, marcada por sufrimientos físicos y miserias espirituales, constituye, por así decir, «el ambiente vital» en el que se realiza la misión de Jesús, hecha de palabras y de gestos que resanan y consuelan. Jesús no ha venido a llevar la salvación en un laboratorio; no hace la predicación de laboratorio, separado de la gente: ¡está en medio de la multitud! ¡En medio del pueblo! […] Es una humanidad surcada de sufrimientos, cansancios y problemas: a tal pobre humanidad se dirige la acción poderosa, liberadora y renovadora de Jesús. Así, en medio de la multitud hasta tarde, se concluye ese sábado. ¿Y qué hace después Jesús? Antes del alba del día siguiente, Él sale sin que le vean por la puerta de la ciudad y se retira a un lugar apartado a rezar. Jesús reza. De esta manera quita su persona y su misión de una visión triunfalista, que malinterpreta el sentido de los milagros y de su poder carismático. Los milagros, de hecho, son «signos», que invitan a la respuesta de la fe; signos que siempre están acompañados de palabras, que las iluminan; y juntos, signos y palabras, provocan la fe y la conversión por la fuerza divina de la gracia de Cristo.”
Y para finalizar nos comenta el Rev. D. Antoni CAROL i Hostench que hoy nos encontramos ante un claro contraste: la gente que busca a Jesús y Él que cura toda “enfermedad” (comenzando por la suegra de Simón Pedro); a la vez, «salían también demonios de muchos, gritando» (Lc 4,41). Es decir: bien y paz, por un lado; mal y desesperación, por otro.
No es la primera ocasión que aparece el diablo “saliendo”, es decir, huyendo de la presencia de Dios entre gritos y exclamaciones. Recordemos también el endemoniado de Gerasa (cf. Lc 8,26-39). Sorprende que el propio diablo “reconozca” a Jesús y que, como en el caso del de Gerasa, es él mismo quien sale al encuentro de Jesús (eso sí, muy rabioso y molesto porque la presencia de Dios perturbaba su vergonzosa tranquilidad).
Ayer en la Homilia el sacerdote Fernando Muñoz nos aclaraba que no debemos nunca pensar que el poder del mal es similar al poder de Dios. No olvidemos que Jesús con su muerte y resurrección venció el poder del mal, de tal modo que este solo tendrá poder en nuestra vida si nosotros se lo permitimos.
Para el poder que el mal quiera tener en nuestra vida hay un antídoto, continua el Rev D. Antoni, hacer el pequeño compromiso de dedicar un rato cada día a mirar y a escuchar a Jesús (lo que se entiende por oración): Jesús lo hacía, ya que «al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario» (Lc 4,42). Hacer el pequeño compromiso de vencer el egoísmo en una pequeña cosa cada día por el bien de los otros (a eso se le llama amar). Hacer el pequeño gran compromiso de vivir cada día en coherencia con nuestra vida cristiana.
Con el Salmista proclamemos nuestra confianza en el Amor de Dios.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.