?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Cor 2, 10-16
- Sal 144
- Lc 4, 31=37
“Nosotros poseemos el modo de pensar de Cristo”, nos dice el texto de Corintios. Esta frase no es solo hermosa, también es real. Con ella San Pablo destaca algo fundamental en nuestra vida de creyentes. Somos hijos de Dios y por lo mismo poseemos el Espíritu. Este es el que nos abre las puertas del misterio, llevándonos más allá de nuestras limitaciones y “así conocer lo que Dios, gratuitamente nos ha dado”.
Pero ojo, debemos tener muy claro, conocer a Dios no es algo a conseguir con nuestras únicas fuerzas. Es el Espíritu el que nos facilita una lectura de la realidad desde una perspectiva distinta a la de aquellos que solo tienen ojos para ver lo inmediato, lo puramente material y, al mismo tiempo, descubrir la gran brecha que el pecado ha creado entre este mundo pensado por Dios y el que hemos construido.
Una de las estrategias más astutas del demonio es hacernos creer que no existe. Hoy se busca explicar muchos de los efectos que el demonio produce en el hombre por medio de la psicología y otras ciencias afines. Sin embargo, el demonio es una realidad que atenta contra nuestra vida eterna y contra nuestra felicidad.
Pero ante todo sortilegio del mal recordemos como nos dice el padre Yepes en el audio que Jesus habla con autoridad y tiene poder para vencer el mal y liberar de las ataduras. Y el endemoniado reconoce su Divinidad.
“La autoridad divina de Cristo, nos dice el Papa Francisco, había suscitado la reacción de satanás, escondido en aquel hombre; Jesús, a su vez, reconoció inmediatamente la voz del maligno y “ordenó severamente: ¡Cállate y sal de este hombre!”.
Solo con la fuerza de su palabra, Jesús libera a la persona del maligno. Y una vez más los presentes permanecen asombrados: “Pero este hombre, ¿de dónde viene? Da órdenes a los espíritus impuros, ¡y estos le obedecen!”.
La Palabra de Dios provoca asombro en nosotros. Tiene esa fuerza: nos asombra, bien.”
Qué nos dice a nosotros hoy esta escena de Cafarnaún?
También hemos de admirar a este buen Jesús que enseña y cura. Que trae esperanza a cuantos vivimos envueltos en incertidumbres y desesperanzas.
Pero hay un segundo motivo para nosotros y que hemos de sopesar. Somos seguidores suyos y nuestra labor no debe ser otra que continuar SU misma labor. Nos corresponde hablar de Él, de SU persona, de SU divinidad, de SUS milagros. También se espera de nosotros “curar” a los necesitados en sus múltiples formas.
Creer en Jesús es continuar SU labor. Él habla hoy a través de sus seguidores. Cura por la acción de los que nos decimos sus fieles. Nada debe apartarnos de ese camino. Él nos acompaña y SU gracia está con nosotros para apoyar nuestra debilidad. Confiemos en Él y transmitamos con entusiasmo nuestra fe, haciendo el bien como expresión de nuestra creencia.
El hombre que ora diariamente notará cómo cada día las cosas, las personas, y en general todo el mundo, se ve bajo una perspectiva diferente.Nuestra visión de las cosas, cuando estamos imbuidos del evangelio, es la misma de Cristo, ya que nuestro modo de pensar es el modo de Cristo.
Concluyamos con estas dos frases de la liturgia: “Nosotros no hemos recibido es espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios para que conozcamos las gracias que Dios nos ha otorgado.”
“ El Señor es fiel a sus palabras y bondadoso en todas las acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia .”
Palabra de Vida Mes de agosto
¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? (Romanos 8,35
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.