?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Amos, 5,14-15. 21-24
- Sal 49
- Mt 8, 28-34
El profeta Amós nos invita a la búsqueda del bien para tener vida. Es un canto a la vida, donde Dios acoge al hombre, pero rechaza sus fiestas, y las ofrendas que les hace no les agrada. A cambio prefiere que la justicia fluya como arroyo perenne.
Entendamos la justicia como dar a Dios y al hombre lo que le es debido.
Es el derecho, como facultades y obligaciones que derivan del estado de una persona o sus relaciones con respecto a otras, lo que nos garantiza el sentido de lo justo. No podemos obviar, o dejar en la indiferencia el sentido de la justicia que nos llama a la fraternidad y al bien común.
Fluir en justicia viene a ser el sentido de la equidad que llama sobre todo a la moderación de lo que supone cualquier relación comercial, humana, religiosa o de derecho que mantienen los hombres entre sí. Viene a ser un traer hasta nuestras vidas el sentido ecuánime de nuestras relaciones. Dios no puede estar ausente del sentido de nuestra justicia, en Él aprendemos el bien con el que desarrollamos nuestros trabajos y nuestras relaciones.
Nos explica el Papa Francisco, ‘en la lectura del Evangelio de hoy, comprobamos que el demonio existe. Existe sembrando el odio y la muerte en todo el mundo porque tiene envidia de que el Hijo de Dios se haya hecho hombre. Dios nos creó para la incorrupción, y nos hizo a su imagen y semejanza… Pero por la envidia del demonio, la muerte entró en el mundo.
La envidia de ese orgulloso ángel que se negó a aceptar la encarnación, le llevó a destruir la humanidad. Así es como los celos, la envidia, la rivalidad, entraron en nuestros corazones… aquí es donde la lucha y el deseo de destruir comienza…
Estamos luchando una guerra dentro de nosotros, y lo hemos hecho desde el principio. Caín y Abel eran hermanos, pero los celos y la envidia del uno destruyeron al otro. Así es como es, sólo hay que ver las noticias de la noche: “guerras, destrucción, gente muriendo de enfermedades causadas por las guerras…
¿Y por qué el diablo tiene envidia?”… tiene envidia de nuestra naturaleza humana.
¿Sabe por qué? Porque el Hijo de Dios se convirtió en uno de nosotros. El demonio no puede soportar eso… Por eso destruye, y eso es la raíz de la envidia del demonio, la raíz de nuestros males, nuestras tentaciones, es la raíz de las guerras, del hambre, de todas las calamidades del mundo…
Quiero que todos pensemos en esto: ¿por qué hay tanto odio en el mundo hoy en día? En las familias que no se pueden reconciliar, en el barrio, en el trabajo, en la política… El demonio es el sembrador de odio: “La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo”. Algunos dicen: pero Padre, el demonio no existe, es un mal, un mal tan etéreo… Pero la Palabra de Dios es clara. El demonio se enfadó con Jesús…”
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Palabra de Vida Mes de julio
«Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Mt12, 50
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.